Alejandro Apo y Marcelo Sanjurjo se presentaron por segunda vez en Laprida
"Es expresar que los futboleros no sólo somos personas que hablamos de fútbol, sino también nos gusta la música, los buenos tangos y las buenas historias", cuenta Apo, quien desde hace doce años junto con el Turco Sanjurjo recorren el país con su valija de cuentos.
Y no precisan de mucho para sorprender, gustar y llegar a cada butaca. Un piano, una guitarra, una mesa y la narrativa como parte de la escenografía. Pero claro, funcionan como un equipo aceitado y armado de atrás hacia delante. Juegan de memoria en el escenario con la historia bien narrada bajo los tres palos, Fontanarrosa es el líbero y Osvaldo Soriano el stopper, los laterales Dolina y Saccheri, en la mitad Marcelo Sanjurjo juega de "doble cinco", recupera y distribuye la música y su humor, y Apo se mueve delante como media punta gambeteando versos con su particular timbre y homenajeando a quienes han aportado "provocación de pensamiento" en el fútbol. Como carrilero derecho va el histórico Viejo Casale de Central y por la otra banda el hincha de Ferro descendido que quiere volver; arriba, bien de punta, son titulares inamovibles Héctor Negro y el hombre "que nos llevó del potrero al Mundial: Diego Maradona". Una apuesta que se renueva año a año y que siempre desde la valija siempre queda algo para cautivar una próxima vez.
La Selección
Alejandro Apo planteó que "estamos en un lío, porque no se respetan los procesos". Previo y en la entrada en calor del espectáculo, Apo recibió a los medios, donde se mostró preocupado por los portazos, idas y venidas que ha vivido la selección argentina entre fracaso y fracaso. "Antes respetábamos los procesos largos de los entrenadores. Aunque es cierto que la dirigencia de AFA se encontró con las idas de Basile y de Bielsa, que se fueron por las de ellos", explicó.
Consideró un error haber interrumpido el proyecto de Diego Maradona que había llegado quinto en el Mundial: "Nos rasgamos la vestiduras muchos porque habíamos perdido con Alemania y habíamos ganado cuatro partidos en el Mundial, y resulta que después no le podíamos ganar a Bolivia en la Copa América con Messi, Tevez y Agüero en cancha".
Desde su mirada, Batista "expresó un compromiso muy alto que iba a jugar como el Barcelona, pero no le podía ganar a Bolivia, aunque muchos decían que íbamos a ser campeones de la Copa América".
Apo se puso del lado de los que entienden que los partidos no se ganan en las vísperas y que no se ganan hablando, sino jugando. "Hay que ser menos soberbios porque los demás también evolucionan. Ahora, en las próximas Eliminatorias, algunos periodistas e hinchas de la selección van a decir ''Perú qué bravo está'', y Perú salió tercero en la Copa América y nosotros séptimos con los mejores jugadores del mundo y Venezuela cuarto. Lo que hay que hacer es laburar más y chamuyar menos, pero lamentablemente los dirigentes de AFA han entrado a manejarse como los clubes que buscan ser campeones como Racing, que llamaba a todos los técnicos de moda: Labruna, Pastoriza, Lorenzo, Pizzutti. Yo pregunto: ¿Qué pasa si Sabella pierde ahora los tres primeros partidos de la Eliminatoria? ¿Vamos a buscar a Gareca? Estamos en un lío grande. Espero que ahora se respete el proceso de Sabella, que llegue a Brasil y podamos tener un ''equipo'' y no ese equipo tan débil que presentó la Argentina en la Copa América con el triunfalismo de la gente y el chamuyo de muchos, que después en la cancha no se veía nada y nos quedamos en las palabras".
Respecto de las marchas y contramarchas de la sanción a River por los incidentes del partido con Belgrano, Apo dijo estar enojado con la gente de la escena oficial de AFA, que dice "que la divisional B se tiene que adaptar a River, cuando eso es un enorme disparate. River perdió la categoría por sus propios errores y tiene que encontrar la manera de volver. Ojalá que la encuentre, por River, pero Central iba a volver en un año y no pudo".
Para el marplatense Marcelo Sanjurjo, Laprida ha sido un pueblo muy particular. El fue uno de los talleristas pioneros de las Jornadas de Educación por el Arte. "Siempre lo consideré un lugar diferente por su impronta y la defensa del ambiente, por la alegría de las Jornadas y porque me convocaron cuando yo empecé a ejercer la docencia con la música. Pasar por la plaza, por estar en el mismo el hotel o el Centro Recreativo, donde disfrutábamos las carbonadas, me recuerda mucha gente muy valiosa de acá y de otros lugares que no he vuelto a ver".
