De Olavarría, la zona serrana y Laprida El lema fue "Mi amistad con Jesús". Concurrieron chicos de 8 a 13 años de las diferentes parroquias de nuestra ciudad, acompañados por catequistas y jóvenes animadores. "Nos colman de alegría y nos incentivan a seguir trabajando", dijeron los organizadores.
Norma Fourcade, coordinadora de la pastoral de la parroquia San Francisco, Hugo Donatelli, profesor San Antonio, y Simonetta Menegatti y Emilia Vales, desde la Comunidad olavarriense de las Misioneras de la Inmaculada Padre Kolbe, contaron la experiencia compartida en la jornada de ayer y rescataron el trabajo junto a los chicos pero también el encuentro entre quienes están desarrollando diversas actividades parroquiales.
La convivencia de niños tenía como tema central "Jesús amigo" y en función a eso se organizaron diversas actividades recreativas y reflexivas. Este tipo de encuentro lo llevan a cabo una vez por año las Misioneras, generalmente en una fecha cercana al día del niño y cuentan con la colaboración de catequistas de la comunidad.
Participaron niños que concurren a catecismo ya sea para recibir su Primera Comunión o Confirmación, de todas las parroquias de la ciudad. También llegó un grupo de Laprida, de Sierras Bayas y de Loma Negra.
"La actividad comenzó con una animación y cantos, luego hubo una presentación de todas las comunidades de donde vienen los chicos, una charla sobre la amistad humana y la amistad con Jesús, trabajo en grupos, una puesta en común de parte de los niños y también de los jóvenes de la Milicia de la Inmaculada y de la parroquia San Vicente que estuvieron ayudando con la animación", comentaron los organizadores. El encuentro incluyó un momento de adoración eucarística y la misa.
"Nos sobrepasó de cantidad de chicos", admitieron. Y mencionaron que "se trabaja con entusiasmo, con ganas, con alegría. Los chicos han respondido muy bien a las consignas y fue muy lindo también que mientras los chicos daban su testimonio de amistad con Jesús, también lo hicieron los jóvenes, las catequistas y los padres", resaltaron.
El encuentro sirvió para lograr "dimensionar la iglesia local. Nos sucede que cada parroquia o cada escuela trabaja con su propia catequesis y esto viene muy bien porque es una puesta en común. Es una excelente oportunidad no solo para conocerse entre catequistas sino también para estar en comunión, para observar la cantidad de chicos que van a recibir el sacramento de Comunión y de Confirmación. Es un lindo testimonio, un buen momento de encuentro, de diálogo, de alegría, de compartir. Y resulta muy muy reconfortante porque se comparte el trabajo y se plasma lo que cada uno viene haciendo", aseveraron, con entusiasmo y con ganas de asumir el desafío de seguir trabajando para estos y tantos chicos más de la ciudad.
"Este tipo de eventos nos invita a pensar cómo aprovechar mejor a estos nenes una vez que tomen su Comunión, cómo hacer para invitarlos a dar continuidad en su formación catequística y dan ganas de hacer estos encuentros más seguido", manifestaron los organizadores.
Es que hay algo que los une más allá de las diferencias de edades y de actividades: "todos queremos seguir a Jesús. Acá estuvimos juntos los niños, los jóvenes, los adultos. No notamos diferencias porque El nos reúne y las edades no existen. Jesús no nos mide por nuestras edades sino por la fe, amor, la esperanza. Es una buena oportunidad para que nos muestre el camino y la vida que debemos vivir", dijeron, al tiempo que agradecieron a los padres que llevaron a sus hijos al encuentro, ya que todo lo vivido "nos renueva las ganas de seguir haciendo cosas".
