Recital en el Club La Madrid
Secretos de artista. "Miriam es una artista fuera de lo común. Nos conocimos hace dos años en un Pre Cosquín y por esas cosas de la vida volvimos a cruzarnos arriba de un escenario", cuenta Guillermo Palacios.
"Hay un cambio coyuntural en la música argentina. Se está buscando el folklore de proyección, con disonante, y lo tradicional se está diluyendo, pasamos a ser una especia de dinosaurios...", bromea el músico lamatritense.
"Lo que hacemos, lo hacemos con mucho profesionalismo y amor, porque cada uno en su faceta lo hace con dedicación y de manera muy responsable. Vamos por una misma línea musical, tenemos una química muy especial en escena", relata sobre las actuaciones en conjunto que ya los han tenido como protagonistas en distintas ciudades de la provincia de Buenos Aires.
Miriam De Luca se identifica con el tango "Naranjo en flor", de Virgilio Expósito. "Al tango hay que sentirlo, muchas veces la gente no entiende cuando una lo canta", apunta.
"La elección de una música más tradicional tiene que ver con lo que uno siente e identifica", indica Miriam, y Guillermo completa: "Es lo que uno mamó desde chico y eso es muy difícil torcerlo". "Han cambiado los paradigmas de la música y si bien es interesante incorporar cosas, no hay que perder la esencia ni el respeto a lo original", coinciden. "Está bueno que la gente pueda elegir, es parte de la vida", concluyen.
"Empecé muy chica a cantar, mi pasión son el tango y el folklore", se presenta Miriam De Luca, quien tiene una amplia trayectoria.
"Desde chiquita tuve una sensibilidad muy especial para esta música; me ponía frente a un espejo y cantaba tangos de Gardel, Floreal Ruiz, Julio Sosa, Goyeneche... no sé por qué, me viene desde adentro", confiesa sobre su pasión. "Tengo hermanos más grandes a los que les gusta el rock, cuando era más chica canté algo de eso porque los de mi generación me decían que el tango era música de viejos y a mí me daba vergüenza, pero el tango te elige y tenés que volver", cuenta sobre sus primeras incursiones en el estilo.
"Cuando uno se va haciendo más grande, más te identificas con el tango y su sentimiento: tiene pasión, filosofía de vida, habla de Dios... es como una pequeña obra de teatro de sólo 3 minutos. Es uno de los géneros más complejos porque tiene la conjunción de la métrica y la rima, la poesía; musicalmente es muy complejo", dice la cantante de Saladillo.
"El artista se debe cultivar. Debe leer, estudiar, aprender a pisar el escenario, porque se canta con todo el cuerpo, no sólo con la garganta. Cuando más grande te vas haciendo, más memoria emotiva tenés y más te sirve para cantar tango", indica como uno de los secretos.
"Es difícil encontrarse con alguien que te lleves bien arriba de los escenarios. Con Guillermo tenemos la misma manera de trabajar y eso simplifica las cosas, hay mucho feedback, lo mismo que con el público, y es lo más lindo.... Uno se retroalimenta y enriquece el espectáculo. Arriba del escenario hay como lazos invisibles, donde uno tiene conciencia de lo que uno hace, el otro interpreta y la gente que te escucha", terminan.