Tres años después, el ex funcionario lleva a la Justicia a sus denunciantes
A poco menos de tres años de las acusaciones públicas que lo llevaron a renunciar, el ex secretario de Deportes de General La Madrid, Dardo Javier "Peca" Núñez, denunció al ex concejal y actuar secretario de Gobierno Mario Alfredo Simón, al nuevamente concejal Carlos César Morante, al periodista radial Oscar Billani y a dos miembros de la agrupación ciclística El Torque por la presunta comisión de delitos que van desde la falsa denuncia y el falso testimonio hasta la extorsión.
Además, Núñez elevó a la presidenta del Concejo Deliberante, Alejandra Dómina, el pedido para que se le conceda la Banca del Ciudadano para exponer sobre su actuación en los hechos que llevaron a su renuncia y también le solicita que se invite al Secretario de Gobierno a la sesión para que escuche al hombre al que denunció ante la Justicia y al que criticó duramente en ese mismo recinto.
De tal forma, Núñez plantea batalla a sus denunciantes en dos escenarios diferentes, el político y el judicial, lo que seguramente generará un escándalo político de proporciones en la ciudad de General La Madrid.
La causa iniciada de oficio por el entonces ayudante fiscal José María Elis después de declaraciones de Simón en la radio de Billani fue finalmente archivada, porque con las pruebas reunidas no se establecía la existencia de ningún delito que hubiera cometido Núñez.
Una vez pasada al archivo esas actuaciones, Dardo Javier Núñez decidió llevar a la Justicia a quienes lo acusaron y obligaron a renunciar. "Yo me sometí a la Justicia. Ahora quiero que ellos sean los que sean juzgados por lo que hicieron", dijo Núñez a este Diario.
"Peca" Núñez denunció penalmente a Simón y Morante por la presunta comisión del delito de falsa denuncia, a Oscar Billani por supuesto encubrimiento y a los miembros de El Torque, Luis Rastelli y Karina Arce, por presunta extorsión, la figura penal más grave de las mencionadas en la presentación.
Una simple lectura de la documentación contenida en el expediente que se tramitó durante más de dos años en el ámbito judicial le confiere a toda la historia ribetes insólitos, ya que allí hay copias de las facturas de los productos que se compraron con el dinero con el que supuestamente se habría quedado Núñez según las acusaciones.
Es decir que todo podría haber quedado aclarado de inmediato, sin necesidad de poner en marcha la maquinaria judicial para analizar el caso durante largos meses, sin perjudicar la carrera política del ex funcionario ni poner en riesgo ahora a varias personas de recibir una sanción penal.
Aunque Núñez no hizo mención alguna a alguna probable presentación ante el fuero civil para reclamar un resarcimiento por el daño moral y económico sufrido, esa es una posibilidad que no puede descartarse.
Como bien recordarán los lamatritenses, ya que el caso tuvo una amplia repercusión mediática y alimentó innumerables conversaciones, todo comenzó en agosto de 2013, más precisamente el domingo 4, con la disputa de una competencia de mountain bike que contó con la organización de la agrupación El Torque y la Municipalidad de General La Madrid.
Según relató Núñez a este Diario, la gente de El Torque le llevó la propuesta de realizar la competencia unas semanas antes y se acordó que el dinero que pagaran los competidores por la inscripción se destinaría a los gastos de la carrera y que la Municipalidad se haría cargo de lo que no se llegara a cubrir.
"Ante el éxito obtenido, ya que había más de 100 inscriptos, me dijeron que le estaban haciendo mucha propaganda a la Municipalidad -por entonces gobernada por Juan Carlos Pellitta- y que les diéramos un subsidio de 10.000 pesos", señaló Núñez, quien jamás fue citado a declarar en la causa que se le iniciaría después.
En el expediente judicial consta que la gente de El Torque le entregó a Núñez unos 15.000 pesos que se habían recaudado para que pagara remeras y trofeos, que se habían adquirido en dos comercios olavarrienses.
Esto fue acreditado luego en la instrucción de la causa, ya que Núñez tenía las facturas de los pagos realizados.
Pero en los días posteriores a la competencia comenzaron a circular rumores sobre un supuesto aprovechamiento personal de parte del ex Secretario de Deportes de ese dinero. Las versiones surgieron probablemente de la suposición de que todos los gastos de la carrera habían sido solventados por el Municipio, por lo que entonces la recaudación por los inscriptos habría ido a parar a los bolsillos de Núñez.
Según la denuncia y declaraciones testimoniales tomadas en el marco de la causa por las presuntas irregularidades, Luis Rastelli escribió en Facebook tales acusaciones, lo que llevó al concejal Mario Simón a formular declaraciones haciéndose eco de ellas en un programa conducido por Billani, denunciado ahora por encubrimiento por no haber puesto las grabaciones a disposición de la Justicia, contraviniendo las normas sobre radiodifusión.
Los concejales en esa época opositores fueron más allá y pidieron una sesión especial para tratar el tema. Después Simón quedaría como denunciante en la causa judicial.
El intendente Pellitta tomó la decisión de separar a Núñez de su cargo e iniciarle un sumario.
"Si hacés eso es que dudás de mí", contó ahora Núñez que le dijo a Pellitta, tras lo cual presentó su renuncia en forma indeclinable y se sometió al veredicto de la Justicia.
Lo curioso es que las facturas estaban y se incluyeron en el expediente judicial, por lo que un simple vistazo a esa documentación en teoría debió haber bastado para terminar con un escándalo en ciernes y a lo sumo algunos pedidos de disculpa entre vecinos, ya que en una población de alrededor de 10.000 habitantes prácticamente todos se conocen.
Lo cierto es que el escándalo continuó, que la Justicia debió investigar, tomar una serie de declaraciones, decidir sobre cuestiones importantes, como el pedido de los concejales radicales de que les permitieran actuar como particular damnificado, pretensión rechazada en primera y segunda instancia.
Y, por si fuera poco, ahora la Justicia deberá instruir una nueva causa en la que cambian los roles y el acusado pasa a ser acusador.