"Un árbol que cumple función ornamental o produce sombra no tiene que ser podado" dijo Ana Geoghegan Desde el Área municipal de Espacios Verdes sostienen que "ningún árbol naturalmente necesita ser podado". Las intervenciones previstas y las recomendaciones de la arboricultura moderna.
La intención del Municipio es reducir la poda a casos de necesidad, como lo vienen haciendo en los últimos años. "Un árbol que cumple función ornamental o produce sombra no tiene que ser podado. La poda no es un proceso natural, por lo tanto puede considerarse una agresión al árbol" subrayó la paisajista. Es que cuando las especies vegetales han sido correctamente elegidas y plantadas en el sitio adecuado no lo necesitan pues no provocan daños ni molestias.
La funcionaria señaló que la arboricultura moderna dicta que un árbol se plante con la mejor técnica disponible dependiendo del tamaño de la planta al momento de la plantación. "Un árbol de la especie y calidad correctas y ubicada en el sitio adecuado, debe plantarse correctamente" reforzó Geoghegan para agregar que se recomiendan 10 pasos para asegurar el éxito de la plantación.
"La tendencia observada es que cuando son chicos se planta sin respetar las distancias de plantación y, después, de adultos se mutilan" sostuvo aunque más adelante tuvo en cuenta que "hay situaciones que heredamos donde hay especies muy grandes para el sitio con el que se cuenta ya sea en altura, espacio entre obstáculos (columnas o puertas) o raíces muy desarrolladas que invaden domicilios. Allí se debe recurrir a actividades de intervención por razones de seguridad y sanidad".
Clasificación
La poda es una práctica que tiene que resultar de un motivo válido con lo cual "debe conocerse qué se quiere lograr con esa tarea" afirmó Ana Geoghegan para explicar los tipos de poda. Diferenció la poda de formación, de los casos de árboles adultos y de la poda basal para elevar la copa en un árbol de sombra.
La poda de formación se realiza en los árboles jóvenes con el propósito de ir formando su copa a determinada altura, no menos de 2,50 metros desde el suelo. En general esta práctica es realizada en los viveros pero el árbol joven tiende a largar brotes a lo largo de su fuste. Con los ejemplares adultos se suelen realizar podas de rutina para sacar ramas débiles, enfermas o muertas; o se entresacan ramas para aumentar la penetración de luz y el movimiento. En cuanto a la poda basal, lo que se busca es quitar las ramas más bajas para mantener limpio el fuste. Este tipo de poda se realiza en zonas donde las ramas deben tener una altura determinada para librar el paso peatonal y vehicular.
Los factores que condicionan la futura adaptación de los árboles a su entorno, su desarrollo y su sanidad son la concepción de los espacios plantados, la elección de especies, la plantación y el cuidado dado a la formación en vivero en sus primeros años. De esta manera se determinará la necesidad o no de poda. "Es decir que elegir bien, plantar bien y formar bien son las condiciones esenciales para no podar" remarcó la titular de Espacios Verdes.
Consideró que "la poda puede ser peligrosa para el árbol, ya que puede causar daños y riesgos importantes que aumentan cuando no se dominan correctamente las técnicas".
Igualmente, tuvo en cuenta que "en árboles adultos a veces es inevitable cortar una rama que genera un peligro" aunque manifestó "hay que evitar el desmoche, tronchar una rama gruesa en algún punto de su longitud. Esto daña al árbol, produce heridas que no cierran y por donde entran pudriciones y enfermedades".
Las buenas técnicas de corte preservan la salud del árbol, ya que una poda mal realizada puede ser lo más dañino. En este sentido, Geoghegan recomendó "conocer la anatomía de los árboles y los mecanismos biológicos ayuda a obtener las mejores garantías de curación".
Extremo
La Municipalidad de Olavarría prevé sanciones para los casos de poda extrema y el año pasado fueron denunciados (ver aparte). "Es la práctica más dañina para los árboles" sostuvo la funcionaria e indicó que "a pesar de que en los últimos años se han explicado los efectos adversos aun sigue siendo una práctica común en la ciudad".
"Es la poda indiscriminada de las ramas que pretende la reducción del tamaño de los árboles" definió para apuntar que "la poda extrema causa estrés en los árboles. El descopado reduce la copa entre 50 y 100%. Al ser allí donde está la fábrica de alimentos el árbol pasa hambre temporalmente. La gravedad de la poda estimula un tipo de mecanismo de supervivencia. El árbol activa yemas latentes, provocando un rápido crecimiento de múltiples brotes debajo de cada corte, llamado efecto escoba. El árbol necesita producir una nueva generación de hojas tan pronto como sea posible. Si no posee reservas energéticas se debilitará gravemente y puede morir. Al estar en estrés es más vulnerable a las enfermedades y a las plagas. Además las múltiples heridas exponen a los ataques de los patógenos y el árbol carece de energía para sellar químicamente esas heridas".
La poda extrema produce decaimiento y resulta costosa. "El árbol está diseñado naturalmente para cerrar las heridas siempre y cuando sea sano y las heridas no sean grandes y numerosas. El costo de la poda no se limita a lo que se gasta en el momento de realizarla: si el árbol sobrevive necesitará otra poda en poco tiempo" por lo que agregó "la poda extrema es una práctica que exige gran mantenimiento" agregó. Al mismo tiempo la funcionaria señaló que esta práctica "afea los arboles ya que pierden su estructura natural. La ramificación es una maravilla biológica, los árboles presentan gran variedad de formas y hábitos de crecimiento, todos ellos con el objeto de exponer sus hojas a la luz solar".