Otra fiesta del León en la quinta etapa del Dakar y se afianzan entre los autos Peugeot vuelve a hacer el 1-2-3 en el Dakar y en motos la hoja de ruta generó revuelo. En cuatriciclos por el peruano Alexis Fernández, su país escribió un nuevo capítulo en la historia dakariana de su país.
La etapa de ayer entre Jujuy y Uyuni, de un total de 642 kilómetros, tuvo una especial de 327 km para las motos y 321 km para los autos, 6 km menos de los previstos inicialmente, a raíz de la cantidad de gente que había en Gran Pampa Salada, donde finalizaba el tramo de carrera.
Peugeot parece imbatible: ganó todas las etapas rápidas y técnicas en Argentina y ahora en territorio boliviano. Con la etapa maratón a cuestas, un recorrido más dakariano y en los primeros tramos a 4.600 metros de altura no hace más que ratificar su poderío.
El francés Loeb, el debutante que está rompiendo los pronósticos de este Dakar, ganó su tercera etapa y la primera en este tipo de terrenos "con arena, cauces de ríos secos, pistas escondidas, pedregales", según él mismo describió.
Pese a haber perdido un poco de tiempo sobre el final, Loeb ganó en 3h. 32m. 34s., registro que le sirvió para relegar al español Sainz por 22s. y a su compatriota Peterhansel por 3m.
En cambio, el panorama de los MINI es totalmente opuesto y adverso a los pronósticos que los daban como los autos a batir, ya que no sólo no ganaron ni una etapa sino que además apenas lograron un segundo puesto de la mano del qatarí Nasser Al Attiyah.
Una vez más el actual campeón salvó el honor del X-Raid con un cuarto puesto tras cruzar la meta a 3m. 07s de Loeb. "Nunca había atacado tanto como ayer y hoy, anduvimos a más del 100% pero de todas maneras no tenemos ninguna opción frente a los Peugeot", admitió Al Attiyah.
Hasta ahora el qatarí ponía en duda la confiabilidad de las máquinas francesas en terrenos más dakarianos y a medida que pasaran las etapas.
"Es imposible ganarles salvo que pinchen, hay que felicitar a Peugeot y a su equipo porque han hecho un trabajo fantástico. Dos jornadas maratón sin el menor problema, es impresionante", enfatizó el "Príncipe", quien reconoció que, en cambio, "Mini no ha evolucionado".
El quinto lugar fue para Leeroy Poulter (Toyota) a 6m. 07s, mientras que el mendocino Orly Terranova (Mini) fue el mejor argentino de la jornada con un décimo puesto, a 10m. 15s de la punta.
"Mini no tiene poder de reacción frente a los Peugeot, que van bien en todo tipo de terreno. Se hace difícil cuando tenés enfrente a un auto así, con más velocidad final y buen motor", afirmó el cuyano.
La general tiene a Loeb primero con 13h. 17m. 25s; segundo a Peterhansel a 7m. 48s; tercero al español Carlos Sainz a 13m. 26s; cuarto a Al Attiyah a 14m. 16s y quinto a Poulter a 18m. 38s.
Emiliano Spataro, quien ayer llegó 17º, es el mejor argentino en la general en el 11º lugar a 42m. 49s del líder, y Terranova marcha 12º a 53m. 31s.
Polémica en motos
La etapa para las motos, ganada por Price (KTM), llegó a Bolivia con polémica para algunos pilotos, entre ellos el salteño Kevin Benavides, quienes se quejaron porque "había dos Way Point (WP) en la hoja de ruta que no estaban correctamente señalizados" y uno de ellos no había sido anulado como indicaba el road-book.
El salteño, quien ayer cruzó la meta en la 16ª a 11m. 16s del ganador, aseguró que "en la hoja de ruta el WP que estaba en el kilómetro 319, 320, no estaba bien marcado".
"El último WP del kilómetro 321 figuraba en el road-book como anulado", señaló Benavides, quien esperaba a sus compañeros de Honda para presentar una queja formal ante las autoridades de la prueba.
En igual sentido, se manifestó el español Jordi Viladoms, quien objetó ambos WP y dijo que en el último perdió cerca de 1m. 30s.
Sin embargo, otros pilotos como el austríaco Matthias Walkner (KTM), cuarto en la etapa, le dijo a Télam que son pequeñas diferencias usuales en un road-book de un Dakar y que no son motivo de presentar una queja a las autoridades deportivas.
"No eran variaciones importantes, está dentro de la lógica de road-book de un Dakar. Distinto sería por esas cosas te terminás abriendo mucho", aseguró.
Horas después, el director deportivo del Dakar, el catalán Marc Coma negó que hubiera algún problema en la hoja de ruta.
"No hubo ningún problema con la hoja de ruta, son cosas normales del Dakar cuando empieza a aparecer la navegación. Y lo digo como piloto", sostuvo el catalán en diálogo con Télam.
Price se adjudicó la especial de 327 kilómetros en 4h. 03m. 44s y dejó en el segundo al francés Antoine Meo (KTM), a 2m. 21s, y tercero a Stefan Sivtko, quien fue penalizado con 1 minuto en la general por perder el cartón de control, y había llegado a 2m. 33s.
El portugués Paulo Goncalves lidera la general con 14h. 30m. 07s.; segundo marcha Stvitko a 1m. 45s; tercero Price a 1m. 47s; cuarto el español Joan Barreda (Honda) a 6m.; quinto Walkner a 2m. 57s. y en un lejano sexto puesto quedó el argentino Benavides 6m. 46s.
Perú en quads
En cuatriciclos el peruano Alexis Hernández (Yamaha) ganó la etapa, Alejandro Patronelli (Yamaha) llegó segundo a 1m. 56s. y el ruso Sergei Karyakin a 2m. 50s. Marcos Patronelli quedó a 7m. 50s y el checo Rafal Sonik abandonó el rally.
Hernández se metió en la historia de su país al ganar dos etapas seguidas tras conseguir la especial de ayer en 4h. 29m. 14s y aventajar al sudafricano Brian Baragwanath por 1m. 36s. y dejar tercero Alejandro Patronelli a 1m. 56s. A su vez, Marcos Patronelli, algo más aquejado por el mal de altura, terminó octavo, 7m. 50s.
La categoría sufrió bajas clave, la del checo Rafal Sonic (Yamaha), quien debió abandonar por la rotura del motor, y la del debutante brasileño Marcelo Medeiros, quien había cosechado buenos resultados con un segundo lugar en la general.
La etapa maratón y la altitud dejaron maltrecho el quad del chileno Ignacio Casale (Yamaha), quien cerca del anochecer intentaba llegar al campamento de Uyuni para cambiar el motor.
Mientras algunos los pilotos preparaban la hoja de ruta para la etapa de hoy y otros se sentaban a comer, afuera del vivac se vivía una multitudinaria fiesta popular, que combina las tradiciones culturales de este pueblo entrañable con el merchandising dakariano.