BASQUETBOL. Víctor Fabián Baldo, actual jugador de Del Acuerdo de San Nicolás Por estar lesionado, el jugador que cosechó varios títulos con Estudiantes no se sabe si podrá estar el sábado ante Pueblo Nuevo por el Torneo Provincial de Clubes.
Víctor Fabián Baldo nació en San Nicolás el 4 de marzo de 1977. Este ala pivote de 2 metros de altura está jugando el último tramo de su brillante carrera deportiva en el club Del Acuerdo de San Nicolás, equipo que participa en el Torneo Provincial de Clubes de Básquetbol y que el próximo sábado a las 21 visitará a Pueblo Nuevo en el gimnasio "Juan Manolio" en el inicio de la serie de playoffs -al mejor de tres- por el tercer y cuarto puesto del certamen que organiza la Federación de Provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, el nicoleño, que ayer cumplió 37 años, arrastra una historia muy fuerte que lo une con Olavarría, ya que entre 1998 y 2001 jugó en Estudiantes durante la época dorada del equipo bataraz en la Liga Nacional y -además de sumar títulos- a base de juego, garra y entrega se ganó la admiración y el respeto de todos los olavarrienses, que guardan un imborrable recuerdo de él.
Tras disputar en la Liga Nacional 4 temporadas en Regatas de San Nicolás y 3 en el Bata, Baldo emigró a España, donde estuvo 11 años jugando en Alicante, Gran Canaria, Valladolid, TAU Cerámica y Burgos, antes de regresar a la Argentina para fichar en Estudiantes de Bahía Blanca y recalar finalmente en Del Acuerdo, el club que lo vio nacer.
En el Bata ganó dos Ligas Nacionales, además del Panamericano de Clubes y la Liga Sudamericana, aunque todos recuerdan aquel 25 de mayo de 2000, cuando Estudiantes se coronó campeón por primera vez de la Liga Nacional al derrotar en el Gran Gimnasio en el séptimo juego a Atenas de Córdoba en un partido en el que el nicoleño fue decisivo en el cierre junto con Nicolás Gianella. Por eso la posibilidad de volver a Olavarría no le pasa inadvertida, ya que por estos lugares se lo recuerda de la mejor manera.
-¿Qué te genera la chance de volver a Olavarría?
-Por supuesto que para mí Olavarría es una ciudad muy especial, con muchísima gente querida que atesoro. Ya la he visitado varias veces, así que cada vez que me toca ir me siento muy bien. Es un poco rara esta circunstancia, pero estaría encantado de poder ir el sábado si es que la lesión que tengo me lo permite. Sería bárbaro.
-Está en duda tu presencia el sábado por una lesión ...
-No sé en qué grado de importancia está la lesión que arrastro. Por ahora estoy haciendo reposo absoluto, después me haré los estudios necesarios para valorar el grado de la lesión y a partir de ahí ver lo que se puede hacer o no. Si vale la pena arriesgar o no. Ya lo veremos.
De acuerdo con lo que se programe en la recuperación, hay que ver si es beneficioso o no hacer las horas de viaje o quedarme en San Nicolás haciendo la recuperación con el kinesiólogo.
-¿Qué fue lo que te pasó en el último partido ante Gimnasia?
-A lo largo de la temporada tuve una contractura por tener muchos minutos y mucho protagonismo en cancha, a lo mejor más de lo esperado jugando en el club de toda mi vida. Era una contractura en un aductor, pero nada, siguió por unas semanas.
Esta vez fue un pinchazo agudo y fuerte en un gemelo al principio del tercer cuarto del partido decisivo del pasado sábado ante Gimnasia de La Plata y, como estábamos jugándonos la posibilidad de llegar a la final y con ello la posibilidad del ascenso directo al Torneo Federal, arriesgué un poco en el final y terminé jugando en una pierna.
Eso me lleva que a lo mejor no pueda estar el sábado en Olavarría o no esté en las condiciones mínimas necesarias para afrontar el juego ante Pueblo Nuevo.
Ahí hay que valorar si viajo o no viajo, si me cambio o no me cambio. Todavía no sé que va a pasar. Hay que ver si el viaje suma o no, si puedo tener minutos en cancha. Si no es así, el tema de apoyar al equipo estando ahí es realmente valorable frente a tomar esos dos días como recuperación y no tener un viaje en minibús, que son 6 horas de ida y 6 de vuelta. Me encantaría estar ahí en lo personal. Cada vez que voy a Olavarría me lleno de emoción porque me reencuentro con mucha gente querida. Pero analizándolo desde el punto de vista de la lesión está bastante difícil.
-¿Cómo se dio tu llegada para jugar en Del Acuerdo el Torneo Provincial de Clubes?
-Yo empecé a hacer cosas por afuera de lo que es el básquetbol profesional y en ese sentido, al estar en San Nicolás, pude ver el trabajo que están haciendo los dirigentes en Del Acuerdo, que es buenísimo. Es el club que me vio nacer, el de mi barrio. Pero tiene muchas actividades, no es sólo básquetbol. Se empezó por mejorar la estructura y se están haciendo muy bien las cosas.
A veces se juntan algunos jugadores y se arma un equipo de básquetbol para ascender y sobre la marcha se ven muchos problemas. Acá se hacen las cosas muy bien y yo me acerqué antes de que surgiera la chance de jugar.
Después, al ver que se estaba trabajando tan bien, pensé en devolverle algo a la institución de lo que me dio cuando era chico. Esta claro que mi decisión no es estar jugando en Del Acuerdo en forma profesional.
Lo noté así. El club piensa en seguir creciendo y no pone como excusa la actualidad económica ni nada de eso. Siempre va para adelante. Es el lugar desde donde yo puedo aportar y promover que siga creciendo el básquetbol formativo y la escuelita. Estoy, juego, promuevo el movimiento dentro del básquetbol y del deporte en general, que le viene muy bien al club.