Magnífico show aéreo y acrobático en el Aero Club Laprida
Asà de cerca y juntos volaron los dos aviones en gran parte de las coreografÃas.
Los dos aviones dibujando una silueta en el azul de un cielo diáfano.
El festival contó también con la presencia de un planeador de la ciudad de Gonzales Chaves.
Laprida pudo el fin de semana disfrutar de un show combinado de música y acrobacia que además de ser único en el país, maravilló a los más bajitos y emocionó a los grandes, ratificando aquello que en la Argentina o en nuestro pago chico se puede soñar con imposibles.
El equipo llegó con dos pilotos, su director, el carismático César Falistocco de la ciudad de Tandil, y el piloto acrobático Dino Moliné de apenas 20 años nacido en Teodelina, provincia de Santa Fe, asistido por sus mecánicos e ingeniero de vuelo.
"Déjense llevar, súbanse con nosotros y si la imaginación les dice que han visto un corazón en el aire dibujado con el humo, es vuestro corazón que nos está acompañando", dijo Falistocco desde el aire y desde la cabina del Rans a segundos de iniciar las "coreo". Sonorizado de manera brillante desde el piso con Libertango y el Ave María en la segunda parte del show, la emoción se introdujo en la piel del numeroso público que colmó el predio y acompañó este gran emprendimiento dirigencial del Aero Club Laprida, del comercio y municipio local.
Dino Moliné tiene apenas 20 años y vuela por una tradición familiar traída de su padre desde la cuna y ahora "juega en el cielo con dos aviones". Desde hace tres años es piloto privado y dos que está en el equipo de acrobacia. El show tiene una coordinación previa y durante el vuelo "nos vamos hablando por radio y César diseña las maniobras" cuenta con mucho de naturalidad y sonriendo.
Ratificando ese pensamiento "que volar es como el mar, si te confías te ahogas". Dino entiende que hay que respetar al avión y hacer lo que el avión pueda hacer.
El creador del Equipo Rans César Falistocco habló también con esta Agencia para contar que el ofrecimiento desde el aire es brindar "un baile con dos aviones y darle la excusa a la gente para que levante la vista y por una vez no lo hagan rogando o maldiciendo, sino que disfrute mirando al cielo, algo que nos está costando mucho en estos tiempos", señaló.
"No hay diferencia entre lo que yo hago y un albañil terminando de montar un techo", dijo en franja de comparar y minimizar riesgos, y al analizar que "si el albañil se equivoca se golpeará y yo también".
La escuadrilla Rans surge por una razón de cambiar el anterior concepto de los show acrobáticos que era mostrarle al resto de los pilotos cuanto perfecto se vuela y las posibilidades del avión ."No podemos hacer un show para cien pilotos y dejar de lado 5 por 6 mil personas. Ahí empecé con el avión a armar las coreografías con música y una carga emotiva". Y lo logró, dicho esto a partir del comentario y las sensaciones que dejó esta vez en tierras lapridenses.
Otro aspecto a destacar del show, fue la visita de un equipo de paracaidismo de la ciudad de Bahía Blanca dirigido por el instructor Guillermo Gorg, quienes ofrecieron la posibilidad de realizar saltos de bautismo, del Club de Aeromodelismo del Aero Club Cruz del Sur de la ciudad de La Plata y del Club de Planeadores de Gonzales Chaves.
