Entrevista a Hernán Brienza El periodista visitó La Madrid y brindó una charla. Habló sobre la actualidad de la profesión y las últimas novedades políticas.
Brienza, enrolado en las filas nac & pop, es columnista en Tiempo Argentino y en Radio Nacional. Trabajó en los diarios La Prensa, Perfil y Crítica, y además es autor de varios libros.
-¿Qué análisis hace del periodismo argentino?
- Creo que después de muchos años ha logrado mirarse a sí mismo y está en pleno debate sobre cómo se hace la profesión.
Hoy directamente se miente la información y ese es un elemento que no había aparecido antes.
Anteriormente había habido ocultamientos y miradas ideológicas pero nunca había pasado que mintiera y contara algo que no es. Eso empobrece bastante las formas de hacer periodismo.
-¿Por qué ha aparecido esta cuestión?
- Es muy complejo. El enfrentamiento entre el grupo Clarín y el gobierno nacional llevó a que gran parte del periodismo mintiera descaradamente, que es lo que hace el grupo Clarín.
Hay otros medios de la oposición que llevan adelante un periodismo más acotado, más racional que, aunque tienen una mirada opositora, no comete los errores y la ruptura de los contratos de lectura con sus propios clientes. Vos podés dar tu opinión y la información sesgada pero no se puede mentir.
Cuando se miente descaradamente y una gran parte de la población la compra, se hace cargo y en alguna manera se hace cómplice se complejiza mucho más el discurso mediático. Uno tiende a pensar que la sociedad es engañada por el discurso mediático pero creo en realidad que la sociedad compra ese discurso.
El periodismo que defiende a los gobiernos está marcado como ideológico y tendencioso, también que de alguna manera oculta cosas. Ocultar no es mentir.
Cuando hay gente que fue secuestrada y torturada en un centro clandestino de detención y vos decís que cayó en un enfrentamiento, estás mintiendo.
Vos podés hablar de los secuestros pero lo que no podés hacer es mentir sobre los secuestros. En los últimos años ha habido una operación similar; hay medios de comunicación que por afinidad con el gobierno no dicen algunas cuestiones.
-Esto ocurre porque la gente lo consume…
- El elemento nuevo es que algunos medios de la oposición mienten. Contrariamente uno estaba acostumbrado a creer que eran los medios del poder político los que mienten, sin embargo los medios privados han demostrado que mienten igual o muchísimo más que los medios oficiales.
La sociedad elige consumir esos medios por varias razones: por una cuestión ideológica, porque es una sociedad que sospecha que el medio opositor va a contar algo que no cuenta el oficialismo, y es parte de la regla del juego.
Pero también hay una complicidad ideológica y sabiendo que mienten igual se consumen.
-¿Pero no es peligroso omitir ciertas informaciones?
- Sí. Nosotros habíamos tenido la experiencia donde se omitían ciertas informaciones; en todos los gobiernos y en todo el mercado periodístico hay algunos que asumen el rol de defender al gobierno y omite algunas cosas. Siempre ha estado presente y es innegable, el problema es que no nos habíamos dado cuenta del rol de los medios privados.
Cuando un medio privado aprieta al poder político para sacar no sólo información sino también beneficios propios; cuando un medio privado, por más chico que sea, opera sobre la pauta publicitaria y los concejales y las fuerzas vivas de una sociedad también está haciendo un juego político.
Hasta ahora los medios privados permanecían como "intocables" y eran parte de la sociedad civil, que representaban al ciudadano de pie.
Desde hace algunos años ha quedado demostrado que los medios públicos en una ciudad pequeña, hasta los grandes medios de comunicación, juegan su propio partido económico y político y hacen jugar a los periodistas a favor de ese partido económico.
-¿No cree que se pone a todos los periodistas o medios en la misma bolsa?
- Todos somos víctimas de una generalización, sean opositores u oficialistas. Tiene que ver con el juego de blancos y negros que se instaló desde hace un tiempo en el país.
-¿Hay algún modo de superar esa generalización?
- Es difícil… una vez que se ve que el periodismo no tiene que ver con lo heroico y con lo épico sino que está atravesado por miles de intereses, es muy difícil volver a decir que es un lugar de independencia y objetividad.
Para mí es una buena noticia porque esos sectores de epicidad, objetividad e independencia no existen.
El periodista votó a alguien y para mí es una falta de respeto que no diga por quién lo hizo porque se está omitiendo al lector la posibilidad de saber qué se piensa y desde qué lugar se escribe. Cuando uno omite su propia identidad comienza el engaño de la independencia y la objetividad.
La independencia y la objetividad (de los medios y los periodistas) no existen. Lo que reclamo es que digan para quién juegan porque es lo más honesto.