Comenzará a las 18.30 y la entrada -que se puede adquirir en forma anticipada- tiene un valor de 40 pesos. Con el número se accederá a un sorteo de una prenda.
"Las expectativas son muchas. Estamos muy entusiasmadas, ultimando los últimos detalles", contaron Ana María Del Valle y María José Pérez, integrantes del grupo de tejedoras artesanales lamatritenses. La muestra, como es habitual, incorporará creaciones de las distintas integrantes de la cadena (cada prenda estará identificada).
"Este año incorporamos como novedad que las prendas tendrán un detalle en cuero. Es una innovación que, ojalá, le guste a la gente", comentaron.
Para esta edición, además de las tejedoras de La Madrid, se sumarán los grupos de La Colina (del cual es parte Pérez), San Jorge, Pontaut y Líbano. No así el recientemente conformado de Las Martinetas ya que hasta el momento se especializa en hilar lana.
Además del desfile del domingo, durante el lunes y el martes, de 16 a 20, se dejará abierta la boutique en las instalaciones del Club, para aquellos que deseen comprar la ropa que confecciona Manos de La Madrid.
Quienes visiten el desfile podrán disfrutar de un show del "Chino" Bertellys, de Laprida, y en el intervalo habrá un bar con gaseosas, cafés y dulces.
Las artesanas adelantaron que se expondrá ropa para chicos, jóvenes y adultos (hombres y mujeres). Se mostrarán tapados, suéteres, chalecos, medias, bufandas y chales, entre otras creaciones artesanales.
"Todas las prendas son distintas una de otra; eso porque cada tejedora hace el hilado a su gusto", describieron.
Los distintos grupos que integran la cadena de valor "Manos de La Madrid" realizan todo el trabajo de manera artesanal. Excepto el lavado y el peinado de la lana, se encargan de la esquila. Las mujeres realizan el posterior hilado y confección.
"Todo el proceso depende de la experiencia de cada una pero se está tratando de estandarizar, gracias a los cursos que hemos hecho y la incorporación de las ruecas eléctricas", comentaron.
La rueca es la máquina con la que se realiza el hilado. Si bien el trabajo sigue siendo manual, el pedal que gira el ovillo, que hasta ahora se debía accionar con el pie, se mecanizó.
El año pasado el grupo de La Madrid envió 20 kilos de lana a Bariloche. Para este año se sumaron otros 5. Además el haber logrado la "Marca Colectiva" (signo distintivo común para identificar productos elaborados y/o servicios prestados por agrupamientos de emprendedores) abre nuevas expectativas.
La Colina
María José Pérez es una de las integrantes del grupo de tejedoras que se formó hace ya varios años en la localidad. "Si bien no es el principal sustento económico, nos ayuda y mucho en la economía de la casa", cuenta.
Según describe, si bien elabora otras prendas, se especializa en los chales. "La prenda hilada no pica y no es pesada", asegura.
"Se le dedica tiempo y cariño; cada una le da su toque particular. El valor va en relación al trabajo. La técnica de hilado la conoce cada una a la perfección, el grosor del hilo se elige según la costumbre o el tipo de prenda. Yo construyo un chal en dos horas de trabajo; con otras prendas se tarda más pero depende de la experiencia de cada una", reitera Pérez.
"Nos repartimos los trabajos entre cada grupo, así se hace más fácil y más rápido, y nos fortalecemos más como grupo", agrega Del Valle. A su vez cada una de las mujeres se especializa en un tipo de prenda.
El grupo de La Colina ha logrado incorporar su mercadería en Coronel Suárez a través del Coprodesu y de la feria rural de aquella ciudad.
"El proyecto de Manos es muy bueno para nosotras las mujeres. Muchas estamos en el campo y nos permite tener nuestro propio dinero, además de darle valor a la producción", culminó Pérez.