BASQUET

No siempre el héroe se queda con la muchacha

BASQUETBOL. La Argentina cayó 76 a 70 ante México en las semifinales del Premundial Tras la caída, la Argentina jugará hoy a las 18.30 por el tercer puesto ante República Dominicana, que perdió la otra semifinal frente a Puerto Rico por 79-67.

Queríamos todos los ingredientes en la película. Que el héroe llegara al pueblo, lo liberara de la mafia, enamorara a la muchacha y se quedara con ella viviendo felices. A diferencia de esas historias, en la realidad no siempre tiene final feliz.

La clasificación, que era el gran objetivo de este equipo, se alcanzó ante Canadá, por lo que todo lo que viniera demás era de "yapa". Y aunque todos queríamos que Argentina terminara ganando el premundial, el final de la película es bueno igual.

México nos sorprendió, por qué negarlo. Tuvo una figura descollante en Gustavo Ayón, que la rompió durante toda la noche. Cómo habrá sido su actuación que el goleador nato de México, Orlando Méndez, solo aportó 7 puntos.

Ayón hizo todo, reboteó, defendió, goleó, se peleó con los jueces y hasta aguantó casi un cuarto con 4 faltas en un partido muy luchado debajo del aro. El pivot NBA terminó con 24 puntos y su compañero más cercano en el goleo aportó 9 puntos en un partido de bajo tanteador.

El partido arrancó con ambos quintetos erráticos en los aros, aunque con los mexicanos adelantándose 11 a 4 a falta de 5 minutos. Aún cuando se tiraba bien parado, de cerca o de lejos, el equipo argentino erraba. Marcos D’elia aportó 6 puntos como máximo goleador en ese período que terminó 20-14 para los aztecas con Ayón que ya mostraba que tendría una noche memorable.

El segundo cuarto trajo un bajón mexicano excelentemente aprovechado por la Argentina que pasó al frente por 5 puntos después de un parcial de 15-0 con cinco bombas de la mano de Safar (2), Scola Lapróvitola (2). En ese momento se vislumbraba una recuperación que no ocurrió porque los mexicanos reaccionaron sobre el final y cerraron el primer tiempo a 4 puntos de Argentina (37-33).

El tercer cuarto fue un concierto de errores desde el inicio. No entraba lo de Scola, se secó Safar y hasta Matta no definía solo en el aro. En contrapartida, los mexicanos jugaban con Ayón y el resto. El pivot hacía todo, hasta trasladaba el balón en la transición ofensiva. Allí los norteamericanos pasaron al frente y recién sobre el final del cuarto los albicelestes recuperaron algo su memoria para adelantarse 58-53.

El último y definitivo parcial vislumbraba una situación de paridad que se dio hasta que los mexicanos pasaron al frente a falta de 4 minutos para cerrar el juego por 66 a 64.

Fueron unos minutos dramáticos y de mucha equivocación en ambos equipos, aunque fue México quien lo cerró mejor y terminó el partido con su victoria 76-70. Scola y Campazzo fueron nuevamente las figuras argentinas aún sin tener las actuaciones de otras noches.

Ayón fue México. Merece un párrafo aparte su duelo con Scola en el poste bajo. Fue un lujo para la vista, una cátedra de recursos de uno y otro marcándose mutuamente.

Ganó México, inesperado pero real. Los románticos de los cuentos querían el final feliz, pero esta vez, el héroe liberó el pueblo y se fue sin la muchacha. Todavía quedan muchas películas más por ver, con otros actores como protagonistas. Estemos conformes, la película es muy buena igual.

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