KARTING. Numerosa convocatoria en Laprida para la carrera de "Dos Pilotos"
Autoridades del Centro de DÃa, del HCD lapridense, de la APPK y el club en un acto breve. Fotos Miguelangel
Hugo Baños y Fabián Acuña, ex piloto del TC hoy junto al semillero del karting.
El Día de la Independencia no pudo ser mejor en el circuito "El Paraíso" del Auto Moto Náutico Laprida. Más de un millar de personas bordearon el escenario, un parque superior a las 100 unidades y pilotos invitados de la talla de Nicolás Pezzucchi, Agustín Herrera, Emanuel Bibiloni, Gastón Granel, Juan Manuel Bobbio, Emanuel Arias, Daniel Masson, Sebastián Tissone, Daniel Crevatín, Guillermo Otero y Nicolás Matta, entre otros, le pusieron el brillo a un lunes distinto para la carrera de "Dos Pilotos" en la categoría Junior, Cajeros 125 cc., Máster 110 cc. y Senior 125 cc.
La APPK Olavarría estrenó en el cierre de la etapa regular un sistema cerrado de televisión que utilizó el comisario deportivo Juan Carlos Lozano para determinar alguna sanción o recargo, además de mostrar su lado solidario con la entrega de alimentos no perecederos al Hogar de Día San Francisco de Asís. La entrega se hizo efectiva en un breve acto donde tomaron parte las docentes del establecimiento, acompañadas por el presidente del HCD de Laprida Sergio Pardal y el titular del AMNL Aníbal García.
Todos se sintieron satisfechos por la donación de la APPK Olavarría, hasta el concejal Pardal solicitó "una o dos fechas más para Laprida después de semejante fiesta". Antes del izamiento de la bandera y la entonación del Himno Nacional Argentino se efectuó el sorteo de los 6 buzos antiflama que la categoría puso a disposición de los pilotos. Luego se invitó a los periodistas a un lunch en una carpa vip, antes de la segunda parte del espectáculo deportivo.
Entre las ex figuras del Turismo Carretera se pudo divisar a los tandilenses José Pepino Malisia y Fabián Andrés "Zorrito" Acuña y el lamatritense Hugo Baños. En todos los casos, las figuras de la Máxima categoría del automovilismo nacional acompañaron a la labor de sus hijos. Y los desprevenidos se asustaron con las bombas de estruendos que indicaban el inicio de cada final, siendo más colorida aún la soleada tarde con las bombas de humo de color celeste y blanco en cada vuelta previa.
