BASQUETBOL. Sergio Aispurúa, la nueva figura del Bata para los playoffs del Torneo Provincial de Clubes
El pivote Sergio Daniel Aispurúa, de dos metros de altura, nació en Ciudadela el 10 de octubre de 1964, por lo que acaba de cumplir recientemente 43 años. Con toda su experiencia acumulada a lo largo de muchos años de Liga Nacional y de selección Argentina, el Vasco se va a sumar la semana que viene a los entrenamientos de Estudiantes para debutar el 18 de enero en los playoffs de cuartos de final del Torneo Provincial de Clubes ante Unión Vecinal de La Plata en la capital provincial.
Su debut en la Liga Nacional de Básquetbol se produjo el 1 de mayo de 1985 en Morón de Castelar. Luego de pasar con éxito por varios equipos de diferentes categorías, se sumó en septiembre último al equipo de Morón que estaba participando en el certamen de Segunda y logró el ascenso a la primera división de la Federación Metropolitana de Capital Federal luego de derrotar en la final a Obras Sanitarias "B" por un punto. Así, se consagró campeón.
A pocos días de instalarse en nuestra ciudad para sumarse a los entrenamientos del equipo que conduce técnicamente Alejandro Pepiche, Aispurúa se prestó muy amablemente a una entrevista telefónica desde su hogar ubicado en el Gran Buenos Aires.
-¿Cómo se dio esta chance de sumarse a Estudiantes para los playoffs del Torneo Provincial de Clubes?
-Me llamó Alejandro Pepiche hace más o menos dos semanas. Me explicó cómo era la situación del equipo, lo que estaba necesitando, que tenía un equipo muy joven, que necesitaba levantar un poco el promedio de edad (risas). Precisaba a una persona que dirija al equipo adentro de la cancha, que le pudiera aportar un poco más de defensa o presencia entre los internos como para tener un poco más de defensa en el poste bajo y esas cosas.
Yo le comenté que estaba terminando de jugar una Liga Federativa en Buenos Aires, que estaba jugando una cantidad limitada de minutos, lógicamente, con muchas menos posibilidades de las que uno tenía a los veinticinco o treinta años.
Ya con 43 años encima la movilidad y ese tipo de cosas cuestan más y se lo comenté a Pepiche. El me dijo que no había ningún tipo de problemas desde ese punto de vista y la parte económica te diría que en ningún momento fue un motivo de charla. Sí fueron motivo de conversación los intereses del equipo fundamentalmente, que son los prioritarios.
A mí por ir a jugar a Olavarría no me mueve absolutamente ninguna otra cuestión que me haya llamado Alejandro Pepiche y que los compromisos del equipo puedan tener un final feliz. Por eso ya estoy mentalizado en sumarme al equipo y ansioso de ir para allá.
-¿Fue una convocatoria que te sorprendió de alguna manera?
-Yo creo que un poco me sorprendió. Uno hace un par de años que está alejado del básquetbol con pretensiones de Liga Nacional si se quiere. Pero yo también decidí por mi cuenta darle un corte a la trayectoria o al compromiso de jugar y no fue porque no haya tenido propuestas, de hecho las sigo teniendo. Cuando yo dejé de jugar en su momento, Sebastián Uranga me convocó para jugar en Unión de Santa Fe este mismo torneo que está jugando Estudiantes, pero lo jugaban equipos de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, y ascendimos con Unión de Santa Fe a la Liga Nacional "B". Son casos especiales, porque la gente que me convoca o me cita es con la cual me liga algo que va más allá de lo profesional o lo táctico. Acá prevalece mucho el sentimiento, así que cuando se dan ese tipo de cosas uno se entusiasma un poco más.
-¿Cómo fue tu vida basquetbolística en estos últimos años?
-Luego de debutar en la Liga Nacional en 1985 en Morón de Castelar y de jugar en varios equipos en primera, jugué en Ciclista Juninense en la 2001/02 en el Torneo Nacional de Ascenso, al año siguiente volví a la Liga Nacional en Peñarol de Mar del Plata y después terminé en la 2003/04 en Estudiantes de Bahía Blanca, que ya había descendido al TNA.
Luego pensé en tomarme un descaso, pero me surgió la invitación de Sebastián Uranga para jugar en Unión de Santa Fe ese hexagonal con dos equipos de Santa Fe, dos de Córdoba y dos de Entre Ríos. Ascendimos y después me vine a jugar a Buenos Aires en un torneo que no tiene tantos compromisos, que no tiene tanta exigencia de entrenamientos y todo ese tipo de cosas.
En mi equipo, Morón de Castelar, jugamos el torneo Federativo de segunda y ascendimos a la primera división. En esa categoría en Capital Federal si lográs ganarla ascendés a la Liga Nacional "B". Por eso equipos como Banco Nación, Gimnasia y Esgrima de Villa del Parque, Deportivo San Andrés y otros quipos están jugando la "B", porque ganaron el torneo de Primera que organiza la Federación Regional de Básquetbol de Capital Federal. Al igual que en el Provincial de Clubes hay un ascenso directo a la Liga Nacional "B".
-¿Sabés que en el Torneo Provincial de Clubes los equipos se armaron muy bien?
-Por lo que me comentó Alejandro Pepiche los equipos se han armado muy fuerte. La verdad es que no estoy muy al tanto. Pero de cualquier manera creo que si bien son muy importantes los jugadores que hay en los planteles, con experiencia y mucho rodaje, me parece que nosotros tenemos un lapso muy corto para trabajar, porque todo se decide muy rápido.
Estoy convencido de que el equipo que mayor predisposición tenga hacia el objetivo final, y acá sólo importa el éxito de Estudiantes, la va a ir bien. El equipo que tenga esa filosofía dentro del grupo puede ser que saque esa pequeña diferencia que va a ser que el equipo sea un poco distinto al resto. Hay que ver con qué intenciones se armaron todos los equipos y cuál es la forma de pensar.
Yo creo que si nosotros entendemos que el éxito de Estudiantes de Olavarría es en conjunto y que ese éxito los puede llevar a jugar una Liga Nacional "B" a la mayoría de los chicos que conforman el equipo, la cosa va a ir bien. Yo creo mucho en esa fuerza. Así que cuando llegue voy a esperar encontrarme con esa respuesta del grupo.
-¿Cuándo vas a venir a Olavarría?
-Me parece que el 2 de enero ya voy a estar por allá. Quiero instalarme y armar lo que yo llamo mi circuito, con el gimnasio y todo lo demás. Uno ahora se entrena mucho para jugar poco porque el físico, los tobillos, las rodillas ya no están como a los veinte años.
Por ahora voy a ir solo porque el sistema del torneo es de alternativas cambiantes. Podés jugar un mínimo de dos partidos y un máximo de nueve. Es difícil de planificar tanto para mí como para la gente de Estudiantes, por eso por ahora voy solo, sin mi señora y mis dos hijas, y espero poder llegar a los nueve juegos.