Laprida, en la tarde noche del 18A

Se escucharon nuevamente las estrofas del Himno Nacional Argentino en la plaza Pereyra. No fue por algo festivo, ni por una instancia nacional deportiva, ni por una fiesta patria. Fue por el descontento hacia el actual modelo.

Se escucharon desde las voces de maestros, empleados, obreros, comerciantes, jubilados, productores, estudiantes, jóvenes y adultos, indignados por el rumbo político gubernamental que está viviendo nuestro país.

No se pudo observar un liderazgo convocante, como otras veces la convocatoria surgió a partir de las redes sociales y el boca a boca, lo que motivó el encuentro de distintos sectores de la sociedad que con distintos reclamos, vieron la oportunidad de expresarse pacíficamente primero ubicándose en la zona del mástil y luego dirigiéndose hasta la esquina de San Martín y Pereyra.

La palabra "Basta" estuvo presente. En la conversación de los asistentes se podía escuchar temas recurrentes como: el repudio al avasallamiento de las libertades, la inseguridad, la inflación, la justicia, la malversación de fondos, división de poderes, un profundo rechazo a la impunidad, la salud, las rutas, los sueldos docentes, los comedores escolares, etc., etc.

Quizás sin la gran convocatoria que tuvo en otras ciudades de nuestro país, de cualquier manera, la reunión más allá del número -que estuvo entre 90 y 100 personas- dejó un mensaje a todos los políticos, a los del oficialismo y a los de la oposición.

A los del oficialismo en todos sus estamentos, que cuiden las formas, que gobiernen en base a la Constitución, las leyes y no por caprichos circunstanciales, que la ciudadanía está cansada e indignada de no ser escuchada por el Gobierno.

A toda la oposición que encuentre caminos comunes, que conversen, que se unan, que dejen de lado apetencias personales y que sepan interpretar las necesidades ciudadanas. Laprida tuvo su 18A. Esperemos que todos sepan interpretarlo.