La ciudad festejó ayer su 123º Aniversario
Monseñor Hugo Manuel Salaberry, obispo de la ciudad de Azul, presidió la misa en la iglesia Santos Joaquín y Ana, de la que participaron autoridades municipales y fieles de la comunidad católica. Concluida la misma en el veredón de la plaza Pedro Pereyra tuvo lugar el acto protocolar enmarcado por numerosas delegaciones de abanderados y escoltas de todo el abanico de entidades comunitarias.
La bandera argentina, que fue transportada por la plana de concejales del Concejo Deliberante de Laprida y por los italianos de Laprida que este año cumplen sus 100 años como entidad, subió flameando al tope del mástil izada por el intendente Alfredo Fisher y Don Carlos Bolognani, recientemente nombrado "Ciudadano Ilustre" del Partido de Laprida y obviamente de su querida localidad San Jorge.
También compartieron los actos el obispo de la Diócesis de Azul, Hugo Manuel Salaberry; el cura párroco Enrique Germade; la consejera general de Cultura y Educación, Graciela Veneciano; la senadora provincial Silvia Pérez; el titular del HCD, Sergio Pardal; los intendentes de Benito Juárez, Julio Marini, y de General La Madrid, Juan Carlos Pellitta; y la directora de Cultura de Gonzales Chaves, Zuma Praga; el capitán Ricardo Oteguy, del Regimiento de Tanques 10 de Azul; así como autoridades de la Justicia, policiales y de la educación; y funcionarios del gabinete municipal.
La entonación del Himno Nacional tuvo este año un condimento emocionante, y fue cuando alumnos de la Escuela Especial Nº 501, junto a sus "seños", se sumaron a la canción patria que nos identifica con su lenguaje de señas. La ofrenda floral ante el busto de Francisco Narciso de Laprida estuvo a cargo de la senadora provincial Silvia Pérez y Miguel Fabi, presidente de la Sociedad Italiana de Laprida.
Luego se dio inicio al desfile cívico militar a los sones de la banda Combate de Perdriel de Azul, encabezando la primera línea el grupo de Bastoneras del Club Juventud con toda su belleza y luego el paso de más de 80 instituciones que desfilaron frente al palco. Españoles, italianos, vascos, gauchos, deportistas, abuelos, niños, comunidades educativas y entidades intermedias y comunidades religiosas del Partido, y Bomberos Voluntarios, Policía Comunal y vehículos municipales le dieron brillo a un día vivido a pleno con mucho sentido de pertenencia e identidad.
El final del desfile dio paso al momento de la recorrida por los diferentes stands de comidas, con la posibilidad de disfrutar de dorados asados y comidas dulces, en algunos casos hasta agotar stocks. Finalizado el almuerzo, los bailes desde sus diferentes estilos y tradiciones fueron ganando espacio a lo largo de la tarde, hasta que la lluvia obligó a modificar la programación.