FUTBOL LOCAL. Estudiantes le ganó 4 - 2 a Loma Negra con chispazos excepcionales del lapridense
Estudiantes tiene plantel como para erigirse en el gran candidato a ganar los campeonatos que se jueguen en 2008 por estas tierras, pero además cuenta con un jugador que se escapa del contexto: el exquisito zurdo lapridense Juan Manuel Bordaberry. Dos genialidades le simplificaron las cosas a los bataraces, que salieron a buscar esa victoria que le permitiera superar a Ferro en la tabla para encarar la última fecha con medio título en la mano, y a los 10'' tenían casi todo resuelto.
El resto fue dejar correr la pelota y los minutos hasta el final, y se concretó con una dosis excesiva de individualismo que le impidió ganar con cifras más apropiadas para las diferencias que existen hoy entre Estudiantes y Loma Negra. En su primera aparición de la mañana, Bordaberry tomó la pelota en tres cuartos de cancha, algo recostado por la izquierda, le apuntó al corazón de la defensa de Loma Negra, dejó el tendal con la pelota pegada a su botín izquierdo y cuando Milé pretendió achicarle el ángulo de disparo le picó la pelota sobre el cuerpo. Primera maravilla.
Pocos minutos después tiró una pared con Mauro Giunta por el mismo sector, aunque contra la banda, antes de la última recepción contó con una gran ayuda de Mayoz (se abrió de piernas y descolocó a los defensores) y los últimos 20 metros fueron un solo del lapridense: metió la diagonal para el medio, desparramó a todos los que se le cruzaron y definió abajo, contra el palo izquierdo. Segunda maravilla.
Después Estudiantes se durmió y durmió el partido, porque Loma no tenía armas para complicar. Perdió precisión, la pelota dejó de pasar por Bordaberry, y no le bastaba el prolijo trabajo de Diego González, ni con las corridas de Tessitore en la derecha para transformar en hechos esa potencial superioridad. Tuvo que aparecer otra vez Bordaberry. Le puso un precioso centro desde la izquierda en la frente a Peralta, y cuando el goleador iba a facturar Maggi lo cargó desde atrás. Penal, derechazo del "nueve" a la derecha de Milé y a cobrar.
Estudiantes tiene sus siestas, aún en el final de las mañanas. Las tuvo fechas atrás ante Racing y El Provincial. En tiempo de descuento del primer tiempo se desconcentró y Maggi, después de enganchar en la derecha y meterle un caño a Mauro Giunta, clavó la pelota en el segundo palo con un lindo zurdazo.
Diferencia exigua que Estudiantes trató en volver a extender. Contó con muchos espacios para correr por los costados, con Tessitore de un lado y Bordaberry en el otro, pero falló siempre en la última decisión. A pesar de tantas corridas prometedoras, el cuarto llegó con pelota parada. Tiro libre de Mayoz por arriba de la barrera, que pegó en la parte de abajo del travesaño antes de meterse.
Torrisi hizo los cambios, Bordaberry y Giunta se tomaron descanso para el "tiqui - tiqui", Mayoz terminó empecinado en hacer otro gol, y los últimos minutos fueron burocráticos, hasta para Cendra, que dirigió toda la mañana con displicencia (más bien que mal) y lo terminó casi un minuto antes.
Antes el pibe Barraza metió una pelota en cortada para Mariano Rode, que tomó a medio camino a Violante y lo batió desde afuera del área. Objetivo cumplido para Estudiantes, que ganó y el campeonato le quedó a merced. Pero hay que pedirle más, porque tiene plantel. Y porque lo tiene a Bordaberry.