FUTBOL. Matías Abelairas habló de su positivo 2012, primero en Brasil y sobre todo en México, tras un complicado 2011 En 2012 el olavarriense Matías Abelairas encontró lo que necesitaba: volver a jugar. Atrás dejó momentos difíciles como su salida de River o el semestre sin club. El año lo comenzó en Brasil, donde no tuvo muchas chances, pero pasó a México y allí logró la continuidad necesaria que pretende consolidarla.
Matías Abelairas pasó por Olavarría, visitó a su familia y a los amigos, recargó fuerzas y desde el próximo lunes ya comenzará a entrenarse nuevamente en Puebla, el equipo de la primera división de México que le permitió volver a sentirse cómodo dentro de una cancha y lograr la continuidad, lo que no conseguía desde 2010.
Pasó, así, la etapa difícil para Matías porque luego de su alejamiento de River, institución en el cual estuvo mucho tiempo y pasó muchísimas cosas, llegó un semestre sin club. Pero nunca bajó los brazos y así le llegó la oportunidad de Vasco Da Gama, en Brasil. Llegó a un equipo armado, le costó encontrar su lugar y por eso se fue a México, donde sí puede lograr la ansiada regularidad.
Es por eso que Matías Abelairas ahora disfruta de su presente, más allá de que al Puebla no le fue bien desde lo futbolístico. De esta manera, augura un mejor torneo, poner al equipo en un lugar de privilegio y contar con la posibilidad de seguir en crecimiento. Tranquilo, en su casa, repasó todo lo ocurrido durante el último año.
-La última vez que hablamos fue en octubre del año pasado, ahora la realidad es totalmente distinta...
-Antes de hacer la nota pensaba lo mismo. La situación que me tocó vivir del año pasado fue muy difícil; tenía mucha ilusión de que ocurriera todo lo que viví este año. Traté de ser muy fuerte, primero mentalmente y después de ponerme bien físicamente. Se dio que pude estar en dos clubes distintos y jugar bastante.
-En México lograste más continuidad que en Brasil...
-Cuando llegué a Brasil me hicieron sentir muy bien, desde el primer día, tanto mis compañeros como la prensa. Fue algo muy lindo, en ningún momento se habló de mi parate, sino que llegaba como un gran refuerzo y eso me dio muchísima confianza. Pero no pude tener continuidad, jugué muy poquito aunque cuando lo hice creo que anduve bien.
Me tocó estar muy poco en cancha, en un plantel que venía de salir subcampeón del Brasileirao y que ya había clasificado a la Libertadores. El equipo estaba armado, con dos o tres jugadores de Selección, por lo que me costó mucho. Ahí tomé la determinación de ir para México donde me encontré con un lugar totalmente distinto, tanto en cuanto a la institución como en la grandeza del club.
Puebla es un club mucho más chico, pero yo logré mucha continuidad y gente que me dio muchas posibilidades. Pude volver a jugar, desde 2010 no tenía una continuidad así, entonces por eso la verdad es que estoy muy contento.
-Pudiste jugar tanto en el torneo como en la Copa México...
-Este año se implementó la Copa México, como hace poco se puso acá la Copa Argentina, lo mismo que en Brasil. Jugué en las dos competencias: en el torneo me perdí algunos partidos porque tuve un desgarro en el aductor, pero como estaba la Copa esos partidos los pude recuperar y en total jugué 16, lo que es muy bueno haber jugado esa cantidad en cinco meses después de dos años con muy poca participación.
-¿Con qué te encontraste en México?
-Me encontré con un fútbol totalmente distinto al argentino, distinto al brasileño, con su estilo propio. Es muy dinámico, el mexicano corre muchísimo, ya de por sí tienen una capacidad aeróbica muy importante. Ellos están acostumbrados a correr mucho; quizás la diferencia que encuentro con el fútbol argentino es que no hay tanto roce y más allá de que se corre mucho no se presiona tanto. Tenés uno o dos segundos para pensar; acá hoy en día no podés parar ni la pelota.
-El México los resultados del equipo no fueron los mejores...
