Manuel Arias festejó con todo por lo pasado. Y no descuidó el futuro: adelantó gestiones para constituir una nueva entidad que podría llamarse Auto Club Laprida.
"Todo lo que hemos hecho nosotros como Peña en estos años, el auto, el colectivo, herramientas y elementos de mucho valor, no queremos que se pierdan, entonces la idea es constituir esta entidad para que cuando nosotros no estemos quede algo en nuestra sociedad, para que otros chicos como yo tengan la oportunidad de correr en autos", dijo en medio de una ovación general.
La fiesta, que transcurrió con un andar parejo y excelente desde lo gastronómico, dejó gratas presencias en la noche, como fue la del chavense Carlos Carrozzi, cuatro veces campeón del TC del 40, y de integrantes del equipo del Chino Walter Waldbillig Subcampeón 2007 de la categoría, como fueron Sergio Cordero su motorista y Mujica presidente de la Peña. Ambos recorrieron ciento setenta kilómetros para traer el saludo del Chino a su amigo.
Entre los locales compartieron el festejo los pilotos Aníbal García, Cristian Valdez, Gastón Granel, Néstor Errobidart, Antonio Raya, Juan María Bobbio y Carlos Clark.
Fue una noche atípica, porque se escuchó la palabra de quien durante el año mantiene el más bajo perfil dentro del equipo: su mecánico Daniel Galván, el hombre silencioso que con sus manos hace hablar al Ford amarillo de Arias. Además de agradecer a todos los integrantes del taller y la compañía del público, Galván hizo hincapié en agradecer a las mujeres, esposas o novias de cada uno del equipo. "Es importante en esto encontrar el apoyo de la mujer" dijo, como una forma sutil y elegante para que el sexo opuesto vuelva a renovar y extender el "permiso" para el año que se viene.
"Este campeonato es de todos ustedes y esperemos encontrarnos de nuevo en el 2008" dijo señalando al público su acompañante Aldo Capdevielle, que por encima del buen trabajo que realiza en la butaca derecha, el baile es su fuerte, al punto que junto con el fotógrafo "Miguelángel" -presente en la fiesta- hasta podrían emprender el proyecto para afianzar una academia de baile.
Durante la cena fue leída también una conceptuosa nota y buenos deseos del intendente municipal Alfredo Fisher dirigida a Manuel y Aldo y a todo su equipo de trabajo, así como de Roberto Servat presidente del Auto Moto Náutico Laprida en nombre del cuerpo de dirigentes y de la familia del piloto Claudio Vieytes que por razones particulares no pudieron estar presentes.
"Volver al TC del 40 fue volver a la categoría nuestra, pudimos retener el campeonato que fue muy difícil pero con un sabor muy particular, porque tuvimos un año muy duro y lograr un nuevo campeonato nos pone muy contentos", fueron las primeras palabras del Bicampeón.
Su agradecimiento además de estar dirigido a su familia y sus amigos, fue para todo su equipo, resaltando que es el único auto de todas las categorías que pertenece a una peña. "El auto no tiene dueño, el auto es del pueblo y eso le da un sabor especial", mencionó sin dejar de poner de relieve el gesto y la presencia de parte del equipo de Waldbillig. "Eso es importante, que luego de estar peleando todo el año el campeonato, hayan venido a compartirlo con nosotros".
El auto estacionado en el medio de la pista se volvió a poner en marcha, se subió el campeón y en medio del ruido y los aplausos, dejó la pista libre para comenzar con el baile y el brindis de buenos augurios.