FUTBOL. El certamen comenzó ayer con la victoria 3 a 1 del Sepahan de Irán sobre el Waitakere de Nueva Zelanda
Tras un extenuante viaje de 30 horas, el plantel de Boca Juniors llegó a Japón para tomar parte desde el próximo miércoles en la cuarta edición del Campeonato Mundial de Clubes.
El plantel boquense -luego de descansar- sólo realizó algunos ejercicios físicos y hoy hará el primer entrenamiento en la cancha del Nahighoka Football Field, ubicado a 10 kilómetros de donde se hospeda. Para las 12.30 está prevista una conferencia de prensa en el hotel, a cargo del presidente de la delegación Luis Buzio, el capitán Martín Palermo y otros dos jugadores boquenses.
El campeón continental, Boca Juniors, por el sólo hecho intervenir en el Campeonato Mundial de Clubes que organiza la FIFA ya se aseguró al menos dos millones de dólares, y en caso de ganar el torneo, se hará acreedor a cinco millones de la moneda norteamericana.
Así lo dispuso la FIFA, en agosto pasado, cuando en una reunión realizada en Zurich se decidió incrementar el monto de los premios, que este año ascenderán a 16 millones de dólares, ya que todos los equipos participantes percibirán dinero.
Boca Juniors, que ingresará directamente en las semifinales -al igual que el Milan, de Italia- percibirá al menos dos millones de dólares, mientras que el séptimo y ultimo será el Sepahan, de Irán (que ayer venció 3 a 1 al Waitakere de Nueva Zelanda), percibirá 500.000 dólares y ahora que enfrentará al Urawa Red Diamonds de Japón. En el torneo interviene además el Milan (Italia).
En el caso de Boca, la dirigencia y los jugadores llegaron a un acuerdo para que el premio sea repartido en partes iguales, es decir el 50 por ciento de lo percibido para cada uno, por lo que si el equipo argentino gana el torneo, los futbolistas recibirán 2,5 millones de dólares a repartir entre los futbolistas y el cuerpo técnico.
Los jugadores del Milan realizaron un entrenamiento "mental" antes de viajar a Japón para afrontar el Campeonato Mundial de Clubes y los ensayos se realizaron en el modernísimo complejo que tiene el equipo en Italia, donde una vez por semana Kaká, Cafú, Andrea Pirlo, Alejandro Nesta y la mayoría de los futbolistas se internaron en el "salón de la mente" para lograr estados de calma y relajación antes de la gran cita mundialista.
El Milan se preparó exhaustivamente para llegar en óptimas condiciones al Campeonato Mundial de Clubes, pues su principal meta es lograr el título y tomarse revancha de Boca Juniors, que lo venció en 2003, en el estadio Yokohama y ganó la Copa Intercontinental.
Las fuentes explicaron en Milan los jugadores, tras la rutina física diaria, una vez por semana, y por turnos se "internaban" en el "salón de la mente", donde sentados en sillones especiales se les colocaba en la cabeza un aparato que transmitía una serie de ondas cerebrales que se dirigían a una computadora donde se "leían" los mensajes de la mente.
Para borrar los "pensamientos negativos", que causan al cerebro una derrota o la frustración que provoca errar un penal decisivo o estar en el banco de suplentes, se los tranquilizaba con música suave y relajante, que iba eliminando del cerebro esos recuerdos y se les creaba una sensación de bienestar, revitalizándolos para encarar nuevos desafíos.
El trabajo fue evaluado por los psicólogos del club, quienes aplicando el método denominado "retroalimentación neurológica" lograron un mejor rendimiento, pues sistema permite que el proceso mental "derrotista" pueda ser modificado.