LAPRIDA

Con un marco renovado y moderno, y luego de un intenso trabajo, reabrió ayer el Museo Hugo H. Diez

Pese a la lluvia, mucho público participó de su reapertura Se trata de un ámbito ligado a las raíces lapridenses que invita a recorrer cada una de las salas. Allí, el visitante encuentra algún recuerdo que obliga a remontar en la memoria de otros años e invita a reflexionar sobre nuestra propia identidad como vecinos de Laprida.

Después de dos años y medio de trabajo, dedicación y un inmenso cariño puesto por parte de un grupo de hombres y mujeres que componen la Comisión Directiva, en medio de una jornada desapacible ayer reabrió sus puertas a la comunidad el Museo y Archivo Histórico "Hugo H. Diez".

La ex propiedad de la familia Santamarina se vio totalmente colmada de público en su luminosa galerías. Claro, había un elemento movilizador, que era poder ver que había pasado puertas adentro luego de tanto tiempo.

Y valió la pena esperar. Realmente se puede afirmar que se trata de un Museo totalmente nuevo, renovado modernizado con sonido en cada sala, como quizás alguna vez lo soñó don Hugo Diez.

Un ámbito ligado a las raíces lapridenses que invita a recorrer cada una de las salas, pues ha dejado de ser un espacio de objetos acopiados para tener un hilo conductor temático, histórico y cultural. Enmarcado en una cantidad de piezas de altísimo valor patrimonial que realmente en cada detención, el visitante encuentra algún recuerdo, que obliga a remontar en la memoria de otros años, otras luces e imágenes y reflexionar sobre nuestra propia identidad como vecinos de Laprida.

En el inicio luego que Lydia Valicenti diera lectura a las cartas de salutación, el presidente Rogelio Bidart reseñó desde el corte de la añeja araucaria pasando por la reparación de pisos e infraestructura, los proyectos y todo el desarrollo de los mismos que se fueron concretando desde hace dos años a esta parte.

Agradeció en el final al grupo "Los Locos Lindos del Museo" por el trabajo sin pausa de sábados y domingos, y especialmente felicitó a la museóloga "Pilar Martínez, que como su nombre lo dice ha sido pilar acá adentro", dijo

También presente en el acto, el intendente municipal Alfredo Fisher hizo entrega al presidente de la entidad, Rogelio Bidart, de la medalla del Bicentenario de la Patria.

Se hizo mención además a quienes colaboraron, como Lydia Valicenti, Rogelio Bidart, Blas Belmonte, Iván Berden, Ricardo Ibaldo, Martín Arrondo, Darío Zanetti, Patricia Caballier, Lía Abadíe, especialmente a la museóloga Pilar Martínez, a empresas y comercios locales; a la ex senadora provincial Silvia Pérez, por un subsidio de 8.000 pesos; y al gobierno municipal por otro subsidio de 24.000 para la reparación de la vereda de la calle Santamarina. También se dio lectura a una extensa nómina de personas, artistas e instituciones que también brindaron su tiempo y a quienes donaron dinero en forma anónima.

Ayer hace exactamente 30 años, la familia Santamarina - Dodero daba en comodato la actual propiedad y hace 10 años, un 9 de marzo de 2006, la familia terminaba donando la casa a la institución con la entrega de escrituras. En nombre de la familia Santamarina, Víctor Caballier y el presidente Rogelio Bidart descubrieron la primera de las placas. Luego hicieron lo propio Pilar Martínez y Blas Belmonte, activo colaborador desde los 16 años; Lydia Valicenti, incansable restauradora de los pisos y otros objetos; e Iván Berden, que llevó a cabo el rediseño institucional y el montaje gráfico de las piezas.

El acto finalizó con la proyección de un video y la bendición del padre Argentino del Valle Lauría, para luego comenzar con el primer recorrido por cada una de las salas a través de una visita guiada. La tarde se fue prolongando entre las danzas de Malón Danza y el humeante café que los jóvenes del Grupo Scout ofrecieron entre la gente. El Museo volvió a vivir y late fuerte en el corazón de la ciudad de Laprida.

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