BASQUETBOL. José Luis Pisani salió a desmentir trascendidos sobre su salida de Estudiantes El entrenador habló del triunfo del domingo ante Vélez Sarsfield, del mal partido del viernes ante Villa General Mitre y también negó cualquier tipo de problemas internos en el grupo.
Con la idea de que sus declaraciones salgan en todos los medios de la ciudad, el entrenador llamó a una improvisada conferencia de prensa en la puerta del vestuario y comenzó a hablar del juego ante los velezanos y la clave para poder revertir una historia que venía muy torcida:
"Había que seguir trabajando en el desgaste físico. Sabiendo que jugando muchos minutos Andy Rodríguez y Paquito Festa íbamos a llevar el partido para nuestro camino. Estábamos errados con el aro. Sabemos que Vélez jugaba a darnos libertad de tiro a los internos y a los perimetrales, y no encontramos el tiro.
"Forzamos mucho los lanzamientos con los internos. No es fácil encontrarse tan solos jugadores como Abeiro, Pennacchiotti y Mateo, que tienen buena mano y no convertimos. Hicimos no sólo la autocrítica de mejorar la ofensiva, también había que llevarlos al ritmo de juego de nosotros. En el segundo tiempo el equipo corrió, Vélez no encontró piernas para jugar y terminamos ganando creo que con mucha autoridad y muchos cojones, que es lo que nos caracteriza como equipo, jugando bien o jugando mal", sostuvo.
El Bata anotó sólo 10 puntos en el segundo cuarto, una ventaja que no puede dar un equipo profesional que aspira al ascenso y que ante un rival de mayor jerarquía podría haber sido determinante:
"Sabíamos que Vélez defiende así. No te va a buscar, te espera, lo pone a Andy Rodríguez en la zona pintada para que los grandes tomen tiros. Es muy difícil jugar en la zona pintada, porque tienen dos tipos con mucha experiencia, con mucho peso. Nos encontramos con una situación de tiros con mucha claridad, ya que nuestros internos que tienen buena mano se encontraron solos y terminaron tirando forzados por la situación".
Luego siguió su relato y añadió que "yo les decía que había que buscar que aparezcan Levrino, Juani Mateo o Leandro con algún tiro de tres puntos. Creo que se terminó dando porque entendimos que lo que nos pasaba en la ofensiva no había que trasladarlo a nuestra defensa. Recalqué mucho que había que mantener el ritmo, seguir corriendo y presionando. Era clavado que nosotros los íbamos a llevar a un último cuarto muy entero de piernas y ellos sin chance de jugar", manifestó el bahiense.
Finalmente, el juego lo pudo encaminar el Bata de la mano de los tiros de tres puntos, algo que en raras ocasiones sucede: "Yo a veces les digo a los muchachos, y me río bastante, que cuando ganemos un partido con un par de tiros de tres puntos convertidos vamos a escribir un libro del básquetbol argentino. Y ganamos así".
"Juan Levrino venía de un desgarro y luego tuvo un esguince en la muñeca, y es nuestro tirador, nuestro líder ofensivo. El la metió y el equipo jugó en conjunto para que a partir de buenas cortinas pueda tirar, y Leandro a partir de su locura que tiene a veces, te da esa facilidad de tener puntos en las manos viniendo desde atrás. Y lo necesitábamos mucho.
"Tenemos la facilidad de tener jugadores con capacidad de anotar, no como el rival, que dependía de que Festa o Andy Rodríguez fueran sus goleadores. Nosotros vamos cambiando. Lo que más contento me deja es la autoridad defensiva y poder jugar bien, que era lo que más necesitábamos".
Pero sin que nadie le haga referencia del tema, el entrenador salió a hablar sobre su situación en el equipo:
"El viernes me fui muy caliente luego de la victoria ante Villa Mitre, pero no quiero que se malinterprete lo que yo digo. Yo de este lugar no me voy a ir, a ver si está claro. No me fui al principio de temporada ni tampoco ahora. Salvo que quieran los dirigentes. No me fui hace diez días cuando tuve una oferta de trabajo de otra categoría, ni me voy a ir ahora.
"Estoy recontracómodo acá, feliz de la vida y voy a ser lo imposible para que mi equipo, Estudiantes de Olavarría, esté en el Torneo Nacional de Ascenso. Es mi laburo y doy todo día a día para llegar a ese objetivo, para que mis jugadores se esfuercen al máximo jugando y que no nos relajemos nunca como pasó el viernes", sostuvo.
Sin embargo un efusivo entrenador tenía más cosas que agregar al respecto:
"El viernes estaba caliente. Tengo la costumbre de hablar y de compartir el trabajo del periodismo. Yo no me voy a ningún lado ni tengo problemas con ningún jugador. Hay que venir a ver cómo trabajamos y ver que hay una armonía terrible. Principalmente porque el lugar donde trabajamos es donde todos queremos estar. No nos falta nada. Cobramos al día, tenemos casas bárbaras, comemos de diez. No nos falta nada y estamos felices de la vida. Reitero que yo de acá no me voy. En ningún momento se me cruzó por la cabeza esa idea pese a tener una oferta hace diez días. Estoy muy cómodo y no me voy a ir".
Con respecto al flojo nivel que venía teniendo el equipo en los últimos partidos, el DT que obtuvo dos ascensos al TNA con Bragado y Oberá manifestó que "yo siempre soy autocrítico. El viernes nos pasó como en el partido ante Unión Vecinal. No nos cuidamos entre nosotros, que somos el número uno. Pasa que a veces los equipos se relajan y juegan de acuerdo al rival que hay en frente. No nos puede pasar más.
"El viernes nos pasó y hoy (por el domingo) hicimos un clic para que no vuelva a suceder. Hay que seguir trabajando para el viernes contra Ferro, que es el equipo con mayor cantidad de jugadores de calidad de la categoría, y cuando vayamos a jugar otro vez con Vélez o Villa Mitre. Yo no entiendo la cosa de otra manera", sentenció al final.