FUTBOL LOCAL. En el Pedro Iriart Legorburu, empató con Sierra Chica y es semifinalista La revancha de los cuartos de final terminó igualada sin goles. La ventaja de dos obtenida en el partido de ida le dio el pasaje a la semifinal al Albiverde. En tanto que, en el "Ricardo Sánchez", El Fortín derrotó 2 a 1 a Estudiantes y sigue adelante en el playoff del torneo Clausura.
Prensa LFO / Especial para EL POPULAR
Los clásicos tienen un sabor especial y más cuando el resultado determina que uno de los dos queda en el camino. Por convocatoria y colorido, Sierra Chica y Atlético Hinojo hace varios años que se han instalado en el centro de la escena del fútbol doméstico.
El único ausente en la fiesta que se vivió ayer en el Pedro Iriart Legorburu fue el gol; ese que Sierra Chica buscó durante una hora y no encontró. Si bien nunca bajó los brazos, después de los quince del complemento el local se sintió inconscientemente derrotado al ver que la fortuna no lo acompañaba al momento de abrir el marcador.
En los primeros minutos los nervios, la presión, la falta de espacios y las interrupciones constantes hicieron que el partido se jugara lejos de los arcos y que cada aproximación nazca de una pelota parada.
Sin generar peligro era Hinojo el que dominaba, porque sus volantes centrales ganaron el medio y los externos la banda. Al local le costaba hacerse de la pelota y cuando lo hacía la perdía rápidamente porque no tenía generadores de juego.
Cerca de la media hora llegó la primera situación de riesgo. Facundo Marinangeli la tiró al área y luego de dos cabezazos Nicolás Vedelini alcanzó a sacarla. La gente y algunos jugadores de Sierra Chica pidieron gol, pero Néstor Amalric y su asistente Kevin Baliño determinaron que el juego continuara.
Hinojo respondió con un disparo de Luciano Alveira, que dio en la base del palo derecho de Diego Berdún, y más tarde el arquero le contuvo un cabezazo esquinado a Lucio Krasser. La última de la primera parte la tuvo Cristian Echarri, quien desde la media luna sacó un remate que buscaba red, pero entre Vedelini y el palo evitaron que se rompiera la paridad.
Para el complemento, José Prevetera dispuso el ingreso de Nicolás Álvarez; con él Sierra Chica pudo tener más la pelota y se paró más adelante. El cambio táctico hizo que Hinojo se desconcertara y el local, que tuvo una clara en la cabeza de Joaquín Torres, lo tuvo acorralado un cuarto de hora.
La ausencia del gol -un problema a lo largo del torneo para Sierra Chica- que le diera vida y el cansancio hicieron que el local comience a perder intensidad, lo que le permitió a Hinojo -no atacó en toda la segunda parte- jugar la última media hora lejos de su arquero.
A poco del final, los de la Capital del Granito Rojo volvieron a llegar con peligro, pero Vedelini y Julio Callegaro evitaron el gol que hubiese servido de premio al esfuerzo.
El pitazo final del árbitro desató la locura del pueblo albiverde, que volverá a tener a su equipo en la semifinal. En el horizonte del conjunto de Miguel Diorio asoma el Club Luján, la sorpresa del torneo que viene de eliminar a San Martín.
El fútbol de Olavarría vivió una nueva fiesta, donde todos -público y protagonistas- entendieron que simplemente se jugaba un partido de fútbol.