-Terminamos mal y tenemos que levantar. El equipo anduvo mal en cuanto al funcionamiento; pero pasa también que el club tiene una política media rara porque se fueron 10 jugadores del plantel anterior y llegamos 14, todos a préstamo, y lo que ocurre es que los jugadores tienen un buen desempeño pero no tienen plata para comprarlos. Entonces se van y llegan otros a préstamo.
Yo creo que si el club compraría una base de jugadores andaría mucho mejor, pero el recambio es muy difícil y por eso el torneo fue muy complicado. Ahora, cuando se reanuda el torneo se mantienen todos hasta junio cuando se terminan los préstamos, pero con seis meses de adaptación creo que el torneo que viene va a ser muy bueno. Aparte también tuvimos tres técnicos, lo cual afecta bastante, no contamos con una línea a seguir y esas fueron trabitas que hicieron que el equipo haya quedado así en la tabla.
-¿Qué objetivo se trazaron?
-El objetivo nuestro es la Liguilla, a la que entran los ocho primeros. Es el gran sueño porque el club hace muchísimo que no se clasifica. Esperamos arrancar bien el torneo que se viene y nos ilusionamos con estar entre los ocho primeros, que para un club así directamente sería como salir campeón.
-También llegaste al gol...
-No soy muy goleador, pero metí dos y también hice varios pases de gol. El balance para mí en lo individual es bueno porque necesitaba jugar muchos partidos. En lo colectivo no es lindo ver la tabla y quedar tan abajo; quizás suene un poco egoísta pero traté de pensar mucho en mí, afianzarme, buscar el ritmo y la continuidad.
-¿Tu idea es consolidarte en México?
-Me encantaría jugar en un equipo grande de México. Es un fútbol lindo, le estoy agarrando la mano y si me quedo puedo jugar todavía mucho mejor. Obviamente que el objetivo es tener un buen papel en Puebla para saltar a otro club más importante, lo que por supuesto cambiaría muchísimo. De repente tenés mucha presión, pero es todo mucho más fácil, por las comodidades, los compañeros.
-¿Jugaste más tranquilo?
-Sí, muchísimo. Yo me acuerdo cuando jugaba en River, con toda esa presión linda del Monumental, porque prefiero eso toda la vida antes de jugar en una cancha ante cinco mil personas. Yo creo que el jugador siempre rinde más con el estadio lleno; sacás algo que tenés adentro que quizás ni vos sabés. En cambio con un estadio vacío se hace difícil, como que parecen prácticas. Cambió mucho todo, tuve mucha más tranquilidad, pero si me das a elegir prefiero el estadio lleno toda la vida.
-¿Cómo es la relación con la gente?
-La gente va y apoya, pero no están acostumbrados ni siquiera a clasificarse a la Liguilla, menos a salir campeón, por lo que no son tan exigentes. Valoran mucho el esfuerzo, por eso también es que se vive muy tranquilo. Por eso, si me dan a elegir, yo prefiero al club grande toda la vida, por más que tengas presiones. Pero tocó esto y obviamente que estoy muy agradecido porque me tratan espectacular y me dieron la posibilidad de jugar, que era lo que yo quería. Ahora estoy esperando el torneo que viene para poder jugar muchísimo mejor todavía.
-¿Europa está en tu cabeza?
-Siempre está. Es como el sueño de todo jugador; en un momento estuvo muy cerca. Yo se que obviamente va a depender mucho de mí, de mi rendimiento. Si se da sería muy bueno, y si no trataré de seguir por el camino que me toque. Lo más difícil ya lo pasé, ahora lo que viene lo tengo que disfrutar. Venga lo que venga me tengo que aferrar a eso y tratar de dejar todo porque es la única manera de ir progresando.
-Las vacaciones ya se terminan, se viene la pretemporada...
-El lunes arrancamos la pretemporada y el 5 de enero ya empieza el torneo. Es medio raro, arranca muy temprano, pero termina en mayo. Las Fiestas seguramente que las tendré que pasar allá y me tengo que enfocar en el próximo torneo, porque creo que va a ser fundamental más que nada que para mi continuidad.