El fenómeno Pokémon En la posmodernidad, la relación del hombre con la tecnología se potencia. Continuamente hay cambios en la cotidianidad y los dispositivos electrónicos pasan a ser la tecnología del yo. Nuestro mundo más cercano pasa a modificarse con la inversión de la relación espacio - temporal que permiten las computadoras o los teléfonos.
Chicos y grandes por igual. Muchos ya se han entusiasmado con el Pokémon Go, "un videojuego de aventura pionero en realidad aumentada. Consiste en buscar, capturar y luchar con los personajes de la saga Pokémon escondidos en ubicaciones del mundo real, lo que establece que hay que desplazarse físicamente por las ciudades para progresar", detallan las páginas especializadas.
"Esta va a ser la perspectiva de los nuevos juegos. Pokémon sólo es la punta del iceberg", advierte la psicóloga Silvina Feito.
La profesional explica que de por sí los juegos poseen un atractivo propio, porque tienen que ver con el entretenimiento, y en el caso de los electrónicos permiten que los adultos también se sumen. En particular, Pokémon hace un ensamble con cosas reales porque el jugador va caminando por las calles reales de su ciudad.
"El juego puede ser un entretenimiento válido o se puede convertir en algo problemático porque hay gente que sale a buscar un bichito que no existe", analiza.
"Nuestro cerebro no decodifica qué es real y qué no, vivencia las cosas. Busca lograr un objetivo, en este caso encontrar un pokémon para cazarlo. Quienes desarrollan las tecnologías han captado demasiado bien esto", apunta
Pokémon no sólo ha influido en el quehacer diario de los jugadores, sino también en el resto de la sociedad: así aparecieron las "pokeparadas" (así llaman a los lugares en los que se puede recargar las pokebolas) o el "Poketaxi" (una empresa ofrece el servicio para "cazar" los pokémones). "Nuestra estructura tiene que ver con el exceso, que después comience a afectar aspectos significativos de la persona comienza a ser problemático".
"Habrá personas que lo usen hasta que deje de ser novedoso. Pero seguramente aparecerá otra cosa", indica.
"Los que somos más grandes tal vez nos sorprendemos con los avances, pero hoy desde muy chicos los límites entre lo real y lo virtual se vuelven cada vez más borrosos. No nos debemos asombrar por la aparición de estos juegos porque con las nuevas tecnologías las coordenadas de tiempo y espacio se diluyen, porque ahora no tenés que estar en un mismo lugar para estar juntos", dice Feito.
"La sociedad va camino a la individualidad: desde los modelos macroeconómicos se impulsa el capitalismo extremo y se ve al otro como un competidor, y con la tecnología donde no se necesita a otro para interactuar. Lo que se empieza a ver es una hiperconectividad, pero no necesariamente con una comunicación profunda", sostiene.
"Estamos en un mundo cada vez más líquido donde las instituciones, el Estado y las familias, pierden solidez y todo se enmarca en las reglas del mercado", argumenta Feito.
Realidad vs. realidad
"Cada vez estamos con límites más indivisos entre una realidad que sabemos que no es y otra que es la realidad objetiva que se va transformando cada vez más porque se lee subjetivamente.
"Este juego tiene la particularidad de estrecharse con los territorios reales por los donde uno circula. La psiquis es lo más importante del cuerpo, las emociones operan sobre las reacciones orgánicas.
"Donde más se descubra sobre el funcionamiento del cerebro más inteligencia artificial se creará. Hay un desarrollo inconmensurado de las nuevas creaciones humanas".