LAMADRID

Con la esencia del almacén de barrio

DIA DEL ALMACENERO. Julio De Felice, más de veinte años con Minimercado Lamadrid

Julio De Felice (50), propietario de Minimercado Lamadrid (Lamadrid y Cortés), en pleno corazón del barrio San Vicente Sur, hace ya más de dos décadas que está allí instalado. Más precisamente hace 23 años, ya que lo inauguró en febrero de 1989, en plena crisis con hiperinflación incluida y varios cambios en los ministros de Economía, pero él siempre salió adelante.

"Al principio se trabajaba como almacén de barrio. Todavía no estaba Casa Tía, que fue el primer gran supermercado que se instaló en Olavarría y ahí comenzaron a cambiar los estilos para comprar la mercadería. Pero antes era diferente, porque yo alcancé a trabajar con la libreta donde le anotábamos al cliente lo que iba llevando fiado. E inclusive en algunos almacenes de la periferia siguen haciéndolo. Por ejemplo en el de Carlos Bianchi, que es el presidente de los Almaceneros Minoristas de Olavarría, hay como cuarenta cuentas de libreta, en cuenta corriente. En mi caso, lo recuerdo bien. Como había mucha inflación, entonces se le anotaba al cliente lo que llevaba y cuando iba a pagar se le ponía el precio actualizado, porque todos los días iba cambiando el precio. Como ahora hay variaciones en los precios de la mercadería, entonces aquellos viejos clientes se acuerda perfectamente de eso", contó Julio.

"Puse ese negocio para arrancar en ese negocio, pero también por tradición familiar. Mi abuelo materno (Antonio Blando) vendía verdura en la famosa ''Jardinera'', que era un carro tirado por caballos. Iba casa por casa a visitar a sus clientes. El vino desde Italia y comenzó a vender en Líbano y en La Madrid, y luego vino a Olavarría. De eso hace ya como sesenta años, pero ahí arrancó la historia", recuerda.

"Yo empecé con un mercadito chiquito en Moreno al 1300 y luego me trasladé adonde estoy actualmente. Y si bien la comercialización ha cambiado, en el almacén de barrio sigue estando al frente del mismo el que además de vender hace de amigo, psicólogo o médico. Es decir, no existe esa relación fría que está en los grandes supermercados, donde el cliente va a visitar la góndola, toma lo que va a llevar, pasa por la caja y se va. En los negocios como el mío hay charlas permanentes con los clientes, y eso es lo lindo. La relación con la gente es totalmente diferente, y si bien algo de aquella costumbre se ha perdido, con los viejos clientes eso se mantiene intacto. E inclusive tengo cuenta corriente con los más conocidos, con los más antiguos", recuerda De Felice, quien -además- tiene otro negocio donde mantiene un contacto directo con sus clientes: las parrillas ubicadas en San Martín 2835 (entre Rivadavia y Moreno) y en Necochea y 25 de Mayo, que si bien pertenece a otro rubro esa costumbre de hablar y tratar con la "clientela" sigue siendo personalizada.

De Felice, además, es integrante (tesorero) de la comisión de Almaneceros Minoristas de Olavarría, de la que es presidente el histórico Carlos Bianchi, y también miembro de la comisión de FABA, que es la federación provincial. Los almaceneros, en realidad, celebraron ayer su día en todo el país. Y en Olavarría también, por supuesto, y al respecto De Felice terminó diciendo que "los almaceneros deberíamos estar más unidos para pelear contra las grandes corporaciones comerciales, ya que estas cuentan con ventajas económicas e impositivas, así como de crédito haciendo descuentos increíbles, que nosotros no podemos. Sobre todo pasa con los supermercados orientales, y esas ventajas no sabemos por qué las tienen. Pero las tienen. Así que espero que nos unamos un poco más para poder pelear en igualdad de condiciones".

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