AUTOMOVILISMO

Olavarría: creadora de espectáculos automovilísticos

AUTOMOVILISMO. En 1937 y 1938, el club Estudiantes organizó los "500 Kilómetros", prueba pionera de las grandes carreras Cabe reconocer como pioneros en la materia al club Estudiantes por esas dos carreras denominadas "500 Kilómetros de la ciudad de Olavarría": la primera, el 9 de marzo de 1937, fue ganada por el "Alemán" Carlos Zatuszek; y la segunda, el 25 de septiembre de 1938, fue obtenida por Fermín Martín con un Mercedes Benz.

Hay una historia grande, sabrosa, pródiga en mojones brillantes del automovilismo nacional. Una actividad del quehacer deportivo que se asentó firmemente desde hace muchos años al impulso de dirigentes extraordinarios que en todas las épocas fueron creando, innovando y sirviendo de monitores para quienes también hicieron actividad tuerca en el país. Si el AMCO (Automóvil Moto Club Olavarría) cumplió en febrero pasado 75 años desde su fundación en 1941, con 66 años a lo largo del historial de carreras de TC, es justo reconocer los orígenes de las carreras en Olavarría. Buceando en los archivos de EL POPULAR ubicamos dos acontecimientos salientes, en 1937 y 1938, que pueden definirse con la bandera de largada para el automovilismo mayor en nuestra ciudad.

Cabe entonces reconocer como pioneros en la materia al Club Atlético Estudiantes por esas dos carreras denominadas "500 kilómetros de la ciudad de Olavarría": la primera el 9 de marzo de 1937 ganada por el "Alemán" Carlos Zatuszek, y la segunda el 25 de septiembre de 1938, obtenida por Fermín Martín con un Mercedes Benz.

El primer presidente en el automovilismo de Estudiantes fue Domingo P. Perla, quienes las páginas de aquellos tiempos rescatan como el alma máter de la iniciativa, de la construcción de la pista que se utilizó en las inmediaciones de lo que fue la fábrica de explosivos paralela a la autopista Alfredo Fortabat, pero sobre la margen derecha de la vías, yendo para Loma Negra.

La carrera de 1937

y dos accidentes

En 1937, la pista "tuvo un bautismo de sangre", dice la crónica. Ya en las pruebas de clasificación que se realizaron el sábado 8 la tierra suelta se presentó como un gran inconveniente.

La primera serie motivó un gran accidente cuando el corredor Pesatti, que marchaba en un compacto grupo de corredores y en medio de la densa nube de tierra perdió toda visibilidad cuando una piedra que levantó alguno de los coches que lo precedían dio en su antiparras. Era cuando entraba a la curva hacia Sierras Bayas y el desastre fue total. Un hombre de 29 años, Raúl Luna, falleció cuando era trasladado al Hospital.

Sin embargo no sería el único accidente de la jornada. Cuando se corría la final el corredor Carlos Collia que participaba con el seudónimo de "Alfredo". Italiano de 40 años que hacía su segunda presentación en el automovilismo, volcó tras ser pasado por Zatuszek y fue despedido del auto, que luego lo apretó. El tanque de nafta golpeó su cabeza y falleció en el acto.

Zatuszek el ganador

Todo resultó frío después de tanta euforia a raíz de los dos fatales accidentes. El Mercedez Benz de Carlos Zatuszek no tuvo contras. Se cerraba así el primer capítulo automovilístico local de gran nivel. Todo había sido organizado pero la tierra suelta jugó la mala pasada y los dos accidentes no dejaron que pudiera festejarse ese comienzo tuerca en Olavarría.

Y allí en 1937 estuvo un piloto local. Torcuato "Tito" Emiliozzi iba a encarnar toda la emoción del público local a bordo de su Fiat 519 modelo ‘32 que había adquirido al señor Occhi de Sierra Chica. Era el único representante de Olavarría, ya que Alfredo Valerga -otro histórico piloto local- había sufrido un accidente en Benito Juárez un tiempo antes y no pudo estar con su coche "Ciudad de Olavarría".

En las páginas de EL POPULAR se anticipó que era "para que hubiera uno de Olavarría en carrera". Sin embargo, el Fiat rompió un pistón durante la semana previa a la carrera y entonces Tito acudió con su "Forcito". Participó en la segunda serie a 25 vueltas y el reventón de una goma lo dejó sin chance.

Fermín Martín ganó en 1938

El 25 de septiembre de 1938 se corrió la segunda edición de los 500 Kilómetros "Ciudad de Olavarría", con la presencia de 23 protagonistas centrales. Fermín Martín, con el coche del desaparecido Zatuszek, fue el ganador. A la cita volvieron a acudir los mejores exponentes nacionales de la especialidad, debutó un uruguayo en la Argentina: Víctor Strussi, con un Alfa Romeo Vértigo. Nuevamente estuvo organizado por el club Estudiantes. La presidente de la comisión de Automovilismo era ejercida por don Fermín Cajén.

Con la experiencia recogida el anterior, el objetivo básico fue dotar de seguridad a la pista. Se ensaya una sistema de señales por medio de banderas y se delimitan lugares donde el público podía ubicarse. El tema de la señalización de los escenarios nació en nuestra ciudad y se desarrolló con ingeniosos dispositivos a lo largo de toda la historia automovilística local. El AMCO creó en ese sentido marcaciones especiales que luego se adaptaron en todos los circuitos y carreras de ruta.

La carrera fue ganada por Fermín Martín. Este piloto participó con el Mercedes Benz que en 1937 llevó al triunfo Carlos Zatuszek. El alemán había muerto en un accidente en la carrera de Tres Arroyos, y Fermín Martín, su cuñado, ocupó su lugar.

Así, en las dos primeras grandes carreras que vivió Olavarría ganó el mismo auto: el Mercedes Benz con compresor.

La satisfacción para el público local la dio Tito Emiliozzi. A bordo de su Fiat se ubicó en la séptima posición, a cinco vueltas del ganador.

Otra vez se habían reunido alrededor de 20.000 personas en el circuito emplazado en las chacras de Amondaraín.

Todo estuvo perfecto, se había aprendido la lección de 1937 y pista, organización y desarrollo fue todo un modelo. Así lo reconoció la crónica especializada de todos los diarios nacionales de la época.

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