LAMADRID

Delincuentes armados y a cara descubierta asaltaron una farmacia del microcentro

Dos desconocidos irrumpieron cuando varios clientes esperaban por ser atendidos. Amenazaron a la propietaria y huyeron con dinero en efectivo. Las características del hecho sorprenden y preocupan.

Una importante suma de dinero en efectivo fue sustraída en la noche del sábado por dos delincuentes que asaltaron una farmacia. Ocurrió en un comercio ubicado en el microcentro de la ciudad, cuando se encontraba brindando el servicio adicional por estar "de turno". El hecho encendió nuevamente la alarma entre los farmacéuticos (ver nota página 3) y el hecho reúne una serie de aspectos inusuales, varios de ellos preocupantes.

Según narró la propia víctima en diálogo con EL POPULAR Medios, alrededor de las 21.30 dos delincuentes armados irrumpieron en su comercio, farmacia "Farmel", ubicada en Lamadrid al 3100, entre Necochea y Sargento Cabral y sin mediar mayores palabras se dirigieron a donde ella se encontraba para exigirle la recaudación que se encontraba en la caja registradora.

"No habíamos alcanzado a cerrar. Siempre lo hacemos alrededor de las 21 pero como no paraba de entrar gente no pudimos cerrar la puerta. Estaba atendiendo con un empleado adelante, y atrás se encontraba mi marido con nuestro hijo de dos años, ya habíamos pedido para comer porque nos íbamos a quedar ahí", inició el relató Victoria Melffi, titular de la firma.

"En eso -continúa-, ingresan dos personas a cara descubierta, uno de ellos tenía un arma con silenciador. En el salón había tres clientes y uno se quedó con ellos. El otro, que tenía una mochila, me comenzó a amenazar que nos iba matar para que le diera la plata", prosiguió Melffi.

La caracterización sobre el modus operandi y los artefactos con los que contaban los delincuentes ya sorprenden y desconciertan a los investigadores. Sin embargo, habría una situación que sería la que más interrogantes despertó entre los agentes judiciales y policiales. Según se habría desprendido del testimonio de los testigos, los delincuentes habrían estado muy bien vestidos al momento del hecho.

Las versiones dan cuenta que los desconocidos portaban pantalones de vestir, camisas claras, corbata y sacos. "No daría con las características de los hechos ocurridos recientemente", confió a este medio una fuente vinculada a la investigación.

Retomando el hecho puntual, Melffi narró además que uno de los momentos más traumáticos del hecho fue protagonizado por su marido. Según comentó, cuando escuchó los gritos y la voz de los delincuentes abandonó el sector trasero donde estaba y se dirigió al salón de la farmacia para ver qué era lo que ocurría "y también para que ninguno de los delincuentes vaya a la parte de atrás" se apresuró en aclarar la víctima.

Los delincuentes reaccionaron directamente en contra de la pareja de Melffi y lo obligaron a que se arroje al piso y permanezca en ese lugar. Como si eso fuera poco, habrían "gatillado" en dirección del hombre y el proyectil habría impactado a centímetros de donde se encontraba recostado.

"Antes de irse encerraron a mi marido en el baño, a los clientes y un empleado en el gabinete y a mí, junto con otro cliente que había quedado sentado en el local, nos dejaron en el salón y nos dijeron que no salgamos ni que hagamos nada", prosiguió la mujer. Los delincuentes escaparon rápidamente del lugar con una suma de dinero en efectivo que oscilaría los 2.500 pesos.

La denuncia fue radicada en la sede de la comisaría Primera y el hecho quedó caratulado como robo calificado. Pese al desconcierto planteado anteriormente sobre las características del hecho, fuentes vinculadas a la investigación admitieron tener distintas líneas para seguir en el marco de la causa, e inclusive deslizaron que distintos operativos efectuados recientemente estuvieron enfocados en esclarecer este hecho.

Antecedentes

La firma de Victoria Melffi reúne, al menos, dos asaltos ocurridos años atrás. Sin embargo, ninguno de esos casos exhibió el grado de violencia del hecho del pasado así como la suma de dinero sustraído por los delincuentes.

El primero de los casos se registró en horas de la tarde del miércoles 21 de junio de 2006. Aquella vez, alrededor de las 18.30, un solitario delincuente armado redujo al propietario y a dos clientes que se encontraban en el lugar para huir con una suma de dinero cercana a los 300 pesos en efectivo. En esa ocasión el delincuente actuó a cara descubierta y se analizaba la posibilidad que un cómplice lo habría esperado en la esquina de Sargento Cabral.

Un par de años después, más específicamente el sábado 16 de agosto de 2008, un desconocido irrumpió en la farmacia en horas de la mañana. A diferencia de los otros casos, en este hecho el delincuente se encontraba armado con una cuchilla y habría actuado en un momento en el que no había clientes en el interior del comercio.

Según narraron las víctimas en aquel entonces, un hombre joven, que en principio aparentaba ser un cliente más, ni bien abrió la puerta se cubrió el rostro con el mismo pulóver escote redondo que traía puesto y extrajo un cuchillo. El desconocido impidió cualquier reacción de las empleadas que pudiera interferir en sus planes amenazándolas con el arma desde corta distancia.

Ellas no tuvieron más remedio que entregarle el dinero que había en la caja, que sumaba unos 700 pesos, trascendió. Con el dinero en su poder, habría conducido a las mujeres hacia una pequeña dependencia en la parte trasera de la farmacia, y si bien no habría llegado a encerrarlas, el ladrón las intimó para que "no salgan por dos horas"

Ese caso se registró cuando una ola de asaltos de similares características a comercios atendidos por mujeres venía azotando el centro y microcentro de la ciudad.

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