FUTBOL. Le ganó 2 a 1 a Club de Pelota Los hermanos Hugo y Rubén Bello aventajaron al local. Descontó Bungs para la visita, en un partido que parecía no poder jugarse por el estado de la cancha.
En la mañana, los responsables del Estadio "Ciappina - Morante" trabajaron a destajo para intentar mejorar el terreno de juego.
Desde el club se informaba que tenían directivas de la Liga de jugar el partido, pero se debía esperar a la decisión final del árbitro Dris. La delegación de Pringles llegó pasado el mediodía a La Madrid y el sentimiento era compartido con los locales: "No se puede jugar". Finalmente se resolvió suspender la Reserva y disputar el partido de Primera.
Marcelo Enríquez se acomodó enseguida y buscaba a los hermanos Rubén y Hugo Bello. En tanto que la defensa de Club de Pelota paraba lo que podía.
Desde el primer minuto fue más el dueño de casa; el arquero Amondarain tuvo que revolcarse y mucho. El mediocampo era prácticamente imposible de transitar por la acumulación de agua y barro.
A los 23'', Ocanto la robó sobre la línea y encaró para el centro; Ríos la alargó con el "Zorra", que de cabeza habilitó a su hermano Hugo -el menor de los dos Bello del Deportivo- que entró al área y definió esquinado. El 1 a 0 puso justicia, a lo que era hasta ese momento el trámite del partido.
Intentó reaccionar la visita y en dos oportunidades la tapó Steimbach. El Deportivo siguió siendo más con el aporte de su 10 y del "Melli" Gérez, concentrado y sin complicarse en el rectángulo central.
En la segunda etapa, Club de Pelota se adelantó y comenzó a arrimarse, especialmente con jugadas arrancando desde los laterales.
A pesar de esto recibió un duro golpe antes del cuarto de hora. Cuando parecía que podría llegar el empate, Rubén Bello se filtró entre los centrales, burló al arquero y puso el 2 a 0. El técnico López protestó por un supuesto posición adelantada y se fue expulsado.
Barracas quiso meter el partido en el freezer y esperar a que transcurra el tiempo restante. Sin embargo a los 20 minutos, Bungs, de lo mejor en el conjunto de Pringles, pareció parar el centro desde la derecha con el brazo y luego definió a un costado de Steimbach.
El 2 a 1 preocupó a los locales. Ciolli intentó rearmar el esquema con el juvenil Hernández (que ni bien pisó el mediocampo se lesionó en uno de sus tobillos). También Marcos e Islas ingresaron para cumplir la función de contención y arrimarle la pelota a Enríquez, y así dejar pasar los minutos.
Con el pitazo del final llegó la alegría contenida. La bronca del principio por tener que jugar en un lugar para nada apto -que deberá ser usado nuevamente dentro de cinco días- se aplacó un poco con los tres puntos abrochados.