El balance del automovilismo nacional
La muerte de Guido Falaschi tras el accidente sufrido a mediados de noviembre en la final de Turismo Carretera en Balcarce opacó cualquier campaña deportiva, cualquier disputa en pista y salpicó de luto las definiciones de las principales tres categorías del país.
Fue así que Matías Rossi, el primero en coronarse luego de la pérdida de Falaschi, evitó cualquier tipo de festejos al conseguir el tricampeonato de TC 2000 en Paraná, actitud imitada luego por Canapino en Alta Gracia tras conseguir el bi en Top Race y por Ortelli tras obtener el sexto título de TC en Buenos Aires.
El dolor por el fallecimiento del "Príncipe" de Las Parejas se expandió a la velocidad de la luz y generó cuestionamientos hacia los entes fiscalizadores y los autódromos, cuyas falencias en materia de seguridad quedaron expuestas más que nunca.
"No falló nada", fue la nula autocrítica que realizó el presidente de la ACTC, Oscar Aventin, quien además salió con los tapones de punta contra Alejandro Urtubey, titular de Top Race, al acusarlo de "mala leche" por, según él, mandar a "su gente" a hablar en contra de la categoría que maneja.
Cuatro competencias se interpusieron entre la tragedia de Balcarce y el cierre de la temporada, y en algunas, como en la de Top Race en Comodoro Rivadavia, por la anteúltima fecha, hasta tuvo que suspenderse por orden de la CDA del ACA, entidad que fiscaliza esa categoría, una jornada de actividades para terminar de hacer los trabajos en el autódromo para garantizar seguridad, aun cuando esa fecha estaba confirmada desde hacía varios meses.
Así las cosas, el próximo año comenzará con la lupa bien enfocada en ese sentido. Deberían ser muchos los circuitos en dejarse de lado en los calendarios hasta tanto no se cumplan con los requisitos mínimos de seguridad.
De todas formas, desde los entes fiscalizadores promueven el ranking de autódromos y hasta les dieron participación a los pilotos para dar su impresión al respecto.
Previo a todas estas cuestiones, Ortelli dominó la etapa regular de la temporada de TC consiguiendo un triunfo en Buenos Aires tras la exclusión de Gabriel Ponce De León y comenzó a edificar allí su sexta corona.
En la Copa de Oro, en tanto, su nivel fue en ascenso hasta completar en Buenos Aires una excelente actuación con su Chevrolet y alcanzar a Juan María Traverso en cantidad de títulos conseguidos en TC.
Mientras tanto, Rossi tuvo un andar demoledor en la primera mitad del campeonato de TC 2000. Pero el "Granadero", que llegó a la definición en Paraná por detrás de Leonel Pernía y Mariano Werner, apareció en el momento justo para adueñarse de todos los puntos en juego y alzarse con su tercer título en la categoría.
Por su parte, Canapino, campeón saliente de TC, pudo ganar en pista en Top Race el título que se le había otorgado en la segunda mitad de 2010 en los escritorios, tras el cambio de fiscalización de la categoría, y ratificó con sus cuatro victorias y el título no sólo que es el piloto a batir en esa divisional sino el poderío del Sportteam, que se quedó con la tercera corona consecutiva.
Se va así, entonces, una temporada con muchos condimentos, de los sabrosos y de los que no lo son tanto. Un año con campeones que sabían de qué se trataba eso de calzarse el traje de monarcas, aunque no pudieron festejar como hubiesen querido sus consagraciones porque un compañero suyo ya no los acompaña más en las pistas ni desde ningún otro lugar terrenal.