BASQUETBOL. Gerardo Barrera, capitán y referente de Estudiantes en las últimas tres temporadas Tras quedar afuera del equipo bataraz para la próxima edición del Torneo Federal, el Negro aún no sabe si se retirará o comenzará su carrera como entrenador.
Surgido de las divisiones inferiores de Estudiantes, el Negro Gerardo Barrera, nacido en Olavarría el 18 de marzo de 1977, realizó una extensa carrera en la Liga Nacional y el Torneo Nacional de Ascenso.
Se dio el gusto de debutar en la elite del básquetbol argentino el 18 de octubre de 1996 en el partido en que el Bata enfrentó a Regatas de San Nicolás y luego de realizar un periplo por diferentes equipos del país, el pivote de 2 metros de altura, tras jugar en el Estudiantes bahiense, volvió a su ciudad para radicarse definitivamente, y también regresó a su primer amor: Estudiantes.
En la entidad bataraza jugó la Liga Nacional "B" y las dos últimas ediciones del Torneo Federal, donde fue capitán y líder del equipo dentro y fuera de la cancha.
Sin embargo, no fue tenido en cuenta para conformar el equipo de esta temporada, algo que se lo veía venir. Por eso, hoy por hoy su futuro es incierto. No sabe si seguirá jugando o empezará a dirigir, pero tiene claro que si bien no extraña el básquetbol, será difícil alejarse definitivamente de él.
Reivindica con orgullo haber sido referente del plantel bataraz, pero también admite que al descuidar la faceta personal eso lo terminó perjudicando, ya que el egoísmo forma parte del jugador.
-¿Cuál es la actualidad de Gerardo Barrera basquetbolista?
-Por ahora, al menos por esta semana, no tengo nada definido. Tengo un par de charlas pendientes con algunos clubes de Olavarría, pero no hay nada claro. Voy a escuchar y a ver si me gusta lo que me ofrecen.
Tengo la intención ahora de tener un emprendimiento laboral y por eso hay que acomodar un poco mis cosas y si cierran algunos detalles está la chance de jugar un torneo más. Tengo ofertas de clubes de afuera, pero no me interesan.
Mi idea era quedarme en Estudiantes, pero por decisiones de los dirigentes o vaya a saber de quién, no quedé, entonces no me voy a ir afuera. Ya estoy radicado en Olavarría definitivamente desde que me vine de Bahía Blanca y no me voy a mover ahora.
-¿Está la chance de jugar el Torneo Provincial de Clubes?
-Quedamos en hablar y charlar de básquetbol. Después veré lo que me ofrecen, si me quieren de jugador, manager, entrenador, no sé. Por eso no puedo dar más detalles al respecto.
Tengo una propuesta para dirigir que me interesa mucho, pero eso sería a partir del año que viene. Hoy es lo que más me gustaría hacer, pero capaz que juego hasta diciembre. No tengo nada definido, ni siquiera un panorama.
Hoy por hoy estoy con un proyecto laboral nuevo y por eso no me había abocado al básquetbol.
-¿Pero es tu intención seguir jugando?
-La intención de jugar está, pero hay que ver si la chance la tomo o la dejo. La semana que viene voy a tener un panorama más claro. Si no sale nada que me convenza para seguir jugando es un hecho que me retiro, pero no puedo afirmarlo ahora porque capaz que el año que viene sale algo y sigo.
No sé lo que es no jugar al básquetbol, pero hoy por hoy te digo que no lo extraño. La idea de dirigir me gusta mucho. Yo soy director técnico, tengo el título y puedo dirigir tranquilamente, y por eso me gusta, me seduce bastante.
-Además de jugar, últimamente eras una especie de técnico del plantel afuera de la cancha …
-Los últimos años más que nada, en los planteles que yo estuve, mi intención era esa en lo que yo veía que no estaba bien. Ordenar el vestuario en lo que yo podía, más que nada, y creo que me equivoqué.
En esa faceta me fue bastante bien, pero descuidé lo personal y uno tiene que pensar en uno, es la realidad. El jugador tiene que ser egoísta en ese sentido, pero yo por naturaleza no soy así y no reniego de eso.
Gracias a Dios con ese criterio jugué 8 ó 9 años en Liga Nacional y otros tantos en el TNA. Pero hay veces que hay que pensar en uno. Pero ya está.
-¿Tuviste la chance de seguir jugando en Estudiantes?
-No tuve ningún tipo de contacto, ni con dirigentes ni con el cuerpo técnico. Y eso me pareció muy extraño, demasiado extraño, porque venía siendo el referente del plantel.
De los jugadores surgidos de las divisiones inferiores de Estudiantes, sólo Diego Casemayor y yo jugamos Liga Nacional profesionalmente. Porque Federico Marín vino de afuera, Nicolás Lorenzo de Ferro y así todos los demás.
Yo creo que me tendrían que haber dicho: "mirá Negro, ya estás bastante viejo para jugar, no te queremos porque no rendís, porque al técnico no le interesás, entonces danos una mano como colaborador, dirigente o algo".
Pero ellos saben cómo se manejan, qué sé yo. Esto es así. Cuando uno está en este ambiente conoce estas cosas y ya me la veía venir, es la realidad.
Recién cuando el plantel estuvo cerrado me llamó Cruz Arouxet para decirme que no iba a estar en el equipo, reitero, cuando el plantel ya estaba cerrado, algo que me esperaba porque yo no empecé a jugar al básquetbol ayer. Supongo que algún día haremos las paces y todo volverá a la normalidad.
-¿Te imaginás alejado definitivamente del básquetbol?
-De un día para el otro no voy a poder dejar. Soy un enfermo del básquetbol. Lo estudio, lo analizo y lo vivo día a día, a cada momento. No es que me olvidé de esto.
Si me preguntás por los planteles de la Liga, me los conozco prácticamente a todos. No creo que de un momento a otro me pueda desligar de esto porque tengo muchas ganas y proyectos. Algo voy a hacer, pero primero tengo que reorganizar lo personal.