Hubo más de 400 productores Los sectores agropecuarios de Laprida y La Madrid se expresaron fuertemente ayer. Cortaron las rutas 51 y 86 que unen las dos ciudades. Más de 400 personas, entre productores, comerciantes y profesionales del sector, se juntaron ayer para repudiar las medidas gubernamentales.
LAPRIDA / Agencia
Más de 400 personas, entre productores, comerciantes y profesionales del sector, mujeres y familias del campo de Laprida y General La Madrid, por espacio de dos horas y de manera pacífica se manifestaron ayer contra de las medidas tomadas por el Gobierno Nacional, realizando cortes parciales de las rutas 51 y 86 que unen Laprida con La Madrid y Olavarría con el sur argentino. La convocatoria sorprendió gratamente y marco una fuerte rebelión por parte del sector productivo del centro de la provincia.
Desde temprano la soledad habitual del citado tramo se vio alterado por el arribo de productores y dirigentes de las sociedades rurales de Laprida con su presidente, Mario Alberdi; y su vicepresidente, Mario Conlon, quien es además tesorero de Carbap; y de General La Madrid con su titular, Guillermo Gómez; así como la presencia de miembros de la Comisión Directiva de ambos entes ruralistas y del presidente de la Cámara Comercial e Industrial de Laprida, Gustavo Pascual.
El corte, llevado a cabo con total calma, no generó ningún tipo de incidentes o enfrentamiento de los productores con los transportistas y automovilistas, dado que en la mayoría de los casos los conductores, además de su buena predisposición, fueron recibidos por productores y dirigentes ruralistas que iban recorriendo la línea de vehículos, charlando con la gente para hacer conocer los motivos de la medida y entregando folletos informativos donde dejaban claramente expreso que las retenciones "no le dan de comer al pueblo. Se las come el gobierno. Por eso protestamos", adjuntando una foto de Cristina Kirchner de amplia sonrisa, cortando un clásico bife de chorizo argentino.
El corte se inició 17 minutos después de las 10 de la mañana y se extendió uno minutos después del mediodía cuando se desató una lluvia pertinaz. La detención fue simbólica ya que los dirigentes acordaron cada 15 minutos liberar el tránsito para evitar la aglomeración de gran cantidad de vehículos, teniendo en cuenta la hora pico del tránsito a esa altura de la mañana. Existieron excepciones para aquellos vehículos cuyos conductores justificaban una urgencia de horarios para trámites oficiales o de salud, docentes y médicos.
La medida irritó e incomodó en menor grado, ya que de alguna forma la breve espera permitía cambiar la yerba del mate, tomar aire, estirar un tanto las piernas y otros entablar más en profundidad el encuentro con los productores e interiorizarse de los reclamos.
