El inolvidable Rata falleció el pasado domingo en Capital Federal. Su nombre quedará perpetuado en el Club Atlético Estudiantes.
El pasado domingo 21 de mayo por la noche falleció en Capital Federal Ricardo Rosendo Marcos Rattone (Richard, Rata), a los 68 años. Fue por una descompensación cardíaca cuando se preparaba para realizarse un estudio médico. Aunque supo jugar en Loma Negra y San Martín de Sierras Bayas, y ya en el final de su carrera en Racing A. Club, su nombre quedará perpetuado en Estudiantes.
Nació el 11 de mayo de 1955 en Máximo Paz, en el Sur santafesino, a 79 kilómetros de Rosario. Se inició en la práctica del básquetbol a los 7 años en el Club Social Deportivo de Máximo Paz y a los 16 llegó al equipo de la Escuela de Mecánica de la Armada en Buenos Aires. Así inició una trayectoria de más de dos décadas jugando en Primera División para 17 entidades diferentes.
En 1979 y 1980 juega en Bet Am y con la camiseta celeste de esta entidad hoy desaparecida, llega a jugar un torneo amistoso en el Minigimnasio albinegro. Estudiantes lo contrata y luego hace lo propio con Steve Stanford. En el verano de 1981 el básquetbol es sensación en la ciudad, todos los clubes contratan refuerzos americanos y los gimnasios se ven desbordados por el público.
Sin embargo, el carisma, su llegada a la gente, su trato y sus extraordinarias dotes de jugador, hicieron que Ricardo Rattone sea idolatrado por igual a los jugadores extranjeros por la hinchada bataraza. Fue un alero (ocasionalmente escolta) de muy buen porte (1,97 metros), con tiro exterior muy efectivo y un rápido contragolpeador, muy difícil de neutralizar a cancha abierta.
En el año siguiente, 1982, Rattone es contratado por Olimpo de Bahía Blanca y permanece por siete meses en la capital nacional del básquetbol. Volvió a Olavarría, desde donde emigró al Deportivo San Andrés y vivió los cuatro mejores años de su carrera deportiva (1983-1986). En 1987 pasa a jugar la tercera edición de la Liga Nacional en el debutante Ciclista Olímpico de La Banda, Santiago del Estero. Pasa luego por Provincial de Rosario, Boca Juniors y en 1992 retorna a Olavarría, donde inaugura una Escuela de Básquetbol que, con el auspicio de la Dirección de Deportes, funciona solamente ese verano. Su despedida de la actividad es prácticamente en el Provincial 1993, jugando para Racing de nuestra ciudad.
La Comisión de Básquetbol del Torneo Nacional de Ascenso 2016/2017 en las personas de Cruz Arouxet, Juan Mondragón y Julio Escalada le hicieron un merecido reconocimiento, obsequiándole un cuadro artístico con su foto luciendo la camiseta número 7 de Estudiantes.
Se fue el Rata, uno de los primarios contribuyentes para instalar al Bata en la historia grande del básquetbol nacional. Estará por siempre en el corazón del Parque Carlos Guerrero y en el de la gran legión de bataraces que disfrutaron de su juego.