FUTBOL

"Tomé el título como un regalo de cumple"

FUTBOL. El olavarriense Ignacio Montoya Carlotto disfrutó el 5 de agosto como un día único e irrepetible Hace un año, Ignacio Montoya Carlotto recuperaba su identidad. Ese mismo 5 de agosto, River se consagró campeón por tercera vez de la Copa Libertadores y el olavarriense recibió la consagración como un regalo.

Javier Torres

[email protected]

Es un apasionado por River Plate. Y como otras tantas personas de Olavarría, el miércoles pasado se empapó de felicidad en el Monumental gritando los goles de Alario, Sánchez y Funes Mori para celebrar la obtención de la Copa Libertadores. El protagonista en cuestión es Ignacio Montoya Carlotto, el nieto recuperado 114, aunque su hallazgo tuvo un tinte aún más emblemático, al ser el nieto de Estela de Carlotto, referente de la lucha por los derechos humanos y presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

Ignacio habló de fútbol con la sección de deportes de diario EL POPULAR. El regalo de cumpleaños, las 70.000 almas bajo la lluvia en el Monumental, el grito de gol, la cábala de la camiseta y Marcelo Gallardo son los puntos salientes de la charla.

-El destino decidió elegir el 5 de agosto para quedar marcado a fuego en tu vida. A un año de conocer tu identidad, el miércoles pasado resultó más único todavía al tener la posibilidad de disfrutar de River campeón de la Libertadores. ¿Ya estás recuperado de tantas emociones?

-Aún no sé si caigo del todo, sobre todo por la Libertadores... (risas), porque las casualidades cuando se vuelven tan evidentes asustan un poco y en realidad ese "julepe" un poco lo tenía yo porque sentía como mío ese partido, más allá de que uno no puede hacer demasiado desde la tribuna más que alentar y gritar como loco. Pero como el 5 de agosto marca como una suerte de segundo cumpleaños tomé este partido y la posterior obtención del título como un regalo de cumple...

-Sobre tu escrito "Las mejores cosas de la vida no son cosas", ¿aquí entran todos los sentimientos que aparecieron la noche del miércoles en el Monumental?

-Sí, entre otras cosas que humanamente significan más, pero en mi visión del fútbol está muchas veces tanto más contemplado el derredor que el hecho en sí, la entrada a la cancha, 70.000 almas ahí comiéndose los codos bajo la lluvia haciendo fuerza con lo que no tenés para que una esfera de cuero de poco más de 21 centímetros de diámetro ingrese a un arco y no al otro y ese paso de la desazón, del error propio, con la alegría del acierto y ni hablar del gol como punto máximo de todo eso contenido, eso no se explica y no es una cosa... pero sin dudas lo mejor de todo es el encuentro con el otro para participar de eso que sucede que es una fiesta, aunque a veces no nos dejen que sea tal...

-"De la nada a la gloria". La frase sirve para titular lo que fue esta suerte de renacimiento de River. ¿Cómo seguiste la Libertadores?, ¿ilusionado o con muchos nervios?

-Yo ya había estado repitiendo la cábala de ir con Maxi, mi amigo, a la final de la Copa Sudamericana. En este momento por cómo se habían resueltos los encuentros anteriores, la Copa en general, estaba más confiado y fuimos con un relajo un poco más grande. Esta Copa para nosotros fue muy accidentada, primero una fase inicial con mal juego y peores resultados, clasificar entre los últimos, gracias al mismo al que le terminamos ganando la final, jugar contra el mejor clasificado, que no era otro que B*** ganarles con todos los inconvenientes del lamentable segundo partido en la Bombonera, luego perder de local con los brasileños y ahí sí... "ya está, quedamos afuera, pero al menos los dejamos afuera a éstos otros…". Y ahí de nuevo el milagro: 3 a 0 en Brasil, luego la semi un poco más tranquila y la final contra Tigres que se gastó una fortuna en refuerzos... Pero esta suerte de mística copera que tiene este equipo nos terminó regalando una alegría enorme.

-¿En qué momento intuías que podían ser campeones después de 19 años?

-Un poco antes del gol de Alario, no sé por qué pero en el cuerpo me sucedió algo que me puso más tranquilo. Ese ladrillo que tenía en la boca del estómago se esfumó y al instante el gol y ahí sí... a festejar y a ser felices.

-La última vez que River consiguió el título intercontinental eras una adolescente. ¿Ahora cómo adulto, tiene otro sabor?

-Sí, era adolescente, y además el contexto era completamente distinto no vas a comparar mirarlo por TV en Sierras Bayas a verlo en la tribuna, verdaderamente estar ahí es incomparable.

-En poco más de un año, Marcelo Gallardo llevó a un plantel a coronarse campeón de todo torneo continental que se le cruzó por delante. ¿Como hincha de River tu agradecimiento será eterno hacia el Muñeco?

-Hay un gran mérito en Gallardo, sin dudas... El vino luego de un técnico que tiene mucho peso dentro del mundo River como es Ramón (Díaz) y todos pensaban que si no se daban resultados rápidos enseguida iba a estar el clásico "Ramón, Ramón" desde las tribunas. Pero el equipo funcionó muy bien rápidamente y no sólo con juego, sino que además con resultados plasmados en títulos. Me gusta además como ha logrado que el equipo sea confiable y versátil, pero no en los sistemas de juego que emplea solamente sino porque sabe cuándo hay que raspar un poco y cuándo hacer unos cuantos pases seguidos y que el arquero contrario la saque de adentro... Pero todo esto, como me lo supo decir D’Onofrio muchas veces, depende de que la pelota pique y en lugar de ir afuera simplemente entre...

-Justamente el presidente D’Onofrio te homenajeó con la camiseta de la banda y la inscripción 114. ¿Hoy a esa casaca la tenés en un cuadro o la llevás puesta a la cancha?

-Esa camiseta es muy importante para mí y es una cábala que mantendré por mucho tiempo, siempre voy con esa y todas las veces que fui con la #114 siempre ganamos… no creo en esas cosas pero que las hay, las hay...

Ver más:
Ultimas Noticias
Otras Noticias