FUTBOL

Ingeniero, "un equipo con mística" y de amigos

FUTBOL DE PRIMERA. Las voces del campeón Jugadores y el técnico Hugo Ciolli hablaron luego de la obtención del título de Primera ante Jorge Newbery. Destacaron la unión del plantel y el esfuerzo.

Apenas habían pasado unos segundos desde el pitazo definitivo de Germán Dris. Ingeniero Jorge Newbery le había ganado 4 a 1 la final al "Cacique" de Laprida y era el nuevo campeón de Primera de la Liga Lapridense de Fútbol. El humo rojo y blanco ganaba la cancha colmada, gorros y papel picado volaban por los aires, mientras los protagonistas festejaban y las bombas de estruendo se mezclaban con los gritos de los hinchas.

"Ganamos los partidos que teníamos que ganar. Somos los campeones y es justo", es el primer análisis del capitán albirrojo, Pedro Monclús. "Este equipo tiene confianza en sí mismo y entrena", completa el defensor.

Samuel Franco es la expresión viva del sacrificio. Metedor dentro y fuera de la cancha, con apenas 21 años es un referente indiscutido del club. "Buscamos la Copa desde el principio e hicimos todo para lograrla", dice el mediocampista en medio de la emoción y los abrazos. "En todos los campeonatos que hemos jugado este equipo se caracteriza por la garra y es la diferencia con el resto", sostiene antes de que los hinchas se lo lleven a dar la merecida vuelta olímpica.

Mateo Rinaldi es uno de los más jóvenes del plantel de Ingeniero; de a poco se fue ganando un espacio en Primera y se afianzó en la zaga central. Desde chico mamó la historia newberista y ya sabe lo que es gritar campeón. "Es muy lindo", señala. "Este equipo tiene corazón y salió adelante en las difíciles, por eso somos justos campeones", declara.

Julio Billani siempre está. Con mayor o menor protagonismo, el delantero es fundamental para el esquema del equipo, por experiencia y por capacidad. "Seguimos sumando porque somos el mejor equipo de la Liga. Hace tres años que jugamos las finales y eso te da la pauta que hacemos bien las cosas", remarca "Juli". "Ingeniero tiene un grupo que tira todo para el mismo lado y es maravilloso", apunta.

Guillermo Zanga jugó, posiblemente, su último partido en el Parque. "Es muy emocionante", indica. "Desde que llegó Hugo (Ciolli) logramos muchas cosas y la base fue el grupo que se armó. Todos nos quieren ver perder, pero la Copa queda en Ingeniero", arenga Guille, y se aleja para sumarse al festejo.

Luciano Eccher fue el artillero de Ingeniero y del certamen. En 2015 jugó en Coronel Suárez y en el verano volvió al Parque para acoplarse al equipo que disputó el Federal C; parecía que se iba nuevamente, pero "Lucho" prefirió quedarse en La Madrid y vaya que la elección fue la acertada. "Venía con la idea de ser campeón y se dio. Se jugó bien todo el torneo, porque tenemos muchas ganas y, a pesar del recambio, Ingeniero sigue siendo protagonista", concluye.

Los hermanos sean unidos

Una particularidad del campeón es que en el plantel conviven cinco hermanos: los Abadíe y los Gérez. Víctor, Santiago y Gabriel se sumaron este año al Albirrojo y con el correr de los partidos fueron ganando su espacio hasta convertirse los tres en herramientas muy importantes. Tienen sus historias los "patitos". "El más desorejado es Víctor", acusan los mellizos, mientras el mayor no aparece en escena.

"Este es un premio merecido", señalan los tres Abadíe. "Es una satisfacción muy grande haber salido campeón y haber compartido equipo con mis hermanos; el objetivo era jugar alguna vez los tres juntos y lo pudimos hacer en Primera", indica Víctor. "Esta es la alegría más grande que te puede dar el fútbol", resalta con euforia Santiago. "El objetivo que nos planteamos al principio era jugar todos, primero lo hicimos en Reserva y ahora en Primera, y es muy lindo", se suma Gabriel.

"Este es un grupo bárbaro, que está bien acompañado. La familia es fundamental porque es un sacrificio muy grande el que se hace en el fútbol amateur, entrenando y trabajando a la vez. Eso te hace postergar cosas que los que están al lado tuyo entienden, te acompañan y te hacen disfrutar muchísimo", resume Víctor Abadíe, autor de dos goles en la finalísima.

"Ir a entrenar después de trabajar es difícil, pero con tus hermanos se simplifica", destacan los mellizos, que se criaron a unos metros del Parque que por primera vez los acobija como campeones.

Ignacio, "Nacho", es el mayor de los hermanos Gérez y abraza al benjamín, Valentín, que llegó al Parque al iniciar la temporada. "Jugar con tu hermano es muy lindo y te da pura felicidad. Nunca nos imaginamos esto", mencionan a dúo.

"Este equipo tiene mística. Desde el principio nos metimos en la mente que teníamos que pelear el campeonato y acá está", refieren mientras la familia los espera para la foto con la copa.

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