El viernes próximo, en el Polideportivo Serán 9 peleas amateurs. Habrá cuatro pugilistas locales sobre el ring. Kevin Díaz y sus dirigidos hablaron antes de la "Noche de los Puños de Acero III".
La apertura del estadio será a partir de las 21 y las entradas tendrán un valor de 70 pesos -general- y de 100 pesos -ringside-.
"Nos estamos preparando muy bien, ultimando los detalles. Este es el tercer festival que hacemos por este año y queremos que la gente se vaya tan conforme como ocurrió en los anteriores", indica Díaz.
El comienzo del espectáculo está previsto con una exhibición de pequeños que participan de la Escuela Municipal de Boxeo que se brinda en el Polideportivo; más tarde darán inicio las peleas (todas de carácter amateur) entre las que está previsto una de mujeres y las restantes de hombres, entre ellas cuatro púgiles lamatritenses.
Además de Kevin Díaz que protagonizará el combate estelar enfrentando a Facundo "El Zurdo" Matos (Tapalqué), se presentarán Ricardo "Richard" Pavón, Alejandro "El Tigre" Schmidt y Héctor "Kachi" Ledesma que enfrentarán, en todos los casos, a rivales llegados desde Azul.
Junto a los púgiles lamatritenses y azuleños está previsto que se presenten representantes de Necochea, Indio Rico, Tres Arroyos, Gonzales Chaves y Laprida (Jesi Young y Sergio Aravena). También estará nuevamente en La Madrid el africano -radicado en Azul- Ahu Fuchi, que protagonizó un buen espectáculo en la anterior velada del mes de agosto.
El entrenamiento
Kevin Díaz destaca el compromiso de sus entrenados. "Se han preparado con bastante tiempo y por suerte tenemos el Polideportivo para poder practicar de la mejor manera", indica.
Respecto a la semana previa de preparación, el director técnico explica que se hace un entrenamiento aeróbico, con velocidad y evitando hacer fuerza para no desgastar el físico. "La idea es meterse de lleno en la pelea y practicar como si tuviésemos un rival enfrente", detalla.
Pelearle a la vida
Ricardo Pavón debutará en esta oportunidad. "Mi vida era dura y no tenía rumbo, pero quería salir adelante por eso me metí en el boxeo", confiesa "Richard". El joven se acercó a la Escuela y poco a poco fue encontrando una contención. "Pude dejar muchas cosas que estaban mal y voy a poder llegar a donde quiero, y eso me enorgullece", cuenta.
Sobre la pelea, Pavón ya se imagina en la escalerilla y subiendo al ring. A pesar de los nervios se tiene confianza y asegura: "Estoy preparado ara lo que viene".
Junto con él se encuentra Alejandro Schmidt. Será otro de los que por primera vez esté sobre un cuadrilátero. "Hay nervios, porque nunca antes estuvimos con público, pero hay que estar tranquilos y concentrados, pensando en el rival y no en lo que pasa alrededor", menciona.
El juvenil confía en la experiencia de Kevin Díaz al frente de la Escuela de Box e indica que fue quien lo incentivo a comenzar en la práctica. "Siempre me gustó el deporte, pero no tenía un incentivo hasta que un día vine a ver y me dio la oportunidad de arrancar. Ahora vengo siempre, después del trabajo. Es una cosa que me gusta", repasa sobre sus inicios.
Héctor Ledesma ya tuvo su "bautismo de fuego" en el anterior espectáculo. A pesar de haber sido derrotado el "Kachi" sigue entrenando duro y parejo. "He podido entrenar bien y ojalá esta vez me toque ganar", dice con sencillez.
"Estoy muy tranquilo, los nervios ya quedaron atrás igualmente te ronda en la cabeza el momento de subir al cuadrilátero y enfrentar a tu rival porque no lo conozco", completa.
Kevin Díaz escucha atentamente la historia de sus dirigidos. Mientras la música suena de fondo y otro muchacho se prepara para comenzar con el entrenamiento el experimentado boxeador lamatritense asienta con la cabeza lo que mencionan los chicos.
Muchas historias en el boxeo descubren el sacrificio, el coraje y la tenacidad de los deportistas; la mayoría quizá no llegará a ser reconocidos ni obtendrá grandes bolsas de dinero, pero sí dejarán todo de sí arriba de ese cuadrado de algo más de 6 metros por 6 metros. No todos se animan a subirse y los que lo hacen deben ser respetados por ese valor.
"Muchos de los chicos que llegan al boxeo vienen de una vida castigada, pero tienen la fortaleza para sobreponerse", analiza Díaz.
"El boxeo es una pasión que se siente. Uno tal vez nace con esa pasión adentro y después lo prueba; cuando empezás a pelear dejás muchas cosas. Arriba del ring es una competencia individual y hay que dejar todo para brindarse por los que vienen a verte y también por el trabajo que hacés durante toda la semana en el gimnasio, donde sí se comparten cosas con los compañeros y ellos son los que te apoyan desde abajo", completa.
"Se ponen muchas cosas en juego: tu nombre. El que pierde es uno mismo, no es lo mismo que un equipo de fútbol donde la gloria o la derrota recaen entre todos. Acá es uno solo el que está arriba del ring", termina.
