De visita a General La Madrid, Ricardo Daniel Bertoni pasó por Olavarría El crack rojo y de la selección nacional en la década del 70 hizo un repaso de su época. Su carrera en Italia, su paso inolvidable por la camiseta nacional, el Mundial 78, y trazó un diagnóstico acerca del presente de la entidad de Avellaneda.
Daniel Bertoni pasó por Olavarría y se quedó unas horas, como aquella vez de hace cuatro décadas cuando llegó con la selección juvenil argentina, y metió con pelota y todo al "Loco" Leal en uno de los arcos del Parque Carlos Guerrero; o aquella otra un par de años más tarde, que lo contó como actor central en la goleada de Independiente a la selección de la LFO en el "Buglione Martinese", por entonces "Ignacio Zubiría".
"Sé que vine a Olavarría, me había olvidado de esas jugadas en particular. ¡¡¡Si me tuviera que acordar de todo...!!! El otro día publicaron que un amistoso hice cuatro goles contra la Liga de Quito en la altura y para mí ese partido no existía, je. Pasan tantas cosas en la vida, y yo jugué casi 17 años en el primer nivel internacional" recordó.
Compartió el viernes a la noche una cita de hinchas "rojos" en General La Madrid, y no podía desestimar una invitación para seguirla con un generoso y bien regado matambre relleno en la casa de su amigo Julio De Felice, junto con otro amigo de por acá cerca, el hinojense Luis Maitini.
Ese hombre hoy entrado en kilos fue un fenómeno de su época, que hacía todo bien en todo el frente de ataque: técnica excelsa, remate impresionante con las dos piernas, rápido, potente, con gol. Un Cristian Ronaldo sin tanto gel, menos marketing y con algunos kilos más.
"No se puede comparar. Muchos hablan de fútbol moderno y cuando les pregunto qué es no me saben responder; no sé si lo dicen porque corren, pero corren más, no son más rápidos, porque en nuestra época había jugadores muy veloces y números cinco que se aguantaban el mediocampo. Ahora ponen dos. Va a ser otra cosas cuando se juegue con una pelota cuadrada, achiquen la cancha o agranden los arcos; todas pelotudeces. Los grandes jugadores juegan en todas las épocas" afirmó
Ricardo Daniel Bertoni, el bahiense que al año de vida se radicó en Quilmes, pero es prócer en una parte de Avellaneda, jugó dos mundiales, estuvo diez años en Europa cuando algunas fronteras estaban cerradas y en otras se abrían sólo para dos extranjeros por equipos. Sevilla, Napoli y Udinese fue sus equipos alrededor del Mediterráneo. Hizo casi doscientos goles, como para terminar una pintura sobre su carrera.
"Lloré mucho el descenso, porque me acordaba de cuando iba con mi viejo en la cancha a ver la época gloriosa. Lo dijo un año antes y muchos me atacaron. Me pone bien que Independiente hoy esté en Primera, que sea protagonista, pero no es EL protagonista. Hablan de que la mística se está recuperando, pero esa mística nació antes de que yo llegara, con los brazos en alto de Maldonado, las cuatro copas Libertadores seguidas que ganamos nosotros, la Intercontinental y las dos Interamericanas. No es fácil; ¿algún otro equipo lo volverá a hacer? No creo. Hoy algunos equipos que juegan la Copa Libertadores son vergonzosos" reflexionó.
De la vida institucional de un club que fue ejemplo y se arrastró en el barro. "Una vez me postulé para ser presidente, aposté por una unidad, pero no pude presentar una lista. Hay mucha miseria humana y la miseria humana se nota en Independiente. Hoy el fútbol es un negocio puro, en todo. A veces hay jugadores del club que son mejores que los que llevan y termina jugando el de afuera para justificar el dinero gastado y terminan arruinando a un juvenil que puede representar muchos recursos para el club. Tendrían que rearman al sector juvenil, llevar gente por capacidad y no a la misma gente que pasó y no dejó nada" lamentó.
Bertoni tuvo una columna en Diario Popular para Brasil 2014, estuvo en la final de Maracaná llevado por una multinacional japonesa. "Fue un campeonato parejo y siempre llegan los mismos. Sufrimos bastante, pero llegamos a la final después de tantos años, que es importante. No es poco ser segundo en el mundo, aunque el señor Bilardo dice siempre que de los segundos nadie se acuerda, no vale nada, pero el que haya jugado al fútbol sabe lo difícil que es llegar a una final de la Copa del Mundo. Pero él cree que inventó la pelota, dejó instalada esa idea en alguna gente, pero es negativo pensar que sólo vale el primero, aunque sea del que más se acuerdan".
Compartió la cancha con Bochini y con Maradona. "En algunas jugadas me quedaba mirando, porque cuando agarraban la pelota y se ponían a gambetear uno no sabía con qué podían salir. Lo mismo me pasaba con Platini, con Antognoni, con otros grandes jugadores de mi época".
Bertoni, un grande, que también hizo parar de los asientos a multitudes para verlo jugar.