Columna del Bloque de Concejales de la Unión Cívica Radical
"Hace más de cuatro años que los ciudadanos comunes, libres e independientes vienen pidiendo por un juez de Paz para Laprida. No podemos ni creer ni aceptar bajo ningún pretexto, menos con mentira, soberbia y por qué no corrupción, que se nos imponga a dedo y por amistad un juez de Paz trucho.
"En diciembre de 2012, cuando el Senado Bonaerense, a través de la Comisión de Acuerdo y Evaluación, convocó a varios abogados que estaban a la espera de su designación para juez de Paz, también fue convocada la Dra. Marina Saint Martín, quien había aprobado todas las instancias del concurso llamado por el Consejo de la Magistratura para el cargo de juez de Paz de Laprida.
"En aquel momento, 13 de diciembre a las 23.50, José Cantero desde la ciudad de Bolívar publicaba en su blog de TN y la Gente que ‘La senadora provincial Silvia Pérez frena la designación del juez de Paz de Laprida’. Pocos le creyeron.
"Algunas horas antes de esa publicación en el mismo Senado Bonaerense irrumpió la senadora Pérez convocando ‘de urgencia’ a todos los senadores del FPV y de esta forma impedir que la Comisión siguiera funcionando y tratara el pliego de la Dra. Saint Martín.
"En esa Comisión Evaluadora estaban Carolina Szelagowsky, del massismo de Olavarría; el senador Carlos Fernández (UCR); el senador Aníbal Assef (Pro - Moreno); el Dr. Sergio Volante, presidente del Colegio de Abogados de Azul; Meckievi (senador peronista, que quizá no se acuerde -son todos iguales-); senador Carlos Fernández (Tandil); y alguien un poco más cercano a Laprida que no estuvo presente pero sabe de esos manejos es el ex juez de Paz de Benito Juárez, Dr. Oscar Ceferino Zabalza, quien viene denunciando algo parecido a lo de Laprida en su propia ciudad.
"Hoy tenemos más pruebas de las artimañas del FPV y no sólo tenemos pruebas, sino que también tenemos una gran preocupación, porque así comienza a corromperse un pueblo. Cuando el poder político se inmiscuye en el Poder Judicial corrompe las instituciones. Corrompe lo que toca. Corrompe la democracia.
"Estamos ante la posibilidad de la designación de un amigo o amiga del gobierno municipal. A pedido y ayudado por el gobierno municipal, amparado por una legisladora que fue electa para trabajar en beneficio de la democracia, en el cuidado de la libertad e independencia de poderes y más aún en preservar la legalidad y la transparencia que debe existir en una democracia plena. Nada de esto ha hecho la senadora Pérez por orden de su jefe político el intendente Fisher cuando corrompió el libre y normal funcionamiento de una comisión democrática.
"No somos ‘inocentes’. Como ciudadanos nos corresponde reaccionar. Como políticos nos corresponde hablar, hacer visibles las circunstancias que en este caso son innumerables; no estamos haciendo política partidaria, sino que estamos pidiendo, exigiendo, que se respete la libertad del Poder Judicial, la constitucional división de poderes. Fisher es el culpable de la corrupción. La senadora Pérez también. Los concejales del FPV por su acción (llamarse a silencio) son cómplices de un atropello al Poder Judicial.
"Cuando el poder político, el intendente Fisher, se inmiscuye descaradamente en el Poder Judicial, empiezan a suceder cosas preocupantes que no tienen un punto máximo, que no tienen límite más que el que el pueblo le imponga. Necesitamos como pueblo reaccionar ante tamaño descontrol y discrecionalidad del Frente para la Victoria, del intendente municipal de Laprida Alfredo Fisher.
"Aunemos voluntades en contra de la discrecionalidad política, a favor del respeto a las instituciones y de que sea nombrada jueza de Paz de Laprida la Dra. Saint Martín, quien ganó en buena ley el concurso. Hagamos docencia en la calle, en la escuela, en la frutería, en el banco, en todos los lugares donde alguien no sepa de este avasallamiento del intendente Fisher.
"Y en los lugares que sepan para que reaccionemos como sociedad sobre que la corrupción no sólo es quedarse con dinero o aceptar dinero que no corresponde. Corrupción también es alterar de manera voluntaria y maliciosa el normal funcionamiento de las instituciones de la democracia. Cuando hay corrupción en la Justicia, esta pierde sentido de existencia porque nos cuesta creer en la objetividad, en la transparencia y la lealtad de los hombres y mujeres que deben hacerla cumplir".
