FUTBOL. Para pasar de ronda ante Newell´s por la Pre-Sudamericana
Un gol de palomita de Nicolás Aguirre cuando promediaba el primer tiempo y otro en contra del paraguayo Marcos Cáceres en el arranque del segundo, habían alegrado a la parcialidad local y amargado a la nutrida hinchada que trajo el visitante desde Rosario.
Sin embargo, cuando apenas 8 minutos después de esa conquista llegó el penal que dilapidó Martínez la estructura del partido cambió y volvió a ser de ida y vuelta tal como había transcurrido durante el primer período.
Es que Newell’s revivió apenas tres minutos después, cuando Denis Rodríguez, el primo de Maximiliano, recibió una habilitación de éste en el borde del área grande local, se hizo un espacio entre dos defensores y de emboquillada al ángulo derecho terminó superando la resistencia de Matías Ibáñez.
Con ese descuento, el conjunto rosarino buscó imitar a Colón, Olimpo y Aldosivi, quienes lo antecedieron en esta instancia de liguilla clasificándose como visitantes.
Claro que esas intenciones chocaron apenas superados los 20 minutos contra la irresponsable vehemencia de Hernán Villalba, el volante que acaba de debutar en el seleccionado paraguayo en estas Eliminatorias Sudamericanas, que por ella vio la tarjeta roja y mutiló las chances de su equipo por empatar.
Pero además resultó extraña la variante ensayada por Lucas Bernardi en la visita, ya que cambió a un atacante como Mauricio Tévez por un volante de marca como Diego Mateo, con lo que ganó equilibrio en el medio pero le quitó vivacidad a la ofensiva, un lugar en la cancha que necesitaba reforzar inevitablemente porque se estaba quedando afuera.
La respuesta de Guillermo Barros Schelotto pasó por una estrategia más cautelosa, ya que obligado a salir Aguirre por una leve molestia física, puso en su lugar a Nicolás Pasquini, un mediocampista original que puede desdoblarse perfectamente en defensa y ataque, al punto que hasta dispuso de una chance de aumentar la diferencia sobre el final tras una falla del juvenil lateral derecho debutante de los rosarinos Jalil Elías.
Pero no estuvo Pasquini y les faltó precisión a sus compañeros para rematar la faena y liquidar un partido que podía haber tenido un final tranquilo y en cambio fue sufrido.
Hasta que Federico Beligoy pitó el epilogo y todos los locales respiraron en Lanús, mientras los de Newell’s, tanto en la tribuna como en la cancha, vivieron la decepción de un cierre de año con balance deportivo desalentador para el club del Parque de la Independencia.