BASQUETBOL. Superó con lo justo a San Martín de Junín 77-74 por la cuarta fecha del Torneo Federal El partido en el Gran Gimnasio del Parque Carlos Guerrero fue de trámite adverso para el local, que recién encontró el desahogo en el cierre con un par de apariciones determinantes del alero rosarino Rodrigo Sánchez.
Tras la derrota sufrida en Tandil ante Independiente, Estudiantes debió transpirar bastante anoche para ganar en su segundo partido como local en el Torneo Federal de Básquetbol 2012/2013, válido por dos ascensos al TNA 2013/2014.
En el Gran Gimnasio del Parque Carlos Guerrero le ganó ahí nomás a San Martín de Junín 77-74 por la cuarta fecha de la División Buenos Aires.
El partido ante los juninenses, dirigido por Hernán Mastrofilippo (Quilmes) y Guillermo Grondona (Capital Federal), le fue adverso al local en la mayoría de su desarrollo, pero en el momento más caliente, cuando los juegos se definen, encontró respuestas en el alero rosarino Rodrigo Sánchez, que metió los cinco puntos finales bataraces que le permitieron sacarse de encima a un rival muy incómodo, que no estuvo lejos de llevarse la victoria del reducto albinegro.
La visita de entrada se sintió cómoda en el juego, con una defensa agresiva y corriendo muy bien la cancha, aprovechando las distracciones albinegras a la hora de volver a la defensa.
El Bata, improductivo en ataque, sólo encontró respuestas en el perímetro a través de los lanzamientos de tres puntos de Fernando Rivera, pero las otras vías de gol fueron muy bien controladas.
Las tempraneras tres faltas de Renzo Diperna y las dos de Gonzalo Marín parecía que iban a debilitar el rendimiento juninense en la zona pintada, pero Joaquín Gamazo, viniendo desde el banco, hizo un gran partido, y Pablo Martínez, jugando de cuatro, también pudo marcar diferencias.
Estudiantes pareció encontrarle la vuelta en el inicio del segundo cuarto, pero San Martín, sin salirse de su libreto, impuso su defensa y ahí el Bata entró en un peligroso bache que lo bloqueó en ataque, con varias pérdidas que fueron capitalizadas por San Martín, que vía Joaquín Gamazo (5) y Pablo Martínez (7), disfrutó de su mejor momento en el partido. Sin embargo, cuando Rodrigo Sánchez volvió a la cancha el juego volvió a equilibrarse.
Poco cambió tras el descanso largo. Las constantes rotaciones en el equipo no le funcionaron a José Luis Pisani, que no pudo dar con el quinteto que le aportara un sólido rendimiento en ambos tableros. San Martín, por su lado, siguió jugando concentrado y con una buena efectividad para tomar una luz de ventaja de 6 puntos (46-40).
La marcación zonal juninense le anuló el juego interior al Bata, que desde el perímetro se cansó de abollar el aro y por eso todos sus ataques se tornaron más que forzados.
Ante cada reacción albinegra para pasar a dominar el marcador siempre vino algún triple de Diego Lorio para apaciguar la reacción. Toda la confianza que le sobraba a San Martín le faltaba a Estudiantes, que veía cómo pasaban los minutos y no le encontraba la vuelta al juego.
Pero a partir del trabajo defensivo de Gerardo Barrera, la aparición de Juan Ignacio Mateo en ataque y el trabajo en ambos tableros de Nicolás Ojeda (15 puntos y 9 rebotes), el local empezó a encontrar variantes en ataque que no había tenido.
Parecía que en el cuarto final, con un equipo más largo y menos desgastado físicamente por el trajín del juego, Estudiantes lo iba a resolver, pero San Martín nunca tiró la toalla y con un triple de Diego Lorio empató el juego en 72 para llegar a un final cerradísimo.
Ahí apareció Rodrigo Sánchez, que metió los cinco últimos puntos albinegros para destrabar un partido más que complicado que se terminó llevando el local porque en el momento de la definición tuvo un poco más de resto y encontró en la jerarquía individual de un jugador la llave para cerrar un partido durísimo.