BASQUETBOL. Cayó 100 - 87 frente a Tomás de Rocamora por la División Centro Sur del TNA Tras un buen primer tiempo (ganaba 44 a 33), el equipo se cayó a pedazos en el segundo, donde recibió 67 puntos, 38 de ellos en el cuarto final.
Lejos de evidenciar una mejoría ante su gente tras sufrir tres derrotas en fila en sus últimas tres presentaciones fuera de casa, Estudiantes cayó anoche en el Maxigimnasio del Parque Carlos Guerrero ante Tomás de Rocamora de Concepción del Uruguay 100-87 por la División Centro Sur del Torneo Nacional de Ascenso de básquetbol (TNA).
La gira del Bata en sus primeros tres partidos como visitante en la edición 2015/2016 de la segunda categoría del básquetbol argentino había sido con resultados negativos. Anoche necesitaba imperiosamente recuperarse ante su gente, pero repitió los errores que venía cometiendo, más que nada en la parte defensiva en el segundo tiempo, y lo terminó pagando con una derrota dolorosa por la forma en que se dio.
Se sabe que el equipo puede perder porque la División Centro Sur es muy pareja y cualquiera le gana a cualquiera, pero llama poderosamente la atención que un equipo de José Luis Pisani, que hace de la defensa una verdadera fortaleza para elaborar las victorias, reciba en el segundo tiempo la friolera de 67 puntos, 38 de ellos en el cuarto final.
En los últimos tres partidos como visitante, jugando día por medio, sin dudas que el factor físico pudo haber influido, y en forma decisiva, para que el Bata se caiga en los finales de los partidos, pero anoche lo físico no tuvo ninguna influencia.
Se cometieron graves errores de concentración en la parte defensiva, errores individuales y colectivos que derivaron en una debacle basquetbolística en el segundo tiempo, cuando nada hacía suponer que eso podía pasar luego de la disputa de los primeros veinte minutos.
De movida el cubano Yoan Haití se cargó con dos faltas, pero desde el perímetro el Bata empezó a castigar ante la defensa zonal del Rojo uruguayense, anoche vestido de blanco. Diego Figueredo clavó tres triples, pero el equipo se empezó a exceder con los tiros perimetrales y se olvidó del juego interior, donde solamente recibió juego, a cuentagotas, Joaquín Gamazo (6).
El Bata, muy irregular, pasó de 0-4 a 17-10 y de ahí a 17-17 para cerrar el cuarto con una leve ventaja de 3 (20-17).
En el segundo parcial estuvo lo mejor del local, que siguió castigando desde el perímetro. Maximiliano Tabieres (7) y Matías Cuello (2 triples) trataban de mantener en juego a la visita, pero en el Albinegro entraron en escena tres actores ausentes en el primer capítulo: Rodrigo Sánchez (7), Juan Levrino (5) y Yoan Haití (6). Eso sumado a una buena defensa provocó la máxima del Bata (44/33) con todo el segundo tiempo por jugar.
En el tercer cuarto, al local se le desmoronó todo lo que había construido con mucha paciencia en el primer tiempo, ya que dilapidó esa ventaja de 11, perdió el parcial 29 a 18 y entró al cuarto final empatado en 62. Ahí empezaron a sobrevolar en el Maxi los fantasmas de los partidos anteriores.
El equipo lo sintió y se fue desdibujando cada vez más, dejando una muy pobre imagen al cierre. Fueron demasiadas desconcentraciones defensivas juntas para dejar lanzar con libertad a tiradores muy efectivos como Federico Mariani y Matías Cuello (5 de 9 en triples).
Pero lo peor estaba por llegar y vino en el cuarto final, cuando el estadounidense Ronald Foxx II, que no había hecho absolutamente nada, clavó cuatro triples seguidos para quebrar el juego varios minutos antes del epílogo.
La ansiedad se adueñó del Bata, ya que los arrestos individuales de Rodrigo Sánchez y Joaquín Gamazo intentaron poner en juego al equipo, pero sus puntos quedaron sólo para la estadística. El partido ya se había perdido en defensa varios minutos antes.