BASQUET

Pasó un 2015 con muy buenas noticias

BASQUETBOL. Una breve reseña de lo que dejó el año pasado

El año 2015 será recordado por el básquetbol argentino como una temporada en la que abundaron las sonrisas a pesar de que los seleccionados mayores no alcanzaron títulos a lo largo de la temporada. Sin embargo, dos temas se roban las miradas con nitidez y ponen en evidencia que aún existen motivos para creer en un básquetbol local con mejor salud: la clasificación del seleccionado masculino a los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016 y el ciclo de normalización de la Confederación (CABB) con la elección de un presidente.

Un escalón por debajo figura la fantástica campaña desarrollada por el combinado masculino Sub 17, campeón sudamericano en Resistencia, tras vencer en la final a Brasil por un amplio 73-49.

La Liga Nacional (LNB) también experimentó cambios, sumó dos protagonistas más a su grilla y hubo una inyección económica que derivó en que determinados clubes (San Lorenzo, Regatas Corrientes, Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia) rompieran el mercado.

El retorno de figuras como Walter Herrmann o Marcos Mata (ambos repatriados por San Lorenzo) generaron expectativas en el arranque. Pero el torneo fue avanzando, diferentes lesiones perjudicaron el funcionamiento colectivo de los distintos conjuntos y el interés del público -sumado a un complejo armado del fixture- fue decreciendo.

Tal vez lo más significativo del año tuvo lugar en México, en septiembre pasado, con la clasificación del seleccionado argentino a los Juegos Olímpicos. Ya sin la base de la denominada "Generación Dorada" y con solamente dos exponentes (Luis Scola y Andrés Nocioni) brillando a altísimo nivel, el equipo albiceleste exhibió juego, carácter y determinación para asegurarse una de las dos codiciadas plazas.

El equipo de Sergio Hernández consolidó a nombres como Facundo Campazzo o Nicolás Laprovittola y plasmó, además, que el mentado recambio está en marcha, con jóvenes de la talla de Patricio Garino (alero de George Washington University, NCAA) o Gabriel Deck (alero de Quimsa de Santiago del Estero).

Esa intención de reverdecer viejos laureles y retornar a los primeros planos de la élite no será tarea sencilla. Más allá de que Emanuel Ginóbili, el ícono máximo de esta Generación que se inició hace más de una década, continúe coqueteando con la posibilidad de entregar sus últimas diapositivas con la número 5 celeste y blanca allá por los días de agosto, en territorio carioca.

Desde otro aspecto, el proceso de normalización que se dio en la CABB configuró, quizás, la noticia más saludable del básquetbol en el 2015.

Federico Susbielles fue interventor designado por la Justicia para hacerse cargo de un Titanic a la deriva como ocurrió con el organismo tras la salida del anterior titular, Germán Vaccaro, sospechado de cometer irregularidades administrativas y económicas. Luego, el bahiense emergió como el presidente elegido por 23 federaciones en una Asamblea realizada el pasado martes 22 de diciembre.

"Quiero que este sea el primer paso para la unidad en el básquetbol argentino", dijo Susbielles para dar cuenta de que su labor irá más allá de protagonismos centrales o conducciones de estilo personalista.

Los verdaderos actores de la película, los jugadores, lo entendieron así. Por eso voces como las de Scola, Ginóbili, Campazzo, Laprovittola o el ex pivote de Selección, Fabricio Oberto, dieron su apoyo explícito para la continuidad en el cargo del hombre que bajó la deuda de la CABB en más del 90 por ciento en casi 13 meses.

De los más de 33 millones de pesos de pasivo (auditados en forma externa por una empresa, en septiembre de 2014) se pasó a algo más de 3.305.000 de deuda, según lo certificado en noviembre pasado.

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