FUTBOL. Empató 1 a 1 ante Boca en La Bombonera y es el campeón del "Apertura"
De esta manera, el equipo dirigido por Ramón Cabrero se coronó en un templo futbolístico como La Bombonera, en cuya cancha dio su primera e inolvidable vuelta olímpica. Por su parte, Independiente y Vélez Sarsfield empataron 1 a 1. Gustavo Balvorín abrió la cuenta para los de Liniers (21'' ST) y empató para el local José Moreno (35'' ST).
Un equipo mixturado por pibes muy talentosos y algunos hombres experimentados, guiados por un cuerpo técnico sapiente y una dirigencia que tiene las cosas muy claras, fueron las claves que condujeron a esta institución del sur del Gran Buenos Aires a brindarle esta máxima alegría de la historia a sus hinchas.
La felicidad de buena parte del sur del Gran Buenos Aires reivindica también a los equipos denominados chicos de primera división, ya que mientras Lanús y el recién ascendido Tigre se instalaron en lo más alto del fútbol argentino, un vecino del Granate como Arsenal está a un paso de obtener la Copa Sudamericana.
Desde 1984, cuando Argentinos Juniors se consagró campeón, que un equipo no llegaba a su título inaugural en primera división, y ayer Lanús lo consiguió consolidando la imagen que desgranó a lo largo de todo el certamen: la del equipo que mejor juega en el fútbol argentino.
Con esa característica que sobresalía en conjuntos de otros tiempos, el Granate también recuperó buena parte del "fútbol que le gusta a la gente". Que no es otro que ese en el que la pelota rueda y no vuela, se toca y no se revienta, se acaricia y no se golpea.
Así, lo más valioso que tuvo el éxito de Lanús fue que lo consiguió sin renunciar a su esencia, por encima de los resultadismos de estos tiempos y las exigencias del mercado. Simplemente jugando al fútbol. Así había hecho historia en otros tiempos, descendió a la "C", emergió de sus cenizas y por fin sintió este 2 de diciembre de 2007 el dulce sabor de la verdadera gloria.
En cuanto al partido de ayer contra Boca, fue obviamente muy emotivo pese a las imprecisiones de la primera etapa. Dentro de ese panorama Boca fue levemente superior, aunque desperdició las tres oportunidades que dispuso en los pies del uruguayo Carlos Bueno.
Lanús fue todo oportunismo y a los 37 minutos del primer tiempo llegó al gol con una conexión de su dupla sagrada: Diego Valeri - José Sand. El volante lanzó el centro y el ex River Plate, de cabeza, doblegó la resistencia de Mauricio Caranta, ante la pasividad de cuatro hombres de Boca.
En la segunda etapa Boca presionó con más fuerza y puso en aprietos a la última línea Granate, aunque Bueno siguió fallando oportunidades y con ello Lanús empezó a consolidar su camino al título.
Pero a los 21 minutos, y ya con Mauro Boselli en cancha, Palermo recibió una habilitación del joven centrodelantero y estableció la paridad en el marcador. Lanús sufrió un poco entonces, aunque desde las tribunas bajaba la tranquilidad que transmitían los hinchas por la derrota de Tigre ante Argentinos Juniors.
Así, con un Boca que quería pero no podía más y un Lanús que pretendía cerrar el partido sin más complicaciones, todo se encaminó hacia el festejo visitante. El pitazo final de Sergio Pezzotta hizo estallar miles y miles de gargantas en La Bombonera y en el estadio de Lanús, donde 20.000 almas vieron por pantalla gigante el partido que todos los hinchas granates hubieran querido presenciar. Y al final Lanús se vistió de gloria, hizo realidad un sueño y hoy es el club más feliz del fútbol argentino con los atributos que siempre se le reconocieron. Por eso todo es más que merecido.