GOLF. Sigue jugando a los 81 años y tiene toda una vida dentro del club
El Negro, así lo llaman los más grandes y los más chicos, lleva consigo una historia con millones de anécdotas y cosas vividas. Es jugador de golf de Estudiantes desde que tenía 11 años. También fue futbolista y tenista, pero triunfó en el golf.
Llegó a ser uno de hándicap y hoy es quince. "Los años pasan y la técnica no es la misma. De a poco fui bajando de categoría, pero mi entusiasmo y amor por el golf siguen intactos", comentó Díaz a Prensa CAE.
Desde los seis años es parte de la institución y es un emblema deportivo con mucha historia. "En un principio la cancha de golf comenzaba en la Avenida Del Valle y Lavalle. No había ni Maxigimnasio ni Estadio Central. Yo vi nacer todo desde cero. La cancha de básquetbol era un poco de cemento entre ambas estructuras actuales".
El Negro pasó su vida entera dentro de las instalaciones batarazas. "El club es mi primera casa, acá me crié y acá se criaron mis hijos. Pasé momentos muy lindos y soy muy feliz rodeado de esta gente hermosa. Ver hoy a Estudiantes me llena de orgullo y me emociona, yo vivo gracias a él", aseguró.
Mientras muestra las instalaciones del golf y hace referencia a los cambios y mejorías que se realizaron en el último tiempo, frena frente al taller de mantenimiento y hace un silencio eterno, levanta la mirada y se emociona:
"El año 1955 fue muy duro. Estaba acá cuando el arroyo comenzó a subir. Recuerdo como si fuera hoy. Estaba hablando con el mecánico y se acercó una perra llorando. La echamos enseguida y a los minutos regresó con dos de sus crías. En ese momento nos dimos cuenta que la naturaleza estaba haciendo de las suyas".
Al Negro lo quiere y reconoce todo el club. Todos los días juega dos hoyos y mientras lo hace se escuchan gritos como: "Negro cuando sea grande quiero ser como vos", "Negro sos mi ídolo" o "Negro maestro". Se ríe y saluda.
Tiene una técnica y movimiento para admirar. Sólo en 8 golpes hizo ambos hoyos. "Tengo 81 años y un excelente estado físico gracias al golf", comenta mientras toca con sus manos la punta de los pies.
En el recorrido de su juego hace un parate. "Este árbol lo planté yo, mirá lo grande que está ahora, no lo puedo creer, los años que pasaron".
Díaz va todos los días al golf con botellas de agua en su auto y mientras juega va regando los árboles que plantó hace algunos años y recuerda cada uno de ellos. "Antes de salir de mi casa cargo bidones con agua y riego los arboles que planté, ya son parte de mí".
Fue siete años consecutivos campeón del Club y la misma cantidad de años subcampeón, siendo el jugador que más veces ganó ese título. Es padrino de algunas instituciones vecinas de golf y durante 2015 fue reconocido por el Honorable Concejo Deliberante por su trayectoria deportiva.
Tiene más de 300 torneos ganados a nivel local, regional, provincial y nacional, además de dos hoyos en uno en los links del Parque Carlos Guerrero. El Negro es una de las leyendas albinegras que vivió la transformación del club. Un emblema deportivo con una trayectoria intachable.