Entrevista a Roberto Ruiz de Erenchun El edil radical renunció a su banca en el Concejo Deliberante. Repasó su vida política y analizó el pasado y el futuro del Poder Legislativo en La Madrid.
Asegura que su vinculación con la política será "desde afuera, sin ocupar ningún cargo". "Tuti" está en su veterinaria; es hoy por hoy, una de las personas que más saludos debe recibir en la ciudad. Con su carácter afable analiza las preguntas y contesta con tranquilidad. "Es hora de dejar a los jóvenes. Me dedicaré a mi familia, especialmente a los nietos".
En la sesión del jueves 9 el concejal radical presentó una carta solicitando su dimisión por cuestiones de salud. Luego de un cuarto intermedio el Cuerpo aceptó y Ruiz de Erenchun transitó tal vez por última vez como político el salón Blanco.
Saludó uno por uno a los presentes y traspasó las puertas del recinto acompañado por Sandra Fernández, presidenta del Legislativo, y Carlos Morante, uno de sus "hijos políticos".
La decisión
-¿Qué sensaciones le quedan ahora que aceptaron su pedido?
- Siento una paz que me estaba haciendo falta y que al no tenerla me estaba haciendo daño y me hacía mal.
-Queda la sensación que además de su justificación para pedir la renuncia hubo otra cuestión…
-En el Concejo, desde hace un tiempo, cada vez que se presta, vienen una serie de situaciones hacia mi persona que tienen que ver con mi pasado político y con situaciones que he tenido que afrontar. Todo te va haciendo mella y lo que sucedió el otro día fue la gota que rebalsó el vaso (N de R: En una de las últimas reuniones, mientras se debatía un proyecto sobre un convenio con Nación, el oficialista Juan Pablo Pellitta criticó a Ruiz de Erenchun por haber ocupado cargos en el Municipio durante la última dictadura). En la última sesión, cuando me retiro, el mayor impacto se produce por los dichos hacia mi persona y por los términos en que se refirió (Pellitta) al radicalismo. Me sentí mal, llegó el punto de decir basta.
-¿Le quedó algo por decir?
-No creo. Si hay algo lo dirá el tiempo, que desnuda las cosas.
Su historia
Las maderas de la vieja construcción crujen. El mate, compañero habitual de aquellos que se reúnen alrededor del amigable brebaje, tiene hoy un sabor especial. Las discusiones seguramente pasarán por otros temas, aunque la política tendrá su lugarcito en los habituales parroquianos.
Roberto Ruiz de Erenchun estuvo ligado a la política casi medio siglo. "Empecé a los 13 años, salíamos a pegar carteles y pintar paredes con el Ruso Cortázar, para la campaña de Illia", recuerda.
Luego, ya como estudiante, militó junto a Luis Lombán. "Fue la primera vez que hablé ante público", repasa. También en la Facultad de Veterinaria se acercó a un espacio.
Cuando Roberto Ruiz de Erenchun retorna a La Madrid, la intendencia era ocupada por César Mariezcurrena. En ese entonces se suma a la Juventud Radical.
"Por cuestiones familiares y de afecto entro a la Secretaría de Gobierno del entonces intendente Olivero. En la inundación de 1980 me toca ocuparme solo del problema porque el Intendente no estaba en la ciudad y no podía llegar; ahí aunamos esfuerzos con un montón de personas y eso me relacionó mucho con la gente que, cuando llega el recambio (de autoridades), me pidieron y quedo como el relevo de Olivero", sintetiza el referente de la UCR lamatritense.
Ya con la vuelta de la democracia se le ofrece a Ruiz de Erenchun presentarse como candidato a intendente pero por una propia disposición partidaria para con quienes habían ocupado cargos durante el proceso debe dejar de lado esa posibilidad. Más tarde ingresaría en el gabinete de Omar Mariezcurrena.
Tras esa experiencia Ruiz de Erenchun se alejaría de los cargos políticos y del partido hasta la década del ´90 cuando asume como concejal en dos períodos representando a la Unión del Centro Democrático que se transformaría en la Junta Vecinal.
Más tarde volvería a alejarse de la política aunque "Marcos García me invitó de nuevo. Le dije que lo iba a pensar y que lo íbamos a charlar; a los dos días tuvo el accidente", repasó (N de R: el abogado sufrió un fatal accidente automovilístico a fines de agosto de 2007).
Ruiz de Erenchun aceptó la candidatura a concejal para recordar a ese amigo que ya no estaba y también porque "era una materia inconclusa para mí, representar al partido que había abrazado desde mi juventud", subrayó.
El análisis
-¿Qué le dio y qué le quitó la política?
-Lo que más te quita es tiempo y te saca de tu ambiente familiar. Por otro lado te da amigos y en un pueblo como La Madrid se suma el reconocimiento de otros partidos. Seguramente hay cosas que hiciste bien y mil que dejaste de hacer pero nadie te puede decir nunca nada de que te llevaste algo a tu casa o que te ensuciaste las manos, y eso te permite caminar por la calle.
-¿Cambió mucho la forma de hacer política, especialmente en el Concejo?
-Es el reflejo de la Argentina. Lo que pasa en el Concejo Deliberante es lo mismo que sucede en la Cámara de Senadores o de Diputados. No deja de ser distinto a la intolerancia que hay en la sociedad, no solo en la política sino en tantísimas cosas. Así como no se permite debatir un tema y hay que aprobarlo a libro cerrado o las imposiciones que se pretender hacer sobre algunas cuestiones, todo eso marca lo que pasa en el país y La Madrid no es ajeno. Ese tipo de cosas, con los años, lo vas tomando de distinta forma y hoy ya no tengo ganas de hacerlo porque a veces encarar esas cosas implica pararte en la misma vereda de agresión y contestar de la misma manera. Con mi forma de ser no me siento a gusto y me hace mal. Con esa forma de discutir se desvirtúa lo que espera la gente, que necesita un debate enriquecedor. Si se va a hablar de la plaza, que se debata sobre la plaza y no sobre el pasado personal. No tiene sentido. La gente pide madurez política y que se discutan las cosas con claridad y firmeza pero con coherencia.
-¿Cómo puede continuar el trabajo en el HCD?
-Si los concejales entienden que esta manera de tratarse no era la forma tendremos la suerte de tener un Concejo distinto. No que no sea contestatario sino que el nivel de debate crezca y la intelectualidad del debate sea el centro de la discusión. La entrada de Alejandra (Dómina) seguramente le aportará mucho porque es sangre nueva y porque está más que preparada. "Tuti" Erenchun repasa nuevamente su despedida de su banca, esta vez en voz alta. Su imagen besando la bandera argentina en el recinto marca un simbolismo. Cuando pisé la vereda sentí una gran paz. Tuve la misma sensación de cuando uno es joven y al regresar tu vieja te recibe con un mate; esa sensación de tranquilidad sentí.