FUTBOL. Simpatizantes millonarios se enfrentaron con la policía; algunos entraron al club a refugiarse
Un millar de hinchas de River se manifestaron anoche con un banderazo que incluyó leyendas amenazantes a dirigentes y jugadores, durante el cual se produjeron corridas con pedradas ante la aparición de la policía con sus carros lanza agua.
Cuando los camiones hidrantes comenzaron a lanzar agua con colorante sobre los manifestantes, decenas de ellos ingresaron al predio donde se erige el estadio, saltando los portones y manteniéndose en el interior durante casi una hora, hasta que salieron por sus propios medios.
Ya el club había quedado en soledad desde hacía varias horas. Incluso cuando por la mañana surgieron los primeros trascendidos sobre el banderazo, muchos empleados sacaron sus vehículos del estacionamiento y los padres retiraron a sus hijos del Instituto Educativo que funciona en el club.
"Que se vayan todos" atronó en las inmediaciones del máximo escenario del fútbol argentino, canción entonada por hinchas que llegaron con banderas con los colores de la institución y ataviados, la mayoría, con la indumentaria oficial.
La concentración comenzó alrededor de las 17, dos horas antes de lo previsto, cuando una decena de simpatizantes llegaron hasta los portones de la avenida Figueroa Alcorta y colgaron una bandera que rezaba: "Esto es River y hay que dejar la vida" y otra que decía "Dejen la vida como nosotros".
De a poco la gente se fue sumando y a eso de las 18 comenzaron los cánticos contra Daniel Passarella y el resto de la Comisión, además del ex presidente José María Aguilar.
Si bien no hubo cánticos directos en contra de los jugadores, aunque fue colgada una bandera que decía "Nosotros nos jugamos la historia (por los hinchas), ustedes se juegan la vida".
Todo era en paz, pero a medida que pasaban los minutos los ánimos se fueron caldeando y al cántico de "El club es de los socios" intentaron ingresar al club por la puerta de Figueroa Alcorta, hasta que fueron corridos por la infantería, que actuó rápidamente con carros hidrantes.
Pero finalmente, los simpatizantes y socios lograron forzar la entrada del estacionamiento e ingresaron al club para escapar de la represión policial.
Paralelamente, unos treinta hinchas se dieron cita en la puerta del Hindú Club, en Don Torcuato, donde está concentrado el equipo millonario y a donde se había acercado Passarella, y colgaron una bandera que decía "Matar o morir".
Minutos más tarde se retiraron y ya no hubo más incidentes. De a poco se fueron dispersando al grito de "River no se va", con la ilusión que la situación crítica se pueda revertir el domingo por la tarde.