Según explicaron los responsables, "se toma el número de patente del automóvil y se carga en un sistema informatizado automatizado donde se asocian los bienes del contribuyente y se informa si existe o no una deuda".
Con esta información, en caso de resultar moroso, se coloca una boleta de color rojo en el vehículo advirtiendo de que existiría una deuda y su monto, con esto puede remitirse a la oficina y cancelarla; en caso contrario se deja una boleta azul.
Consultados respecto a cómo se viene desarrollando el operativo, indicaron que "hasta el momento se han encontrado muchos contribuyentes con deudas, aunque también hay quienes están al día".