FUTBOL. El equipo Xeneize ganó el Superclásico 4 a 2 como visitante y llegó a la punta Con una gran tarea del Apache, autor de dos goles, los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto dieron vuelta el partido en el segundo tiempo. Los otros tantos auriazules fueron de Walter Bou y Ricardo Centurión. Sebastián Driussi y Lucas Alario convirtieron para el local.
Con un Carlos Tevez inspirado, Boca se llevó ayer del Monumental un triunfo por 4-2 en el último clásico del año, que será muy recordado por los vaivenes del resultado en cuyo trayecto comenzó en ventaja y pasó a tener que remontar un resultado en contra.
Tevez fue autor de dos goles, el segundo y el tercero, asistió a Walter Bou antes del primero y el marcador lo cerró sobre el final Ricardo Centurión después de haber sacado River ventaja de 2-1 con goles de Sebastián Driussi y Lucas Alario.
La diferencia final de dos goles no es indicativa de las dificultades que se le plantearon a Boca, aunque finalmente pudo resolverlas para quedarse con tres puntos fundamentales e intentar terminar el año en lo más alto, ya que con la derrota de Estudiantes de La Plata en San Juan por 3 a 2, el equipo Xeneize ahora es el único líder del torneo con 28 puntos.
La salida de Andrés D’Alessandro, el conductor de River, en forma prematura, cuando River estaba 2-1 y su reemplazo por Iván Rossi fue un paso en falso de Marcelo Gallardo.
El primer tiempo fue de ida y vuelta con los dos equipos bien predispuestos para manejar la pelota en ataque, con defensas que a su turno no respondieron debidamente. La primera oportunidad le correspondió a Boca a los 7 minutos con un pase muy bien colocado por Tevez para Pavón, que picó a espaldas de los defensores y remató cruzado pero salvó Batalla con un pie.
La segunda gran aparición de Tevez significó el gol de Boca a los 13 minutos cuando recibió de espaldas, sorprendió con un giro hacia adentro, encaró para el área y tocó para Bou, que remató abajo y cruzado al palo derecho de Batalla.
River empezó a crecer en la medida en que adquirió participación D’Alessandro, contó con un cabezazo alto de Driussi y con una gran salvada de Insaurralde, que cedió córner cuando Alario, tras un sombrero a Vergini, quedaba solo ante el arquero.
A los 33’ empató River después de una jugada que Boca no pudo aprovechar en ataque a través de Pavón. Respondió con una aparición de D’Alessandro por la derecha, un centro lo rechazó mal Peruzzi al medio y Driussi, de primera y de volea, conectó un derechazo frontal que venció a Axel Werner.
Aprovechó su momento River para tomar la iniciativa y a los 39’ pasó a ganar en una acción que juntó muchos jugadores en ataque y finalmente Moreira hizo un centro de la derecha que conectó de cabeza Alario, a la izquierda de Werner, para establecer el 2-1.
En el comienzo del segundo tiempo, a menor ritmo, River contaba con un control de las acciones muy marcado, frente un Boca que aparecía desconcertado. Un remate de Martínez a los 4 minutos, un cabezazo alto de Alario a los 11’ y una pelota que tapó Werner a los pies de Pity a los 12’ daban la pauta.
Después de que Batalla salvara frente a Pavón en el primer intento de Boca, sobre los 16’, cuando no se lo esperaba, llegó el empate en una pelota que Bou jugó de chilena largo para el pique de Tevez, Batalla salió fuera de medida, y su rechazo rebotó en Tevez, que quedó con el arco libre para convertir.
River ya no lo tenía en el campo a D’Alessandro, su conductor, y no encontró la manera de reemplazarlo. Boca no tenía claridad en el armado pero era peligroso en los últimos metros de la cancha y pasó a ganar a los 35 con un gran arranque de Centurión, que ganó la pelota entre varios rivales, tocó hacia el medio, alargó Pavón y Tevez con un estupendo remate chanfleado desde fuera del área al ángulo superior izquierdo lo dejó parado a Batalla.
River atacó sin orden, contó con un cabezazo débil de Alario a las manos de Werner, en el tiempo agregado se lo perdió Mora, pero la última fue otra vez para Boca. Fue cuando Rossi peinó una pelota de manera fallida que no hizo más que habilitar a Centurión, que tocó por encima de Batalla y terminó definiendo de cabeza para cerrar un partido con final soñado.