BASQUETBOL. Sergio Santos Hernández y la experiencia vivida en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro El entrenador bahiense de nacimiento y olavarriense por adopción se refirió, además, a su situación con la Selección Nacional y la llegada del "Lobito" Fernández a Estudiantes.
Con motivo de realizarse el pasado fin de semana en nuestra ciudad la reválida de la Escuela Nacional de Entrenadores de Básquetbol (Eneba), donde Sergio Santos Hernández fue el encargado de cerrar el evento con una charla abierta al público ayer al mediodía en el Gimnasio "Juan Manolio"de Pueblo Nuevo, el "Oveja" estuvo presente en la ciudad que lo adoptó como ciudadano ilustre.
También pasó el sábado por las instalaciones de Estudiantes con motivo de la realización del torneo amistoso "Top Cuatro", con la organización de Racing A. Club y la participación, además, de Pueblo Nuevo, Argentino de Junín y Peñarol de Mar del Plata, a la postre el campeón.
Allí recibió, una vez más, todo el cariño de la gente de Olavarría y el reconocimiento mediante la entrega de una plaqueta de parte de Eduardo Galli, subsecretario de Deporte y Turismo del Municipio del Partido de Olavarría, auspiciante del cuadrangular.
El director técnico múltiple campeón de la Liga Nacional de Básquetbol con Estudiantes de Olavarría, Boca Juniors y Peñarol de Mar del Plata acaba de finalizar su vínculo con la Selección de la Argentina, donde dirigió al equipo albiceleste en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en un certamen en el que se produjo la despedida del equipo de dos jugadores símbolo: Emanuel "Manu" Ginóbili y Andrés "Chapu" Nocioni.
Sobre estos temas, y la llegada de Gustavo Ismael Fernández a la dirección técnica de Estudiantes para el próximo Torneo Nacional de Ascenso (TNA), el bahiense de nacimiento y olavarriense por adopción dio sus impresiones con su estilo como sello.
-¿Cómo viviste los días en Río de Janeiro dirigiendo al equipo?
-Fueron unos días de mucha emoción, ya lo vieron todos este final de una parte de la llamada Generación Dorada, específicamente de Manu Ginóbili y Chapu Nocioni, dos tipos muy queridos por todo el deporte argentino. Eso le dio a la presentación del equipo cada día un marco muy especial, de mucha emoción.
La gente iba a la cancha casi desinteresada por el resultado, sólo para vivir la emoción de verlos jugar a ellos dos por última vez y a los otros, que gracias a Dios son los que van a continuar.
-¿Te sorprendió el respeto a Ginóbili por parte de los jugadores de Estados Unidos?
-Manu es una estrella dentro de las estrellas. O sea, yo me enteré en Río de Janeiro obviamente, ya que no tenía el dato, que Manu solito tiene la misma cantidad de anillos que todo el equipo de Estados Unidos junto, cuatro. Se nota que Manu compite todos los días contra ellos y habitualmente les gana. Entonces es un jugador muy apreciado, también por su don de gente y como gran profesional.
-¿Qué sensación te dejó dirigir a ese grupo de jugadores?
-Fue un placer, como siempre es un privilegio que la vida me ha dado poder compartir con este grupo muchos años, muchos torneos, Mundiales, Juegos Olímpicos, torneos de todo tipo.
Es un aprendizaje y un disfrute permanente porque es un grupo de jugadores de altísima jerarquía que ha ido cambiando con los años, pero es de gran calidad de personas y eso se disfruta siempre más.
-¿Cómo es hoy en día tu situación con la Selección?
-Yo terminé mi contrato, que era por el Torneo Preolímpico de México y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Ya se verá. La Selección no tiene entrenador hoy por hoy y se verá qué es lo que la CABB quiere hacer.
Yo estoy dispuesto a escuchar, desde ya. La Selección argentina es una prioridad en mi vida, al menos por el momento, por una cuestión de sentimientos y de desafío. No hay un desafío mayor en el mundo hoy en día para mí que dirigir la Selección de la Argentina.
Veremos qué pasa, el mundo es grande. Tomé la decisión después de Río de Janeiro de no dirigir y lo estoy cumpliendo. Cuando llegue el momento de retomar la actividad veré cuál es la opción que más me seduce y ahí estaré con el bolso armado para volver al trabajo.
-¿Qué reflexión te merece la llegada de Gustavo Fernández como entrenador del Bata en el TNA?
-Me puso muy feliz porque la ciudad recupera a uno de sus ciudadanos adoptivos ilustres como Gustavo y a su familia entera. Seguramente que le va a dar un nivel al equipo como el que él tiene. Estamos hablando de un ex jugador de primer nivel y un entrenador actual de alta jerarquía.
Así que me puso muy contento la noticia. Seguramente que entre el apoyo de la ciudad más la jerarquía de Gustavo y el equipo, van a llegar bien lejos.