LAPRIDA

Bomberos locales evaluaron su tarea en los incendios del delta

Luego de su trabajo en Zárate Los voluntarios de Laprida comprobaron la magnitud de los incendios y explicaron que si no llueve el humo va a seguir y será muy difícil apagar el fuego.

Al regreso de la zona de Zárate la dotación de los Bomberos Voluntarios de Laprida evaluó el lunes en horas de la tarde el trabajo realizado por la formación que estuvo a cargo del suboficial Juan Carlos Río y los bomberos Mauricio Albo, Javier Luna, Jorge Fernández y Juan Harismendy.

El suboficial Juan Carlos Río habló de lo que difícil que resultaba llegar al lugar "y a la vista está que ni los helicópteros podían llegar el sábado", mencionó reflejando como ejemplo el puente Zárate Brazo Largo de unos 40 metros de altura que al cruzarlo el sábado al mediodía en un camión para ir a Entre Ríos no se veía abajo el río Paraná.

El bombero Mauricio Albo explicó que debieron desplazarse 40 kilómetros a otra provincia para llegar al foco principal y a punto de extinguirlo se dio vuelta el viento y se comprobó "que venían incendiando atrás nuestro, donde hubo dos detenidos".

Coincidieron en marcar que el humo que se apreció entre domingo y lunes en la zona centro de la provincia provenía de aquella zona, analizando que hasta que no llegue la lluvia el fuego continuará. Estimaron que humanamente "no se podrá controlar por la dimensión y dispersión que tiene, porque el 90% de los focos está en Entre Ríos", dijeron al punto que aún se mantienen en alerta para una segunda intervención para el próximo fin de semana en caso de no llover.

Machete para abrir camino entre pajonales de dos metros de altura y látigo sumado al trabajo de tracción a sangre, los esteros, cañaverales y bañados se volvieron una seria dificultad en el avance de los voluntarios, incluso con el peligro latente, como el caso que les tocó vivir con un camarada de Zárate que cayó en un canal con el agua y el barro hasta la cintura.

Al margen de las dificultades Juan Harismendy marcó lo invalorable del trabajo y de una experiencia que comenzaba muy temprano y concluía al atardecer, aunque reconocieron en otro pasaje que sesenta personas trabajando siempre genera ciertas discrepancias y conatos a la hora de coordinar las tareas.

Jorge Fernández analizó también que al no contar con alguien de experiencia que conozca la zona y el lugar, todo se dificulta el doble, aunque reconoció que en su corta carrera dentro de las filas, la experiencia lo enriqueció en todo sentido. Por último destacaron la atención médica que se dispuso para los Bomberos en un hospital de campaña que más allá del impacto que tenía a través de los medios nacionales, cumplió una función vital desde lo preventivo y para reponer energías.

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