BASQUETBOL. Gustavo Ismael Fernández es el nuevo director técnico del Bata El Lobito tuvo un glorioso paso como jugador en la entidad albinegra y ahora toma el desafío de dirigir al equipo en el Torneo Nacional de Ascenso.
Gustavo Ismael Fernández, el Lobito, se convirtió el lunes último en el nuevo entrenador del plantel profesional de Estudiantes para la temporada 2016/2017 del Torneo Nacional de Ascenso (TNA) de básquetbol luego del alejamiento tras cuatro años de trabajo del bahiense José Luis Pisani.
El ex base bataraz durante la época más brillante de la historia albinegra emprende un regreso lleno de nostalgia y de gloria, pero esta vez en el rol de director técnico.
El cordobés nacido en Río tercero el 14 de mayo de 1968 ostenta cinco títulos de Liga Nacional, dos con el Bata, donde también ganó la Copa de Campeones, el Panamericano de Clubes y la Liga Sudamericana en cuatro temporadas (entre la 1997/1998 y 2000/2001). Es el padre del también muy buen base Juan Manuel Fernández y del excepcional jugador de tenis adaptado Gustavo Fernández.
Como entrenador fue asistente de Sebastián González en 9 de Julio tras ser dirigido por él como jugador. Juntos consiguieron el ascenso al TNA y luego la dupla pasó a Atenas de Córdoba para disputar la Liga Nacional 2010-2011.
En 2013 tuvo su primera experiencia como DT jefe en su club, el Sportivo 9 de Julio de Río Tercero, para participar en el TNA 2013-2014. En la 2014-2015 también estuvo a cargo de su club y consiguió el ascenso a la LNB, pero 9 de Julio realizó una fusión con San Lorenzo de Almagro y Fernández se alejó de la institución.
Tras estar vinculado a la Confederación Argentina de Básquetbol (CABB) como entrenador de divisiones formativas, en 2015 comenzó a trabajar como director deportivo en el Brescia, club italiano en el que juega su hijo Juan Manuel.
Descansando unos días en la tranquilidad de su Río Tercero natal, el múltiple campeón prepara su regreso a Estudiantes, donde será recibido como un hijo dilecto, ya que su paso como jugador y como persona dejó en el Parque Carlos Guerrero muchos recuerdos imposibles de borrar.
-¿Es un regreso soñado a Olavarría tras un gran paso como jugador?
-Cuando se está tanto tiempo en un lugar como fue mi paso como jugador de Estudiantes de Olavarría, donde siempre me trataron muy bien, uno siempre que se va tiene la ilusión de que algún día puede volver. Y esta vez se dio como director técnico, que para mí se trata de algo muy especial.
Esto me llega en un momento muy especial de mi vida, ya que acabo de ser abuelo y tengo a Gustavito que está teniendo una carrera impresionante con el tenis. Así que nosotros nos movemos con mi familia al ritmo de las cosas hermosas que nos están pasando, que van mucho más allá de lo estrictamente basquetbolístico, y por eso esta chance de dirigir a Estudiantes me llega en un momento muy especial de mi vida y la de mis seres queridos.
-¿Sentís que en el Bata vas a estar como en tu propia casa?
-Es así, yo en Estudiantes me siento en casa. Es como cuando me tocó regresar a Río Tercero, primero para retirarme definitivamente como jugador y luego cuando fui director técnico del Sportivo 9 de Julio, el club de toda mi vida.
Uno tiene siempre su lugar en el mundo y Olavarría lo es. Más allá de mi paso como jugador, donde me fue muy bien y pude ganar algunos campeonatos, me quedan muchos recuerdos hermosos y un gran número de amistades y gente que quiero mucho y ahora voy a tener la chance de volver a ver, ya que si bien voy a Olavarría de vez en cuando es imposible visitar a toda la gente linda que conozco en la ciudad.
-¿Qué estuviste haciendo en Europa este último tiempo?
-En este momento estoy en Río Tercero, tomándome unos días de descanso, ya que he estado viajando en este último tiempo. Mi último trabajo fue en el Brescia de Italia, donde supervisaba todo lo que era el tema de los entrenadores del club y con el asunto de los jugadores más jóvenes también.
Juan Manuel tuvo una gran temporada en el Brescia, donde el equipo logró el ascenso a la Primera División de la Liga italiana y ahora están viendo la chance de ver si sigue o no, algo que seguramente se va a resolver en los próximos días. El club tiene que tomar una decisión y mi hijo, como jugador, también.
-¿Cómo se dio el arreglo con Estudiantes para ser el entrenador?
-No estaba pensando en volver a dirigir, pero cuando tomé la decisión de regresar al país hablé con mi representante para ver si surgía algo. En realidad tuve una oferta de otro club y en ese momento elegí ponerme en el mercado de entrenadores y, de acuerdo con las ofertas que me lleguen, elegir la opción más conveniente.
Lo de Estudiantes surgió cuando tenía un pie en el avión que me traía de vuelta a la Argentina. Una vez que llegué me puse en contacto con mi representante y se pusieron a hablar con los dirigentes. Desde ya que la oferta de Estudiantes me interesó de entrada y no hubo muchos problemas para ponernos de acuerdo con los dirigentes. Cruz Arouxet fue el que me llamó. Ahora él está de viaje, así que quedamos en juntarnos la semana que viene.
-¿Todavía falta armar el cuerpo técnico que te va a acompañar?
-Me han hablado muy bien de la gente que tiene el club en el cuerpo técnico, que se ha venido desempeñando de una muy buena manera. La idea mía era la de llevar al asistente técnico que ya estuvo trabajando a mi lado, pero sucede que tiene problemas porque acaba de tener un hijo y se le complica para moverse de la ciudad. Se trata de uno de los temas a resolver una vez que me instale en Olavarría.
-¿Entonces el único confirmado es Ricardo Moyano?
-Seguro. Si no está Richard seguro que no voy... (risas). Se trata de un emblema del club y para mí es una tranquilidad muy grande poder trabajar a su lado. Lo conozco mucho como persona y seguramente que es mucho más que un utilero dentro del grupo, seguro que excede largamente esa función.
Es parte del patrimonio de Estudiantes y se nota. Es muy bueno que él siga estando como cuando me tocó ser jugador del Bata hace ya varios años.
-¿Ya tenés en mente a los jugadores que te gustaría tener en el plantel?
-Es un tema del que no me gustaría hablar ahora, en este momento. Espero juntarme con los dirigentes, ver la realidad del club y los objetivos a los que vamos a puntar. Está claro que yo tengo a varios jugadores en mi cabeza, pero primero hay que aclarar bien otros temas antes de ponerse a hablar de contrataciones.
En el plantel de Estudiantes del último TNA hay jugadores muy interesantes, pero también hay que ver bien cómo va a ser el formato del torneo y el tema de las fichas para poder resolver esa cuestión.
Primero hay que ver cómo se va a jugar y luego comenzar a armar el equipo. Se habla de seis fichas mayores con dos extranjeros y ver el tema de los nacionales. Pero no quiero decir cosas de las que luego me voy a contradecir. Una vez que se definan bien las reglas de juego empezaremos con el armado del equipo.