Es que el equipo de Alvaro Rego, que venía de capa caída, por fin pudo obtener la victoria y nada más y nada menos que ante su eterno rival.
Desde el alambrado, Nicolás vivió el cotejo como un hincha más. Lo sufrió y aplaudió y, seguramente, se quedó con ganas de volver a vestir la camiseta de Ingeniero, club al que tantas alegrías le dio.
Pero hoy por hoy la realidad del juvenil está en Santa Fe. "Las cosas vienen bien", sintetizó sobre su presente en el conjunto sabalero.
"Me estoy adaptando en la parte física, que es lo que más cuesta", contó Nico, que ya tuvo oportunidad de jugar algunos minutos en la Reserva de Colón, entidad con la que está ligado a préstamo, de Rivadavia de Lincoln.
"Espero poder hacer la pretemporada con el equipo de Primera", dijo el juvenil, mientras sonreía tras el 2 a 0 de Ingeniero sobre Racing.